Falstaff (ópera)

Falstaff
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Falstaff
Falstaff.jpg
AutorGiuseppe Verdi
GéneroComedia lírica
Basado enWilliam Shakespeare: Las alegres comadres de Windsor y Enrique IV (partes I y II)
Actos3 actos, 6 cuadros
IdiomaItaliano
Música
CompositorGiuseppe Verdi
Puesta en escena
Lugar de estrenoTeatro Scala de Milán
Milán
Fecha de estreno9 de febrero de 1893
PersonajesSir John Falstaff (barítono)
Ford, rico burgués (barítono dramático)
Fenton, enamorado de Nanetta (tenor lírico o ligero)
Dr. Cajus, amigo de Ford (tenor lírico o ligero)
Alice Ford (soprano lírica)
Meg Page (mezzosoprano)
Mrs Quickly (contralto)
Nanetta, hija de los Ford (soprano lírica o ligera)
Bardolfo, secuaz de Falstaff (tenor ligero)
Pistola, secuaz de Falstaff (bajo)
Sirvientes,
gentes de Wilndsor
LibretistaArrigo Boito
Duración2 horas 15 minutos

Falstaff. Fue la última ópera de Verdi y una vieja y anhelada aspiración: la de componer comedia, fue, en cierta forma, el logro supremo de Verdi, fue la culminación de una carrera de composiciones de ópera sumamente exitosa y la que lo introdujo a otro género y a una experiencia completamente nueva para él. Jubilado en su granja en Sant’Agata cuando Boito le envió la sinopsis de un libreto que se intitularía Falstaff. Verdi se entusiasmó con el libreto que se basaba principalmente en la obra Las alegres comadres de Windsor, de Shakespeare.

Argumento

La acción se desarrolla en Windsor, durante el reinado de Enrique IV, al comienzo del siglo XV.

Acto I

Cuadro I Taberna de la Jarretera. El anciano y corpulento Sir John Falstaff está rodeado por sus sirvientes Bardolfo, Pistola y la posadera. Llega el Dr. Caius y le acusa de robo, pero el excitado doctor pronto es lanzado. Falstaff entrega dos cartas a cada uno de los sirvientes para que se las lleve a dos damas bellas, casadas y ricas, la señora Alice Ford y la señora Meg Page. En estas dos cartas de amor, que resultan ser completamente idénticas, Falstaff profesa su amor por cada una de ellas, aunque es realmente el dinero de sus maridos lo que él ansía. Sus criados Bardolfo y Pistola lo rechazan, pretendiendo que el "honor" les impide obedecerlo. Falstaff envía las cartas a través de un paje. Falstaff entonces responde irónicamente enfrentándose a sus honorables servidores y les grita (L'onore! Ladri! Voi state ligi all’onor vostro, voi! / "¡El honor! ¡Bandidos! Estáis ligados por vuestro honor...") y les manda fuera de su vista.

Cuadro II Jardín de los Ford. Alice y Meg han recibido las dos cartas idénticas de Falstaff. La circunstancia provoca desdén y gracia en Alice y Meg, por lo que, junto a la sirvienta Quickly y a Nannetta (la hija de Alice, enamorada del joven Fenton, pero comprometida por su padre con el pedante Doctor Cajus), deciden burlar al insolente caballero, tal que no le queden ganas de comportarse como ardiente seductor. Por otro lado, el señor Ford y el doctor Cajus han sido informados por los sirvientes de Falstaff de las intenciones del patrón. Los tres desean vengarse. Encontrándose a solas por una vez, le sigue un breve dúo de amor entre Fenton (un empleado de Ford) y Nannetta. Las mujeres regresan a casa y le piden a la señora Quickly que invite a Falstaff a un encuentro con Alice. El hombre también llega a la escena, y Bardolfo y Pistola son persuadidos para presentar Ford a Falstaff, pero bajo un nombre falso.

Acto II

Cuadro I

Taberna de la Jarretera.

Bardolfo y Pistola (ahora al servicio de Ford), fingen rogar el perdón por sus pasadas transgresiones, anuncian a su maestro la llegada de la señora Quickly, quien le da un mensaje de Alice: la dama ha recibido la carta y lo espera en su casa «entre las dos y las tres», la hora en la cual el marido está ausente. Ella también le da una respuesta por la señora Page y asegura a Falstaff que ninguna es consciente de la invitación de la otra. Falstaff celebra su próximo éxito (Va, vecchio John / "Ve, viejo John, sigue tu camino"). Luego que la señora Quickly ha partido, se presenta Ford, bajo el nombre falso de Señor Fontana, ofreciéndole dinero a Falstaff que recurra a sus renombradas artes amatorias para conquistar a la señora Ford. Falstaff queda sorprendido por la petición, "Fontana" le dice que si la señora Ford ha perdido ya su virtud, accederá finalmente entregarse a él también. Falstaff naturalmente acepta, seducido además por la oferta de una rica paga, y asegura al falso señor Fontana que en media hora, ni bien su marido haya salido de casa, Alice caerá entre sus brazos. Por lo tanto va a vestirse y a embellecerse para la cita romántica. Mientras se viste en sus ropas más fastuosas, Ford se siente consumido por los celos (È sogno o realtà? / "¿Es un sueño o realidad?"), después decide irrumpir en su propia casa con sus hombres para sorprender a los adúlteros.

