Eve Cohen

Eve Cohen
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Fotógrafa estadounidense
Nacimiento21 de abril de 1912
ciudad de Filadelfia,
estado de Pensilvania,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Fallecimiento4 de enero de 2012 (99 años)
ciudad de Londres,
país de Inglaterra,
Reino Unido Bandera del Reino Unido
OcupaciónFotógrafa
Sitio web
http://www.evemcohen.com/

Eve Cohen (Filadelfia, 21 de abril de 1912 - Londres, 4 de enero de 2012) fue una fotógrafa estadounidense. Tras convertirse en 1957 en la primera mujer en unirse al equipo de una agencia, la fotógrafa se labró una carrera en la que cobró fama mundial por sus retratos de personajes famosos como las políticas como Indira Gandhi, Margaret Thatcher , Marilyn Monroe, entre otros.

Biografía

Eve nació en 1912 en Filadelfia, Estados Unidos. De padres emigrantes rusos. Se trasladó joven a Nueva York, donde empezó a interesarse en los años 40 por la fotografía, después de trabajar en una tienda de revelado.

Trayectoria profesional

Fue en 1948 cuando se apuntó a un curso de fotografía de seis semanas en la New School for Social Research. Eso sí, con el fotógrafo y director de arte de Harper's Bazaar Alexey Brodovitch como profesor. Pronto comenzaría a trabajar en Life o Time. Concluía la década de los 40 y el fotoperiodismo, con tipos como Robert Capa o Cartier Bresson, vivía su época dorada.

Fue precisamente el francés Bresson el que quedó fascinado por uno de sus trabajos sobre la moda en Harlem, y decidió proponerla en 1951 para ingresar en la entonces recién estrenada y ahora mítica agencia Magnum.

La fotografía fue una excusa para sus inquietudes más profundas.

"Había sido pobre y quise documentar la pobreza; había perdido a un hijo, y estuve obsesionada con los nacimientos; estaba interesada en política y esperé saber cómo afectaba nuestras vidas; soy una mujer y quise saber sobre las mujeres".

En las imágenes de Eve está siempre presente el ser humano, con unos potentes retratos. Sin embargo la fotógrafa prefería captar el gesto que buscarlo y forzarlo. "Una sesión de estudio ofrece las mayores posibilidades de control", decía en un libro sobre su trabajo (Eve Arnold, Great Images of the 20th Century). "A pesar de que hay libertad total, todavía me disgusta la fotografía de estudio y las imágenes artificiales que se generan", concluía.

También es imprescindible en su obra, China, un extenso trabajo sobre el gigante asiático, y que fue objeto de su primera gran exposición en solitario en 1980, en el Brooklyn Museum de Nueva York.

En el año 2003 la reina Isabel II la hizo miembro de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la fotografía. Llevaba mucho tiempo sin tomar fotos, y por aquel entonces solo se dedicaba a leer a los clásicos como Tolstoi y Dostoevski.

Fue ejemplar no solo por las imágenes de celebridades, sino por la nobleza de carácter y la humildad con la que se acercaba a sus personajes. "Eve perteneció a una generación totalmente digna de confianza", dice Lardinois. "Yo he visto hojas de contacto con imágenes que Marilyn Monroe no quería ver publicadas, y ella la respetó. Su integridad estaba absolutamente fuera de toda duda, por eso accedió a los corazones de las personas".

Eve Cohen junto a Marilyn Monroe

Arnold y la protagonista de “Los caballeros las prefieren rubias” establecieron luego una íntima relación personal que se prolongó durante una década y concluyó con la trágica muerte de la actriz en 1962, cuando solo tenía 36 años.

Sin embargo, Magnum asegura que Arnold prefería trabajar haciendo reportajes gráficos en profundidad, como el que realizó a principios de la década de 1950 sobre la moda negra del barrio de Harlem en Nueva York y cuya calidad le abrió las puertas de la agencia. Hablamos de una mujer que, ante la insistencia de una Joan Crawford espiritosa de ser inmortalizada en toda su crepuscular desnudez, acabó por enviarle los negativos a la actriz, convencida de que, tarde o temprano, acabarían en las manos equivocadas.

