Escaras

Escaras
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Escaras de la piel.png
Clasificación:Dermatología
Región de origen:Piel

Escaras. Las escaras, llagas o úlceras por contacto resultan de una presión constante que daña la piel y los tejidos debajo de la misma. Las escaras varían en gravedad desde las leves (cuando la piel se enrojece un poco), hasta las severas (úlceras profundas que llegan hasta el músculo y el hueso).

Origen

La causa principal de las escaras es la inmovilidad, ya que un individuo que permanece mucho tiempo en la misma posición (sentado o acostado) corre el riesgo de interrumpir la irrigación de sangre en ciertas zonas, pues se sabe que la falta de oxígeno durante más de 2 o 3 horas ocasiona la muerte de tejidos de la piel, comenzando por su capa externa (epidermis).

La rica irrigación de este órgano es favorecida por movimientos que realizamos todo el día, de modo que caminar, efectuar reparaciones en casa o elaborar un platillo nos ayuda a activar cientos de funciones sin que estemos concientes de ello. Aún cuando permanecemos dormidos o sentados por largo tiempo, existen ligeros desplazamientos corporales que alternan nuestros puntos de apoyo, y que son estimulados muchas veces por sensación de dolor o molestia, generados por el sistema nervioso.

Hay pacientes cuya condición impide el seguimiento o la percepción de estos impulsos, y que son quienes tienen mayor riesgo de desarrollar úlceras por presión. Este grupo comprende a personas minusválidas o muy debilitadas; también a quienes sufren lesión de algún nervio debido a herida o golpe, así como a individuos con menos sensibilidad al dolor debido a hipertensión (presión arterial alta), diabetes o estado de coma.

Cuando el peso corporal interrumpe el riego sanguíneo, la zona de piel privada de oxígeno se enrojece e inflama, luego de lo cual muere, se endurece y adopta apariencia oscura (grisácea o negra). En concreto, estas formaciones son las escaras, mismas que se romperán para dar lugar a las úlceras por presión (también llamadas úlceras por decúbito o de la piel).

Grupos de riesgo

Muchas personas de la tercera edad corren el riesgo de atravesar por periodos de convalecencia prolongados, el riesgo de esta población de sufrir escaras aumenta debido a la paulatina pérdida de sensibilidad nerviosa, de modo que factores adversos que no perciben con facilidad, como fricción prolongada ocasionada por ropa y zapatos ajustados o exposición continua a la humedad (por sudación frecuente, orina o heces) puede debilitar la superficie de la piel y hacerla más propensa a padecer alguna ulceración.

Otro motivo que favorece la aparición de úlceras por presión es la desnutrición, ya que en este caso el organismo carece de una capa de grasa subcutánea que actúa como almohadilla protectora en los bordes de los huesos más prominentes (como ocurre en las caderas) y que impide la interrupción en el flujo de las vías sanguíneas. Además, en estas personas hay carencia de nutrientes esenciales, por lo que la piel es débil y no se cura correctamente.

Tipos

Las úlceras por presión se clasifican de acuerdo a sus posibles grados de evolución en los siguientes tipos o grados:

  1. La lesión no está formada realmente, pero la piel luce enrojecida.
  2. Los tejidos se inflaman, endurecen y se vuelven oscuros (escaras); muchas veces se forman ampollas y comienza la destrucción de la epidermis
  3. La úlcera se abre y dejan expuestas las capas más profundas de la piel.
  4. La herida se extiende profundamente a través de la piel y la grasa hasta el músculo.
  5. El mismo músculo queda destruido.
  6. Es el más profundo de los estadios de úlcera por presión; se observa incluso el hueso, dañado y a veces infectado.

Prevención de escaras

La aparición de escaras puede prevenirse mediante intensiva atención al paciente, lo que implica la participación de asistentes y familiares, además de enfermeras. La cuidadosa inspección diaria de la piel de las personas que permanecen en cama o utilizan silla de ruedas permite detectar el enrojecimiento inicial, mismo que es el indicador de que se requiere de acción inmediata para evitar la ruptura de tejidos. Se debe ser especialmente cuidadoso en las zonas que reciben mayor peso y que son presionadas por huesos, como caderas, parte inferior de los glúteos, base de la columna vertebral y talones.

Los extremos más prominentes de los huesos pueden protegerse con materiales blandos que compacten el peso, como algodón o lana; también se puede recurrir a aditamentos como almohadillas especialmente diseñadas para emplearse en camas, sillas comunes y de ruedas, a fin de reducir la presión. Asimismo, quienes deben pasar mucho tiempo acostados pueden usar colchones especiales, llenos de aire o de agua.

Quienes no pueden moverse por sí solos deben ser cambiados de posición con frecuencia, de modo que en ocasiones queden recostados de lado y otras boca arriba, de acuerdo a las recomendaciones del médico; lo habitual es hacerlo cada 2 horas y mantener la piel del paciente limpia y seca.

Tratamiento para escaras

  • Cuando la piel comienza a ulcerarse se recomienda protegerla con gasas impregnadas de petrolato, el cual impide que la curación se adhiera a la herida. Este tipo de lesiones requiere observación continua para detectar el posible surgimiento de una infección.
  • En caso de heridas más profundas, el uso de vendajes especiales que contengan material gelatinoso puede favorecer el crecimiento de piel nueva.
  • Si la úlcera parece infectada o supura (forma líquido blanquecino o pus), deberá lavarse suavemente con agua y jabón, o usar antisépticos especiales, como el yodo de povidona, que no lesiona los tejidos pero elimina el material infectado y muerto. Siempre se evitará friccionar demasiado para no retrasar la curación.
  • Cuando hay demasiados tejidos muertos se requiere la participación de un dermatólogo, quien se encargará de eliminar (desbridar) el material inservible con ayuda de ciertos agentes químicos de uso hospitalario o de un escalpelo, que es un instrumento en forma de cuchillo pequeño, de hoja fina y puntiaguda.

Las úlceras por presión de mayor grado son difíciles de tratar, y en algunos casos requieren trasplante de piel sana a la zona dañada; por desgracia, este tipo de cirugía no siempre es posible, especialmente en ancianos débiles que presentan desnutrición.

Con frecuencia, si una infección se desarrolla en lo más profundo de una úlcera se administran antibióticos, a fin de evitar que los huesos situados debajo de la lesión se infecten, ya que este padecimiento, conocido como osteomielitis, es extremadamente difícil de curar e incluso puede pasar a la corriente sanguínea y extenderse a otros órganos, haciendo necesario tratamiento específico durante varias semanas para evitar un desenlace fatal.

Fuentes

http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/dermatologia/articulos/escaras-llagas-piel-circulacion.html http://salud.cibercuba.com/las_temibles_escaras_como_prevenirlas http://www.medulardigital.com/?act=dnews&s=8&n=4469