Farcimen
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Farcimen (Troschel, 1847), género endémico de Cuba de molusco terrestre. Los farcimen son conocidos como “los topos de la hojarasca” ya que los ojos de los caracoles se sitúan en el lado externo de la base de los tentáculos, el lugar idóneo para su condición de “topos” a la hora de moverse entre la hojarasca o la tierra húmeda.
Descripción
El género Farcimen pertenece a la familia Megalostomidae que junto con Neocyclidae, restringida al oriente cubano, son las dos familias de Cyclophoridos (orden Architaenioglossa) del archipiélago cubano o lo que es lo mismo, los mesogastrópodos más primitivos de nuestra malacofauna, en los que ya no existe branquia en la cavidad paleal que hace las veces de pulmón.
Su rádula es tenioglossa con un diente lateral y dos marginales a cada lado del diente medio, el sistema nervioso está poco concentrado y en el sistema reproductor el receptáculo seminal y la bolsa copulatriz están individualizados, aunque con una diferencia entre las dos familias, en Poteridae, el receptáculo seminal y la bolsa copulatriz desembocan en el útero a través de un conducto común, y en Megalostomidae los hacen de forma independiente.
Descripción por especies
La concha de los farcimen tiene forma más o menos ovoide, con la abertura circular y bien cerrada por un opérculo córneo, delgado y multiespiral que, en sólo dos especies, Farcimen bartschi (Alcalde, 1945), y Farcimen magíster (Torre y Bartsch, 1942), de Cienfuegos y Sancti Spíritus respectivamente, muestra láminas de la espira interrumpidas y protuberantes.
La superficie de las conchas de los farcimen puede carecer de escultura, con un aspecto prácticamente liso o presentar tenues costillas axiales acompañadas o no, con líneas espirales e, incluso, toda la superficie puede estar densamente punteada. En su mayoría las conchas son sólidas, aunque hay excepciones como Farcimen superbum (Torre y Barsth, 1942), cuya concha es translúcida y de aspecto ambarino.
El peristoma está siempre engrosado y por lo general reflejado, alcanzando este carácter su máxima expresión en la especie que acabamos de citar. El color del cuerpo de los animales suele ser rosado o naranja (Farcimen ungula (Poey, 1856)), o tener tintes violáceos, unas veces oscuros (Farcimen subventricosum (Torre y Bartsch, 1942)) y otras muy pálidos (Farcimen yunquensis (Torre y Bartsch, 1942)) con los tentáculos coloreados en todas las tonalidades posibles de la gama que va desde el naranja pálido al rojo intenso. La coloración de la concha es también variable, desde el crema claro, casi blanco, al castaño oscuro, pasando por el naranja y por distintas tonalidades del pardo.
Muchas veces el diseño es bicolor, con la última vuelta mucho más oscura (morada) que las demás (Farcimen imperator (Alcalde, 1945); Farcimen cisnerosi (Alcalde, 1945); Farcimen obesum (Torre y Bartsch, 1942); Farcimen subventricosum), y en otras ocasiones, justo al revés (Farcimen camagueyanum (Torre y Bartsch, 1942)). Farcimen obesum es de las especies más fáciles de identificar, debido a su excesivo grosor. Su distribución comprende numerosas localidades de Villa Clara y Sancti Spíritus. La mayor parte de las especies de farcimen son de tamaño mediano (20 a30 mm). Sólo dos, Farcimen bituberculatum (Sowerby, 1850) y Farcimen imperator llegan a los 40 mm, y sólo una supera los 50 mm, Farcimen majuscula (Alcalde, 1945).
Farcimen bituberculatum es una especie muy variable, con cinco subespecies distribuidas por distintas localidades de Sancti Spíritus, y su característica común es la presencia de punciones diseminadas por toda la concha de manera irregular, mientras que en Farcimen imperator, de tamaño similar y también específico de Sancti Spíritus, la escultura se vuelve punteada a partir de la antepenúltima vuelta. De Farcimen majusculum, el gigante de nuestros topos de la hojarasca, se han descrito tres subespecies distribuidas por las formaciones montañosas de Cienfuegos.
