Esclavismo en Bauta (siglo XIX)

Crisis del esclavismo en Bauta (1868-1886)

La libre introducción de negros esclavos en grandes cantidades en el territorio de manera oficial o clandestina a través de los ríos Arroyo Jíbaro, Baracoa y Santa Ana permitió el fomento de los ingenios y cafetales en la localidad de Bauta, actividad económica que ocurrió de manera invariable en todo el país, abierto a la explotación agrícola e industrial. Esta situación favoreció a las fértiles tierras de la región, mejor ubicadas para la explotación de los dos productos comerciales fundamentales, el azúcar de caña (y sus productos derivados como el alcohol y el micho), y el café.

Desarrollo de la producción azucarera

En 1868 se desarrolló en Bauta la producción azucarera fundamentalmente hacia la zona norte donde están situados los ingenios azucareros de mayor tamaño y las mayores plantaciones de caña. Federico Caine, en su Censo de ingenios y propietarios, editado en 1878,[1] refleja que de las trece fábricas de azúcar que posee la jurisdicción de Santiago de las Vegas, siete están ubicadas en las tierras de este Partido como son:

Ingenios propietarios

  • San Cristóbal de Baracoa: Herederos de S. Sáez
  • Makastá: Sebastián Peñalver
  • El Siglo o San Joaquín: Francisco V. Polo (Polier).
  • San Isidro: Máximo Hernández
  • San José de la Esperanza: Noriega Olmo
  • Taoro: Pablo V Zamora
  • El Rosario: Moreno Pumariega

En los libros de bautismo y defunciones de «pardos y morenos» que se encontraron en la Iglesia municipal aparecen las dotaciones de otros ingenios de la zona.

  • El San Rafael: Herederos de Santiago Sáez (1871).
  • El Palomino: Lorenzo Pedro (1872).
  • Niña Bonita: Gabriel Alfonso (1876).

Según el censo de 1860, en el término de Bauta había 2008 esclavos:

  • 809 laboraban en ingenios,
  • 691 en cafetales,
  • 269 en potreros,
  • 100 en sitios de labor,
  • 98 en fincas rurales y
  • 48 que prestaban servicios en la población como domésticos.

Los cafetales se encontraban fundamentalmente hacia el este y el sur del término de Bauta. Se conoce la existencia en 1878 (III) de San Miguel “Niña Bonita”, “El Marcial”, “La Fortuna” y “Alonso”. Además de estas dos producciones (azúcar y café), se mantiene el cultivo de pequeñas parcelas para la subsistencia dedicadas a hortalizas, productos menores y viandas.

Consecuencias de la Guerra de los Diez Años

El territorio de Bauta no sufrió los efectos de la Guerra de los Diez Años, no hubo devastación de su economía en el período posterior a la Guerra Grande, se da un proceso de concentración de la industria azucarera que trae consigo la desaparición de numerosos ingenios pequeños y con técnica atrasada que resultaban improductivos y no rentables y la oposición de grandes fábricas de azúcar, en la zona surge el central Jesús María (Garro, Lucía, Habana, y hoy Habana Libre) recibiendo grandes capitales para la construcción de un central y muchos propietarios de ingenios no lo poseen, lo mismo ocurre con los capitales de la región que producto de su improductividad son poco rentables y desaparecían.

Abolición de la esclavitud

El proceso de abolición de la esclavitud que se da en Cuba entre 1880 y 1886 son factores o elementos que condicionan que ingenios y cafetales se demolieron en la localidad.

Ingenios (año de demolición)

  • San Joaquín: 1881
  • Macastá: 1883
  • San José de la Esperanza: 1886
  • El Rosario: 1883

Solo quedaron en pie:

  • San Cristóbal de Baracoa
  • San Isidro y
  • el Taoro.

Cafetales (año de demolición)

  • El Marcial: 1884
  • El Milagro: 1880
  • Las Delicias: 1883
  • Niña Bonita: 1886

El 50 % de los cafetales ―como La Conquista, San Miguel, La Fortuna y Alonso― continuaron produciendo, aunque esta actividad económica fue desapareciendo paulatinamente producto de los bajos precios del café, la competencia de otras regiones cafetaleras, la abolición de la esclavitud y lo poco rentable de la industria azucarera producto al proceso de concentración de la misma, que hace necesario la utilización de mayores extensiones de tierras para fomentar el cultivo de la caña de azúcar por la gran demanda de los centrales por zafra.

La sociedad cubana evolucionó rápidamente en sentido favorable y sin duda el mayor cambio provino de la abolición de la esclavitud, primero en el territorio de Cuba libre y ―después del Zanjón― en toda la isla.