La fotógrafa que se sobrepuso a unos orígenes humildes, a un padre con una visión reduccionista de la mujer, a una crítica devastadora en su primera clase formal de fotografía y a un matrimonio y un bebé malogrados, quiso poner su mirada, su curiosidad y su pluma al servicio del fotoperiodismo. En palabras de Brigitte Lardinois, Eve Arnold, "debería ser recordada como una persona que sabía contar bien una historia con imágenes, y que era consciente del papel que podía tener en la denuncia de las injusticias".

Testimonios

Con motivo de su fallecimiento, a los 99 años, El País ha recabado el testimonio de algunas de las personas que conocieron a la fotógrafa, a quien la editorial teNeues rinde homenaje con la publicación del libro All about Eve.

La obra, con un ensayo introductorio de la escritora y periodista Liz Jobey (The Guardian, Granta), permite apreciar los primeros trabajos de Eve Arnold, el nombre que adoptó tras su matrimonio, sobre migrantes negros en el norte de Estados Unidos y las audiencias del macartismo, por ejemplo, así como su mirada costumbrista sobre Nueva York y Londres. El énfasis está en su faceta de reportera y sus trabajos muchos, para la revista del Sunday Times de Londres sobre musulmanes negros, el Partido Nazi Americano, la Unión Soviética y sus viajes a Centroamérica, China y África.

La fotógrafa Susan Meiselas destaca el ambiente familiar y de revisión entre pares que era moneda corriente en las primeras décadas de Magnum. Como amiga y compañera en la mítica agencia de Arnold, estima que:

"su acercamiento y la relación con los personajes, más que el estilo fotográfico", fueron su rasgo definitorio. En el plano personal, Eve fue, para Meiselas, una profesional "de gran determinación, con la energía para dirigirse a sí misma y la generosidad para tener en cuenta a los demás".

Más allá de la faceta de fotógrafa de rodaje, sus fotos de Marilyn Monroe son legendarias hay una trayectoria de reporterismo que le llevó a fotografiar una China prácticamente velada para Occidente, a empotrarse un año en el entorno del activista Malcom X y a mostrar, en su proyecto Tras el velo, la cultura árabe a una audiencia global.

La comisaria Brigitte Lardinois, directora asociada del departamento de Fotografía de la Universidad de las Artes de Londres y excomisaria del centro Barbican, expresó:

"Tomaba fotos sin juzgar al personaje, con un respeto absoluto". "Su serie sobre Malcom X fue crucial".

Como fundadora del departamento cultural de Magnum en Londres, Lardinois tuvo un contacto muy estrecho con la fotógrafa, de la que acabó siendo amiga.

Entre otros recuerdos, evoca la exposición Magna Brava, que organizó junto a la comisaria Sara Stevenson en Escocia en 1999. Reflejaba la obra de las únicas cinco fotógrafas de Magnum.

James A. Fox, editor y archivista en la época dorada de Magnum, recuerda "lo nada pretenciosa" que era Arnold, a la que conoció con ocasión de la exposición Magna Brava. Fox, que solía recabar información de los fotógrafos para documentar adecuadamente las imágenes, afirma que ella "exigía eficiencia", lo cual no le impedía ser una persona "muy sencilla". Desde su retiro en París, Fox expresa su admiración por la labor que Arnold hizo en China en una época en la que los fotógrafos, a menudo, debían enviar sus carretes de forma clandestina.

Para la galerista británica Zelda Cheatle, socia del Tosca Fund y antigua responsable de ventas de la Photographer's Gallery londinense, el punto fuerte de Arnold era "su voluntad de conectar con las personas y su sentido común, ya se tratara de retratar la pobreza, la excentricidad o la fama".

Cheatle lamenta que Eve no pudiera llegar a tener en sus manos el libro All about Eve, en el que ha estado trabajando con la editorial, para el que ha sido crucial su colección de fotos.

Fuentes