Expediciones navales mambisas

Expediciones navales mambisas
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Concepto:Expediciones navales que fueron preparadas por los mambises y los colaborantes del exterior para abastecer al ejercito libertador de todo lo que necesitaban, sobre todo armas y municiones.

Expediciones navales mambisas. Durante las Guerras de Independencia de Cuba, los insurrectos —comúnmente llamados mambises—, nunca tuvieron ni las armas, ni las municiones, ni la logística necesaria para equipar un ejército regular que poner en batalla frente a la maquinaria bélica española, la cual estaba armada con la técnica más avanzada del momento; ante esta disyuntiva a los jefes mambises solo les quedaban dos formas para aprovisionarse de todo lo que necesitaban: arrebatándoselo al enemigo y segundo, recibiéndolo por medio de las expediciones que por vía marítima llegaban desde el exterior con armas, municiones, medicinas, etc. para abastecer al Ejército Libertador.

En la guerra grande

Desde antes de 1868, los diversos intentos de iniciar una rebelión en Cuba contra España habían tenido como inicio expediciones marítimas. De las más recordadas están las realizadas por Narciso López en 1850, en el vapor Creole, y en 1851, en el vapor Pampero; ambas culminadas en desastre.

La primera, el Galvanic

La primera expedición de nuestras Guerras de Independencia llegó a Cuba el 27 de diciembre de 1868, en la goleta de bandera inglesa Galvanic, cedida por su dueño y expedicionario Enrique Loynaz Arteaga quién capitanió el buque.

Este era un barco de gran calado y veloz para ser un velero, poseía mástiles de 90 pies. Esta expedición salió desde Nassau, Bahamas y desembarcó en la ensenada de La Guanaja en Camagüey y, aunque fue avistado por un faro y perseguido por dos cañoneras españolas, llegó sin contratiempos de vuelta a Nassau.

Usado por segunda vez

Este velero mambí volvió a sus andanzas independentistas, siendo apresado por el vapor de guerra español Conde de Venadito y usado para el cabotaje, hasta su destrucción por un ciclón en el muelle de la Luz en La Habana en 1926.

Total de expediciones

En total se cuentan un total de alrededor de 146 expediciones navales:

  • - 68 expediciones durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878)
  • - cinco durante la Guerra Chiquita (1879-1880)
  • - seis en el período entre guerras (1881-1894) y
  • - 67 durante la Guerra del 95 (1895-1898).

Esto demuestra que a pesar del férreo control y patrullaje que poseía la flota española en las costas cubanas, los insurrectos trataron por todos los medios de introducir combatientes, armas y parque para la consecución de la independencia.

Estimado general

Vale destacar que en estos números se han incluído también aquellas expediciones que fueron interceptadas por una razón u otra, tanto por las autoridades coloniales, o por los norteamericanas que se complotaban muchas veces con los colonialistas; también se incluyen aquellas que por diversos motivos se perdieron o volvieron a puerto sin llegar a su destino y aquellas otras que fueron retenidas por las autoridades de los países donde se planificaban.

Varias y curiosas anécdotas

Son varios y curiosos muchos de los relatos sobre la historia de la flota mambisa.

El que más expediciones hizo

El barco que más expediciones realizó fue el vapor remolcador Dauntless, que hizo 12 viajes, siendo su expedición del 26 de febrero de 1898, la última completamente cubana, debido a la entrada en la guerra de Estados Unidos.

El único que disparó

El único disparo de cañón realizado por los patriotas cubanos en las guerras de independencia fue realizado desde la cubierta del vapor remolcador Three Friends el 19 de diciembre de 1896, con un cañón Hotchkiss de 12 libras que fue colocado provisionalmente ante la aparición de una cañonera española que les hizo fuego; es válido recalcar que este único disparo dio en el blanco y se cree que causó 13 muertos y 12 heridos, lo que hizo que el buque español se retirara para reparaciones, lo que llevó al éxito de la misión, aun cuando el retroceso del disparo desniveló las máquinas del vapor cubano.

Valor inestimable

El valor de las expediciones en las Guerras de Independencia de Cuba fue inestimable, máxime en un país que no posee fronteras terrestres, fueron incluso la vía de entrada de los máximos jefes de la Guerra del 95.

La mayoría de las expediciones en un inicio (1868-1878) fueron financiadas por los ricos terratenientes cubanos pero al final eran financiadas por las contribuciones desinteresadas de los obreros cubanos en el exilio; en su mayoría eran veleros y vapores desvencijados, repletos de cargamento y expedicionarios, frente a la moderna flota española. Es un pasaje de gloria de la Historia de Cuba.

Fuentes