Fenol en miel

Fenol en miel
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Concepto:Procede principalmente de exudaciones de las partes vivas de las plantas o presentes en ellas.

Fenol en miel. Es un compuesto aromático incoloro o levemente rosado cuando se encuentra como sólido cristalino, que presenta un olor "agridulce" característico.

Historia

En las primeras décadas de 1800, el fenol fue utilizado para el tratamiento de heridas como cicatrizante hasta que comenzaron a observarse efectos tóxicos sobre los pacientes.

El fenol es actualmente utilizado en ela industria de la producción de hidrocarburos, explosivos, textil, para la fabricación de resinas, tambieén lo usan en las maderereras como preservante y en menor medida en la industria farmacéutica como diluyente.

Efectos tóxicos

Los efectos tóxicos del fenol se pueden dividir en agudos y crónicos. Los agudos son los producidos por la ingestión de una dosis muy elevada de fenol; y los crónicos, los producidos a largo plazo por la ingestión de dosis mínimas del compuesto pero de manera sostenida a lo largo del tiempo.

El Fenol y el laboratorio

El fenol se encuentra en la miel en concentraciones del orden de las partes por billón (ppb) o sea microgramos de fenol por kilogramo de miel; el SENASA exige que el contenido de fenol de las mieles sea inferior a 300 ppb y generalmente no superan los límites aunque en nuestro laboratorio hemos detectado muestras con contenidos por encima del permitido y, en ocasiones aisladas, con niveles muy superiores tales como 1500 ppb y hasta alrededor de las 3000 ppb. Estos últimos valores tan elevados, que no se dan habitualmente, son perjudiciales para la salud especialmente para la de los niños pequeños y de los ancianos que son las personas a las que más les afecta la ingestión de este tipo de compuesto químico.

En los laboratorios se utiliza la técnica de HPLC para la determinación del fenol porque es una técnica muy sensible. Dado que algunos compradores de miel exigen valores mucho menores a los exigidos por el SENASA (por ejemplo en Alemania el límite permitido es de 50 ppb como máximo), esta técnica se ajusta a dichos requerimientos. Según experiencia es muy difícil hallar mieles que contengan menos de 40 ppb de fenol y entre un 25 –35 % de las mieles analizadas están en un rango de 100 - 300 ppb, mieles que según SENASA son aptas y según lo exigido por los importadores Alemanes.

En la determinación cromatográfica se realiza una extracción con solvente orgánico de la Miel y posteriormente al extracto orgánico se lo re-extrae en medio acuoso, aprovechando las propiedades ácido-base del fenol que pasa al medio acuoso, y este último extracto acuoso es el que se inyecta en el equipo de HPLC.

Los resultados se obtienen de la interpretación de los cromatogramas correspondientes, comparados con muestras adicionadas con fenol patrón e interpolados en una curva de calibración realizada con mieles adicionadas con concentraciones conocidas de fenol patrón.

Llegada del fenol a la miel

La llegada de fenol a la miel es un tanto controversial ya que en un primer momento se suponía que se desprendía de los ahumadores usados por los apicultores como repelentes para las abejas al momento de la cosecha, que contenían ácido fénico; pero se ha observado que apicultores que ya no usan dicho compuesto para los ahumadores seguían teniendo niveles un tanto elevados de fenol en sus mieles. Por lo tanto se comenzó a sospechar de los tambores afirmándose en su momento, que estos eran horneados a menor temperatura y tiempo del adecuado para fijar el barniz sanitario que los recubre interiormente y por lo tanto al llenarse los tambores con la Miel y una vez cerrados, el fenol que es un compuesto volátil, difundiría hacia la miel.

Por último hay una tercer y novedosa teoría sobre esta contaminación que de comprobarse sería revolucionaria y que está desarrollada en un artículo publicado en el Boletín El Colmenar de la Sociedad Argentina de Apicultura (SADA).

Esta teoría plantea que el fenol es un componente natural en algunos tipos de mieles. Esto fue propuesto por un grupo de científicos alemanes sobre un estudio realizado sobre mieles silvestres de origen neozelandés que eran biocertificadas o sea que no fueron utilizados productos químicos en las colmenas, además la legislación neozelandesa considera ilegal el uso de fenol como producto químico para la apicultura.

De todos modos los resultados obtenidos de los análisis de las muestras, que fueron tomadas según un estricto plan de muestreo y bajo los recaudos de seguridad correspondientes, dieron valores superiores a los permitidos.

Véase También

Fuente