Ernesto Ponzio

Ernesto Ponzio
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NombreErnesto Ponzio
Nacimiento10 de julio de 1885
[Buenos Aires]], Argentina
Fallecimiento21 de octubre de 1934
Buenos Aires, Argentina
Causa de la muerteaneurisma del corazón
NacionalidadArgentina
Otros nombresel Pibe Ernesto
Ocupaciónviolinista y compositor
CónyugeCasilda Casafú de Ponzio
PadresAntonio Ponzio

Ernesto Ponzio. Violinista y compositor argentino.

Síntesis biográfica

Ernesto Ponzio a quien llamaban “el Pibe Ernesto” nace el 10 de julio de 1885 en Buenos Aires, Argentina. Fue un violinista y compositor de tango perteneciente al período llamado “de la Guardia Vieja”.

Porteño nace en aquel barrio denominado Tierra del Fuego ubicado entre la demolida Penitenciaría y la Recoleta. Su padre, Antonio Ponzio, como buen napolitano, es músico. Ejecutando el arpa fallece víctima de aneurisma, repentinamente se desploma en el mismo escenario durante un recital. Su esposa uruguaya, Casilda Casafú de Ponzio.

Trayectoria

Ernesto Ponzio, al fallecer su padre, cursa estudios de violín en el conservatorio Williams, debe suspenderlos. El hogar urgido de recursos acelera el comienzo de su actuación. Fondas y cantinas constituyeron su primer escenario; cumplida su labor desfila jovial y decide platillo en mano, cuyo producto se destina a engrosar la estrecha economía familiar.

El famoso tango “Don Juan (El taita del barrio)” es, al parecer, escrito en 1898. Agreguemos que la 2ª edición posee letra de Ricardo J. Podestá. Según diferentes autores ha sido estrenado en la casa de baile de Concepción Amaya. Mamita, Lavalle 2177, aproximadamente en 1900. Entusiasta difusión logra tanto en el restaurante de J. Hansen (Av. Sarmiento) cuanto como en el quiosco Casares.

Ponzio se halla vinculado por amistad con los jóvenes Savino. En cierta ocasión que visitara el domicilio de éstos contempla a una niña que dormía dulcemente. Le causa tal impresión que dirigiéndose a la madre dijo así: «¡Señora!... ¿me la guarda?...» Cumple su palabra, pasa a retirarla el 9 de junio de 1906, día en que desposa a la bella durmiente: señorita Adela Savino.

Cumple su labor de violinista en los más variados escenarios: La Batería, sita en Retiro, la citada casa de bailes Mamita; El Tambito, ubicado entre la arboleda palermitana. Le acompañaban: Eusebio Aspiazú (guitarra), moreno ciego y muy hábil con su instrumento, a quien Ponzio dispensa siempre afecto entrañable; el trío se completaba con el Tano Vicente Pecci (flauta).

El origen del título del tango “Ataniche”, obra cuyos compases son de los primeros que se oyen en El Tambito. Ahí llega por las noches, conducida en una victoria adornada con pequeñas campanillas de plata que se agitan sonoras, una bella concurrente ataviada con llamativa elegancia. Su presencia despierta general admiración; ello inspiran al Pibe Ernesto que con fértil inventiva musical brinda el magnífico “Ataniche”.

Calle Europa] hasta 1908, con dicha denominación se conocía la actual Carlos Calvo. Casi al llegar a Jujuy aún puede contemplarse la fachada tal como es antaño de la casa de bailes de María La Vasca. Ponzio actúa ahí frecuentemente; por ella pasan asimismo Manuel Campoamor y Vicente Greco.

Nos describe la señora Adela Savino de Ponzio con estas palabras a su marido: Ernesto] es de estatura mediana, gallardo y apuesto. Fácilmente se dibuja en su rostro amplia sonrisa. Le caracteriza un sentimiento de generosidad extremada. Recuerdo que frecuentemente llegan hasta él músicos que se hallan con el bolsillo exhausto; si su situación no le permitía ayudarles con dinero, les cedía alguna partitura que había compuesto, o en su defecto la escribía delante del atribulado que balbuceaba conmovido palabras de agradecimiento.

Manifiesta la señora de Ponzio que luego se trasladan a Lanús oeste; ahí, en la esquina de José María Moreno y Lavalleja, instalan un negocio de almacén: El Pibe]]. Optaron algún tiempo después por otra de las esquinas y ahí se ubica el almacén Los Paraísos. El citado comercio parecía más bien una entidad benéfica, ya que su dueño entrega mercadería al fiado con tanta frecuencia que la caja concluye por oxidarse. Felizmente los favorecidos preocupan amortizar sus deudas, pues los esposos Ponzio gozan de general estimación en la barriada.

La sala del teatro El Nacional constituye el último escenario de actuación del Pibe Ernesto, acompañado por músicos veteranos, asimismo dilectos y antiguos amigos suyos. Citémosles: Ernesto Ponzio y el Pardo Alcorta (violines), Juan Carlos Bazán (clarinete), El Tano Vicente Pecci (flauta), Yepi (bandoneón) y el siempre fiel Eusebio Aspiazú (guitarra de once cuerdas).

Su figura dotada de relieves propios y su obra de compositor han conquistado bien merecida fama entre los máximos creadores del tango. Hemos citado “Don Juan (El taita del barrio)” y “Ataniche”; a ellos debemos agregar los títulos siguientes: Tangos: “De quién es eso”, “Don Natalio” (dedicado al director del vespertino Crítica), “18 kilates”, “Culpas ajenas”, “Caradura”, “Trovador de arrabal”, “Avellaneda” (dedicado a Don Alberto Barceló), “Quiero papita” y “La milonga de mi barrio”. El estilo: “Tardes pampeanas”. Los tangos siguientes son los últimos que compusiera: “Contámela que te escucho” y “No te lo puedo decir”.

Muerte

El domingo 21 de octubre de 1934, al mediodía, sufre Ernesto Ponzio cierto malestar opresivo, resultado del cual fallece instantes más tarde. Se diagnostica aneurisma del corazón. Similar dolencia arrebató también la vida a su padre.

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