Felipe Espinola Travieso
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Felipe Espinola Travieso. Mártir, luchador y revolucionario cubano que peleó en la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba y fue fusilado por los colonialistas españoles.
Sumario
Síntesis biográfica
Primeros años
Nació el 24 de enero de 1871 en Bolondrón, Matanzas. Era descendiente de esclavos. Desde muy pequeño fue llevado a Matanzas. Cursó los estudios primarios en la barriada de Pueblo Nuevo, donde también recibió el ejemplo patriótico de Martín Morúa Delgado.
Trayectoria revolucionaria
Llegó a ser dirigente de los estibadores del río San Juan, y también de los tabaqueros, por lo que se le considera como uno de los pioneros de la lucha sindical en Matanzas. Una vez estallada la Guerra Necesaria se desempeñó como Enlace Principal y Jefe de Abastecimiento de las tropas del General Pedro Betancourt, servicios que le valieron el grado de Teniente del Ejército Libertador.
Trayectoria cultural
Se destacó como promotor de la cultura. Dirigió una de las primeras bandas de rumba en Matanzas, formando parte de la agrupación La Lira de Oro como poeta o tonista, en 1890. Participó en varios festejos carnavalescos al frente de una comparsa conocida por una paloma, muy famosa en la sociedad matancera de su época. También era ñáñigo.
Muerte
Fue fusilado el 21 de agosto de 1896, víctima de una delación de un importante alijo de armas y municiones que transportaría a la loma de La Herradura, aprovechándose de las celebraciones carnavalescas del momento para no ser descubierto. Las autoridades coloniales españolas lo mantuvieron preso durante un tiempo en el Castillo de San Severino y luego lo fusilaron frente a la bahía de la ciudad, en la zona de lo que hoy es el Paseo de Martí.
Durante su estancia en prisión su madre lo visitó y le comunicó que le imploraría a las autoridades coloniales la conmutación de la pena de muerte a la que lo habían sentenciado, a lo que Espinola contestó enérgicamente: Usted no tiene que hablar con ellos, lo que ruego es que me traigas para ese momento un pantalón azul y una camisa blanca, el rojo de mi sangre completaría los colores de la bandera por la que muero".
Fuentes
- Periódico Granma, 22 de enero de 2002
- Documentos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Matanzas.
