Focha común
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Focha común. Ave terrestre y nidífuga, del orden de los Ralliformes (familia Rallidae),
Sumario
Otros nombres
Conocido por diferentes nombres: Inglés: Coot, en Francés: Foulque macroule, en Alemán: Blässhuhn.
Hábitat
El hábitat de preferencia son las zonas de aguas tranquilas, con cierta profundidad y con abundante vegetación palustre donde nidificar y esconderse. Sin embargo no es una especie exigente y puede encontrarse en lagunas salobres, marismas, embalses, lagos de montaña o ríos.
Distribución geográfica
Ha colonizado casi todas las regiones de Europa, salvo las más septentrionales, así como buena parte de las de Asia, del Norte de África y de Australia. Algunos archipiélagos de la [[Macaronesia, tales como las Azores o las Canarias, cuentan también con una población sedentaria de estos sociables animales. Los ejemplares que habitan en el Norte y Este de Europa emigran durante el otoño, en octubre o noviembre, hacia regiones ubicadas más al SO, volando en bandadas muy nutridas, y establecen sus estaciones de invierno en los lagos, lagunas, ríos y aguas costeras de Europa occidental y del Mediterráneo. Muchos de ellos se desplazan a regiones aún más meridionales, reforzando durante la estación de los fríos la población establecida en Canarias. En primavera las bandadas inician el regreso a sus territorios de anidada, llegando a partir de marzo a sus zonas de reproducción.
Descripción
- Tamaño: ave de casi dos palmos de longitud (38 cm).
- Coloración: Su plumaje es enteramente negro –pizarra en el cuerpo y azabache en la cabeza- y se la reconoce fácilmente por su pico y escudete frontal blancos. Los ejemplares jóvenes exhiben un plumaje más pardusco, mostrando garganta y peto de color blanco.
- Pico: fuerte con escudete frontal ambos de color blanco.
- Patas: largas con [[dedos lobulados. Palustres, nadan bien pero tienen un vuelo débil.
- Longevidad: Pueden alcanzar fácilmente los 10 o 12 años, y excepcionalmente se han comprobado edades muy superiores.
- Buena nadadora, se sumerge frecuentemente en busca de alimento, pudiendo hacerlo a más de 7 m de profundidad si lo precisa, y por un período de, en ocasiones, hasta casi 30 s. Como adaptación al medio acuático en que vive, la focha tiene los dedos festoneados, es decir rodeados de membranas, cuyo objeto es suplir la función de las palmas. Cuando nada, balancea rítmicamente la cabeza y el cuello.
Vuelo y canto
En el vuelo se muestra rápida, pero para alzarlo debe realizar primero una corta “carrera de despegue” sobre la superficie del agua. Ésta es la única manera que tiene de lograr la circulación de aire suficiente que precisa para generar la fuerza sustentadora que habilita su despegue y la sostiene, luego, en el aire. Sus voces son un “quiauc-quiauc” alto y breve y un “cauc” agudo
Alimentación
Se alimenta de la vegetación acuática (de sus semillas y partes verdes), sumergiéndose para arrancarla del fondo. También aprovecha los nutrientes que la vegetación flotante le aporta. No obstante, en ocasiones devora animales invertebrados e, incluso, pequeños vertebrados, tales como renacuajos y pececillos.
Reproducción y cuidado de las crías
Estas fochas regresan, reunidas en gruesas bandadas, a sus territorios de anidada a partir de marzo, dando con ello inicio a su período de cría. Si bien son aves sociables, durante la época de celo se agrupan por parejas, aislándose unas de otras y compitiendo enconadamente entre sí en pos de los lugares más apropiados o convenientes para sostener a su progenie, en adelante, llevarán una vida discreta en medio de los cañaverales.
Nido
Los nidos los construyen ambos progenitores, haciéndolo normalmente sobre el agua, a alguna distancia de las orillas, aunque en ocasiones lo disponen en tierra. Para ello emplean los juncos y cañas que el medio les ofrece, así como ramas y hierba. Este nido será reutilizado por la misma pareja los años subsiguientes. El número de puestas oscila entre uno o dos por temporada, siendo la media de cinco a nueve huevos por puesta. En Canarias, el período de cría de la focha común es más extenso, prolongándose desde diciembre hasta agosto, y resultando normales, al menos, dos puestas por temporada. La puesta normal de la focha canaria comprende entre seis y ocho huevos.
Huevos y polluelos
Los huevos son incubados por los dos progenitores, que se alternan en la tarea durante un período de veintiuno a veinticuatro días. Son grises amarillentos, luciendo gran cantidad de puntitos negros. Los polluelos son nidífugos y recién nacidos exhiben plumaje de color rojo en la cabeza, plumaje que desaparece al cabo de dos o tres semanas. El padre y la madre se reparten por igual el cuidado de los pequeños, que no están en disposición de volar hasta los dos meses de edad. Cuando la madre pone una segunda nidada, el padre asume la tarea de cuidar y criar solo a los polluelos de la primera.
La mortandad de los polluelos es elevada. En Canarias, a lo que parece, sólo se emancipan 1 o 2 de los pollos de cada puesta. El resto, en buena medida, son devorados por gaviotas y otros depredadores de ocasión.
Desplazamientos y migraciones
Se comporta como migradora parcial. Durante la estación desfavorable las poblaciones norteñas se desplazan hacia el sur, llegando a nuestras latitudes (marismas del Guadalquivir, delta del Ebro) e incluso a África. En la Península solo realizan movimientos dispersivos tras la reproducción.
