Expedición Naval de Miguel Betancourt Guerra
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Expedición Naval Cuarta de Miguel Betancourt Guerra. Fue dirigida y financiada por la Delegación Cubana, fue organizada y conducida como jefe de mar por el General de Brigada Joaquín Castillo Duany, y trajo como jefe de tierra al Coronel Miguel Betancourt Guerra , el cual debió haber desembarcado con su personal en una de las expediciones del Dauntless por el sur de Oriente los días 22 o 24 de agosto de 1896, así como los del General Juan Ruis Rivera, habían zarpado el 10 de agosto de 1896 en el vapor Séneca, a fin de trasladarse a otro buque.
Participantes
Vinieron en total de 36 a 42 expedicionarios, la mayoría camagüeyanos entre ellos el Coronel Miguel Betancourt Guerra, los Capitanes Serapio Arteaga, Fernando Freyre de Andrade, Lucas, Luis Álvarez Cerice y Armando Guerín, oficial del ejército francés.
Armamento
Trajeron 1 100 fusiles, 1 500 000 cartuchos, 450 000 revólveres, un cañón neumático de dinamita con, al parecer, de 125 a 200 proyectiles, 100 libras de dinamita, fulminantes, explosivos, medicamentos y correspondencia.
Descubrimiento
Durante la travesía a causa del fuerte oleaje existente, tuvieron que refugiarse en Indian Key toda la noche del día 9 hasta el amanecer del 10, en que continuaron viaje. Llegaron a la boca del río San Juan, en la costa sur de Las Villas el 13 de octubre de 1896 donde realizaron el desembarco y alijaron todos los medios en 6 horas, el buque se retiró sin contratiempos, los expedicionarios enviaron a un práctico a contactar con los insurrectos. Se presentó el subprefecto de la zona con unos 20 pacíficos, que ayudaron al traslado de la carga, la que se depositó en dos puntos separados. Estos pacíficos fueron armados y un grupo de ellos puestos a vigilar, en la costa. Al pasar el cañonero español Contramaestre los detectó y lanzó un cañonazo, que fue ripostado por estos pacíficos lo que delató la expedición.
El Contramaestre fue a Cienfuegos, y regresó, echando dos botes al agua, con unos 30 hombres, que fueron rechazados por el Capitán Arteaga, situado allí con un grupo de expedicionarios. Retornó el cañonero español a Cienfuegos, y regresó precedido por la lancha Ardilla, que entró por el río, batiendo con fuego de ametralladoras sus orillas, sin encontrar resistencia, mientras del Contramaestre echaban al agua botes con personal, los que se apoderaron del primer depósito, debido a su no decidida ni correcta defensa, y a que aún, no había sido trasladado, más al interior, por ser pocos los hombres, para esto(según una fuente a pesar de ser apoyados por 20 pacíficos –ya armados-y por el Comandante Casimiro Clavelo que con 24 insurrectos se había incorporado.