Cuadro II

Salón de casa de Ford.

Las tres mujeres traman su estrategia (Gaie Comari di Windsor / "Alegres comadres de Windsor, ¡ha llegado el momento!"). Nanetta también averigua que su padre planea casarla con el doctor Caius, pero todas las mujeres declaran que eso no ocurrirá. La señora Quickly anuncia la llegada de Falstaff, la señora Ford ha preparado con antelación una gran canasta. Los intentos de Falstaff de seducir a Alice con cuentos sobre sus glorias pasadas (Quand'ero paggio del Duca di Norfolk / "Cuando yo era paje del duque de Norfolk...") se ven cortadas en seco, en cuanto la señora Quickly avisa de la llegada del señor Ford.

Cuando el enojado Ford y sus amigos aparecen con la pretensión de pillar a Falstaff con las manos en la masa, se esconde primero detrás de una pantalla y luego las damas esconden al caballero en la canasta. Mientras tanto, Fenton y Nannetta se han escondido detrás de la pantalla. Al regresar de su búsqueda de Falstaff, los hombres oyen un beso detrás de la pantalla. En lugar de encontrarse con Falstaff, Ford descubre a su hija Nannetta besándose con Fenton. Ford le ordena que se vaya, y mientras tanto Falstaff se ha estado quejando de que él está sudando demasiado dentro de la canasta. Cuando los hombres de nuevo emprenden la búsqueda, las mujeres ordenan que tiren el canasto a una zanja, a través de la ventana, entre medio de las risas de todos los presentes.

Acto III

Cuadro I Exterior de la taberna. En un estado de ánimo sombrío, Falstaff maldice el lamentable estado del mundo. Sin embargo, un ponche caliente de vino y especias mejora su ánimo. Alice revela al marido la verdad y todos - varones y mujeres - se confabulan para jugarle a Falstaff una última y espectacular burla: la comadre Quickly acusa a los criados de lo que le había ocurrido y lo convence a encontrarse en una segunda cita con Alice y Meg, a medianoche, en el parque Herne's Oak, vestido como Herne el Cazador, esto es, el Cazador Negro. Aunque al principio duda, Falstaff promete ir. Entra en la casa con la señora Quickly, y los hombres y las mujeres planean su castigo. En el reparto de roles, a Nannetta le toca la Reina de las hadas, y el padre pretende aprovecharse de la confusión para desposarla con el viejo Dr. Cajus; mientras explica en voz baja al doctor, indicándole también el traje que deberá usar, es oído por casualidad por Mrs. Quickly, que inmediatamente advierte a la joven.

Cuadro II Herne's Oak en el parque de Windsor a medianoche, a la luz de la Luna. Fenton llega al roble y canta sobre su felicidad (Dal labbro il canto estasiato vola / "De mis labios, sale volando mi canción de éxtasis") acabando con "Labios que son besados no pierden nada de su atractivo". Entra Nanetta para acabar el verso con "De hecho, lo renuevan, como la luna". Las mujeres llegan y disfrazan a Fenton como un monje, diciéndole que han arreglado las cosas de manera que harán fracasar los planes del doctor Caius. Nanetta, interepretando el papel de Reina de las Hadas, instruye a sus ayudantes (Sul fil d'un soffio etesio / "En brazos de una brisa fragante...") antes de que todos los personajes lleguen a escena..

Pero el encuentro galante de Falstaff con la señora Ford se ve interrumpida por el anuncio de que se acercan las brujas, y los hombres, que están disfrazados como elfos y hadas. Disfrazados de criaturas fantásticas, todos los habitantes de Windsor envuelven al seductor, mientras una ronda de hadas y duendes (los niños de Windsor) lo atormenta y lo incita a confesar sus pecados. Finalmente Falstaff reconoce al sirviente Bardolfo y comprende que ha sido engañado una vez más, pero reconoce que ha recibido lo que se merecía.

Ford anuncia que se va a llevar a cabo una boda (una segunda pareja "por coincidencia" pide que se les case en aquel momento también) y el doctor Caius se encuentra con que, en lugar de Nannetta, se ha casado con Bardolfo que está vestido con el mismo disfraz de Reina de las Hadas que Nanetta y Ford sin pretenderlo ha casado a Fenton y Nannetta. La ópera así finaliza con alegría: Ford se resigna y consiente el matrimonio de Nannetta y Fenton e invita a todos a una cena; y Falstaff, encantado con el hecho de no ser el único engañado, proclama en una fuga, que todo el mundo canta, la moraleja de la historia: «Todo en el mundo es burla» (Tutto nel mondo è burla... Tutti gabbati! / "Todo en el mundo es burla.. ¡Todos engañados!").

Fuente