Desde 1870 el rey de España promulgó la Ley de Vientres Libres por lo que se declaraba libre a todo hijo de esclavo nacido en Cuba de 1868 en adelante, a los que hubieran auxiliado a las tropas españolas contra la de los mambises y a los que tuvieran 60 años cumplidos o los cumpliesen. Pero los libertos en virtud de haber nacido bajo la Ley de Vientres Libres, guardarían bajo el patronato del dueño de su madre, hasta pagar con su trabajo los gastos de la crianza.

Ley del Patronato

La llamada Ley del Patronato, acordada en 1880, estaba concebida a propósito de la imprecisión del gobierno de la Metrópoli de abolir por completo la esclavitud, aunque la ley en su artículo expresaba:

Cesa el estado de esclavitud en la Isla de Cuba.
En el artículo segundo se dispone que los individuos inscriptos como siervos continúen en servidumbre hasta que ―por sorteo, indemnización o renovación del Patronato― queden manumitidos. Los patrones en tanto conservarán el derecho de utilizar el trabajo de sus «patrocinados», a cambio de alimentarlos, vestirlos y pagarles de uno a tres pesos mensuales, según edad de los antes llamados esclavos.

Este proceso de abolición de la esclavitud de manera paulatina también se produce en Bauta, aunque allí se da totalmente en 1886 por ley. Es por eso que en 1887 según bajo el condominio llamado patrones o amos fundamentalmente vinculados a la servidumbre y en fincas (106 en total).

Fuerza de trabajo asiática

También se utiliza la fuerza de trabajo asiática, aparecen un total de 180, de ellos 124 son colonos, vinculados fundamentalmente a las labores agrícolas, al cultivo de hortalizas.

Composición de la poblacion. Estudio de patrones y censos (1877-1887)

Siendo la población blanca el 62.9 % en el censo de 1877 muestra que la población de color es el 33.2 % y el 3 % lo constituyen los asiáticos y el 0.9 % son catalogados extranjeros.

El censo de 1887 fue el último que los españoles llevaron a cabo en Cuba. Mostró una población de 1 631 087 habitantes, siendo este crecimiento muy bajo comparado con la población que tenía la isla en el año 1862, ya que diez años de guerra por la independencia había ocasionado una norma inferior a cien mil vidas registrándose particularmente esta norma en la población negra, la que había dado la mayor constancia de soldados a la guerra de independencia, que en 1862 componía los negros el 43 % de la población de 1887 el 32.4 %.

En Bauta la población negra aumentada con relación a 1877, es menos con relación a la población blanca, aumentando la cantidad de colonos asiáticos de 56 en 1877 y 180 en 1887, es de destacar que en su totalidad son varones, por lo que se unen fundamentalmente con mujeres de la raza negra dando lugar a un nuevo mestizaje en la región.

Estructura económica de Bauta

En la estructura económica de la localidad están comprendidos los mercados de créditos e inflación así como los impuestos no teniéndose datos de cómo se comportaron los mismos en el término, no teniendo el Banco Español sucursal en la localidad, la falta de datos es motivada a que Bauta pues fue incendiada en tres ocasiones durante la Guerra necesaria, por orden de Máximo Gómez y Antonio Maceo al paso de la invasión y fueron quemados los archivos.

Bibliografía

  • Aguirre, Sergio: La Guerra de los Diez Años.
  • Comité Central de Estadísticas: Los censos de población y viviendas en Cuba. La Habana, Instituto de Investigaciones estadísticas E I Vol 1: 1788.
  • Colectivo de autores: Temas acerca de la esclavitud. La Habana, C. Sociales 1788.
  • González Diego: Historias documentadas de los movimientos y sublevaciones por la independencia de cuba de 1812-1827. La Habana Academia de Historia de Cuba 1933.
  • Figueras Francisco: Cuba y su evolución colonial. La Habana: La Isla de Cuba.
  • García del Pino, César: Carlos García: Comandante General de Vuelta Abajo. La Habana: Ciencias Sociales, 1990.
  • Jiménez Pastrana, Juan: Los chinos en la lucha de liberación cubana (1842-1930). La Habana: Instituto de Historia, 1963.
  • Le Reverend, Julio: La Habana, Biografía de una provincia. La Habana: Siglo XX, 1960
  • Le Reverend, Julio: Historia económica de Cuba. La Habana: Edición Revolucionaria, 1974.
  • Iznaga, Diana: La sociedad esclavista cubana. La Habana: Ciencias sociales, 1982.
  • Registro de la Propiedad de la Habana: Fincas rústicas, tomo I y II.
  • Valdés Acosta, René: Historia de Bauta. Inédito.

Fuente

  • Archivos de la Biblioteca Municipal de Bauta (Cuba).