Fortaleza de Els Vilars

Fortaleza de Els Vilars
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Obra Arquitectónica  |  (Fortaleza)
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Vista aérea de la fortaleza
Descripción
Tipo:Fortaleza
Localización:La fortaleza de Els Vilars se encuentra en el término municipal de Arbeca, Provincia de Lérida, Bandera de España España
Uso inicial:Sistema defensivo
Uso actual:Conjunto histórico-arqueológico
Datos de su construcción
Inicio:siglo VIII a.n.e.
Otros datos
Premios:Patrimonio Histórico Español

Fortaleza de Els Vilars se sitúa en el área meridional de la Cataluña occidental (España), concretamente en el sector oriental de la depresión del Ebro y en el extremo nordeste del actual municipio de Arbeca, provincia de Lérida. El yacimiento se ubica en unos 300 m. sobre el nivel del mar en una zona llana formada durante el Cuaternario a partir de la acumulación aluvial del río Curvo, afluente del Segre, y el Aixaragall hoy una acequia, que constituye el límite septentrional del asentamiento.

Constituye un conjunto arqueológico excepcional, especialmente por lo que respeta a su sistema defensivo, único en el panorama peninsular y europeo en esta época, así como por la posibilidad de una metalurgia del hierro local, permitiendo analizar y estudiar el proceso iniciado en esta época que acabará llevando a la iberización.

Historia

La fortaleza de Els Vilars fue construida en la Edad de hierro, a inicios del siglo VIII a.C., y tiene una importancia excepcional para el conocimiento de los sistemas de fortificación de la primera edad del Hierro en Europa. Su edificación, casi 200 años antes que los griegos desembarcasen en Ampurias, abre unas perspectivas inéditas e inimaginables al conocimiento de las poblaciones preibéricas y, por tanto a la comprensión del nacimiento y desarrollo de la propia cultura ibérica.

Su cronología abarca desde la Primera Edad de hierro hasta época ibérica (s. VIII a.C. - s. IV a.C.), dividiéndose en cinco fases:

Las dos primeras (Vilars 0 y I) corresponden a los Campos de Urnas y se inscriben dentro de la fase GSC IV mientras que las tres últimas corresponden a la ocupación ibérica. Esta cronología tan antigua puede resultar controvertida pero es confirmada por las dataciones por C14 y AMS que, incluso, la calibración sitúa a finales del siglo IX a.C.

Por contra, el poblado fue abandonado a mediados del siglo IV a. C. según las producciones cerámicas de barniz negro y las piezas de vajillas de lujo de origen ático. El abandono sería paulatino ya que no hay evidencias de violencia ni catástrofes como incendios puesto que el recinto no fue destruido sino que simplemente se deshabitó, quizá por el agotamiento de los campos más cercanos. También es cierto que el sistema defensivo, que en los primeros siglos habían sido la razón de ser del asentamiento, se convirtió en época ibérica en un obstáculo para el desarrollo urbanístico del poblado que exigía más espacio (calles más anchas, casas más complejas y espaciosas) y una mayor diversificación del espacio en función de las nuevas necesidades sociales y productivas de todo tipo.

El yacimiento fue descubierto en 1975 mientras que las primeras intervenciones corresponden a los años 1985-86, cuando una parte de las fases ibéricas ya se habían arrasado por los trabajos agrícolas. A partir de 1987 se inician las excavaciones programadas, siendo un proyecto a cargo del GIP de la Universidad de Lérida. En 1998 el yacimiento fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña.

Sistema defensivo

Consta de 4 elementos: la muralla, las torres, el campo impaciente y el foso.

La muralla consta de cuatro muros paramentados por los dos lados, el primer muro se construyó con piedra mientras que el segundo con zócalo de piedra y alzado de adobe. Su longitud es de 172 m., la anchura tiene entre 5 y 5,5 m. y se supone una altura de entre 4 y 5 m.

La muralla estaba reforzada por 14 torres cuadrangulares, 13 de la Primera Edad del Hierro y una del ibérico antiguo. Estaban construidas con piedra y tierra (en un caso con alzado de adobe) y se distribuían en la muralla regularmente cada 10 - 14 m.

El campo friso es el elemento más emblemático y está constituido por piedras clavadas en el suelo y acuñadas con piedras pequeñas constituyendo una barrera de losas en el portillo en la parte superior de la escarpa del foso. Se documenta un primer foso ataludado del que se conoce poco por la construcción de otro foso durante Vilars III (finales del siglo V a.C.) a costa de él, que había ido llenándose de tierra con el tiempo. El segundo foso tendría 13 m. de ancho y 4 de hondo, rodearía toda la fortaleza y estaría reforzado en su lado más próximo a la muralla con un muro de paramento regular y vertical.

Producción metalúrgica

Se destaca un horno de inicios del siglo VIII a.C. localizado en una de las casas del barrio sur y donde se encontraron restos de mineral de hierro en estado puro lo que sugiere uno de los primeros ensayos siderúrgicos del nordeste peninsular. De hecho, la actividad metalúrgica se documenta en todas las fases a partir de la presencia de escorias de hierro y de estructuras de combustión.

De esta manera, en época ibérica antigua el proceso de producción metalúrgica está ilustrado por un horno destinado a la forja, escorias de hierro y el pico-hacha (dolabre) aparecidos en la misma vivienda.

Véase también

Bibliografía

  • ALONSO, N. et alt. (2005): Arbeca: la fortalesa dels Vilars, Museo de Arqueología de Cataluña, Barcelona.
  • ZAMORA, M. (eds): El caballo en la Antigua Iberia: estudios sobre los équidos en la Edad del Hierro, Real Academia de la Historia, Madrid.
  • ROVIRA, M. C. (1997): “Uso y manipulación del metal en el asentamiento protohistórico de Els Vilars (Arbeca, Lleida): los materiales de cobre y bronce”, Arqueologia de Ponent, nº 7, 213 – 227.