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En el extremo opuesto, en cuanto a tamaño, hay algunas especies de Farcimen cuyas conchas no alcanzan los 20 mm, todos con distribución reducida o microlocalizada y ausencia de subespecies; es el caso de Farcimen arangoi (Torre y Bartsch, 1942), conocido sólo de La Caja, Pinar del Río; Farcimen rocai (Torre y Bartsch, 1942), de las Cabezadas del Caracusey, Cortinas de Corengue y Veguetas de Buenos Aires, Sancti Spíritus; Farcimen torrei (Guitart, 1936), de los márgenes del río Manajanabo y Farcimen yunquense, exclusivo del Yunque de Baracoa en Guantánamo.
Por el número de subespecies descritas destacan Farcimen auriculatum (D’Orbigny, 1842) y Farcimen ungula (Poey, 1856), con nueve en cada una; en Farcimen auriculatum las subespecies se concentran en Cienfuegos, mientras que Farcimen ungula ocupa las provincias orientales. Les siguen en importancia Farcimen seminudum (Poey, 1854), y Farcimen subventricosum (Torre y Bartsch, 1942), con 8 subespecies en cada caso.
Además de ser un reflejo de variabilidad, este gran número de subespecies es una muestra real de los posibles procesos de especiación que están teniendo lugar en la Isla, plagada de barreras naturales, imperceptibles al ojo humano, pero insuperables para las poblaciones de estos caracoles.
Hábitat
El género Farcimen está ampliamente distribuido por toda la isla de Cuba con 33 especies reconocidas, es uno de los mejores ejemplos de caracoles cubanos con preferencias terrícolas ya que suelen encontrarse en zonas umbrías, al abrigo de la vegetación, ocultos bajo montículos de hojarasca, enterrados en sustratos húmedos, bajo las piedras, siempre en lugares donde hay las condiciones idóneas de humedad que garanticen el crecimiento de los hongos cuyo micelio es la base de su alimentación; esa vida terrícola hace que se pueden encontrar, fuera del medio natural, en las raíces de los cultivos en los hidropónicos y en otras plantaciones agrícolas.
Si buscáramos el hábitat idóneo para nuestros “topos de la hojarasca”, este sería un lugar donde las hojas muertas desprendidas de los árboles se acumulen y degraden lentamente, mezcladas con otros detritus húmedos. Allí, ocultos bajo esa capa protectora, esperan las fuertes lluvias y sobre todo la llegada de la noche para abandonar su refugio y moverse por las piedras y los troncos de los árboles, aunque siempre a baja altura, en el obligado ejercicio de sus funciones vitales.
Lista de especies
- Farcimen alutaceum (Menke in Pfeiffer, 1846)
- Farcimen arangoi (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen auriculatum (D’Orbigny, 1842)
- Farcimen bilabiatum (Alcalde, 1945)
- Farcimen bituberculatum (Sowerby, 1850)
- Farcimen camagueyanum (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen cisnerosi (Alcalde, 1945)
- Farcimen guanense (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen guitarti (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen gundlachi (Pfeiffer, 1856)
- Farcimen hendersoni (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen imperator (Alcalde, 1945)
- Farcimen jaumei (Alcalde, 1945)
- Farcimen leoninum (Pfeiffer, 1856)
- Farcimen majusculum (Alcalde, 1945)
- Farcimen mani (Poey, 1851)
- Farcimen najazaense (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen obesum (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen procer (Poey, 1854)
- Farcimen pseudotortum (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen rocai (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen seminudum (Poey, 1854)
- Farcimen subventricosum (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen superbum (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen torrei (Guitart, 1936)
- Farcimen tortum (Word, 1828)
- Farcimen ungula (Poey, 1856)
- Farcimen ventricosum (D’Orbigny, 1842)
- Farcimen vignalense (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen wrighti (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen yunquense (Torre y Bartsch, 1942)
- Farcimen bartschi (Alcalde, 1945)
- Farcimen magíster (Torre y Bartsch, 1942)
Fuentes
- Libro “Moluscos terrestres de Cuba” de los autores José Espinosa Sáez, Jesús Ortea Rato y Julio A. Larramendi
- www.ecosis.cu
