Fuente de Sol (World of Warcraft)

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Sunwell
Fuente de Sol
Información sobre la plantilla
Manantial de poder místico de World of Warcraft
Fuente de Sol.jpg
Creador (es):Blizzard Entertainment
Información
Otros nombres:Pozo del Sol
Localización:Quel’Thalas
OrigenCreado a partir de un vial de agua del Pozo de la Eternidad
UsoProveer de fuente de poder a los Elfos nobles

El Sunwell (lore o historia original), Pozo del Sol (Warcraft III y cómic) o Fuente de Sol (World of Warcraft), es un manantial de poder místico localizado en Quel’Thalas perteneciente al Mundo de Warcraft creado por la compañía de videojuegos Blizzard Entertainment. Fue creado a partir de un vial de agua del Pozo de la Eternidad y usado por los Elfos nobles durante cuatrocientos años hasta que Arthas lo usó para resucitar a Kel’Thuzad. Este hecho corrompió el pozo rompiendo la conexión que los elfos tenían con su poder. Tras el regreso del Príncipe Kael’thas, que se encontraba en Dalaran cuando su patria fue atacada, la fuente fue destruida por el propio Kael’thas, algo que salvó a los Elfos nobles de morir envenenados por las energías oscuras que brotaban de él.

La energía restante pudo ser salvada a través de un avatar llamado Anveena Teague. Más tarde, Kael’thas intentó invocar a Kil’jaeden en Azeroth a través de la Fuente usando los poderes de Anveena pero sus planes se frustraron y el Profeta Velen, usando la última chispa de M’uru volvió a dar vida al pozo y a restaurar los poderes de los elfos.

La Fuente del Sol quedó restaurada y ahora es considerada un lugar sagrado para los ciudadanos de Quel’Thalas. La entrada a extranjeros ni siquiera está permitida a menos que cuente con el permiso personal de Halduron Alasol.

En World of Warcraft, la Fuente del Sol aparece en la Meseta de la Fuente del Sol, una mazmorra de nivel 70 localizada en la Isla de Quel’Danas.

Historia

Pozo del Sol

La Fuente del Sol es un manantial de poder místico que convergía todas las energías de Quel’Thalas. Fue creado por los Elfos nobles a partir de viales de agua del Pozo de la Eternidad que fueron robados del mismo antes de ser expulsados de Kalimdor.

Las potentes energías arcanas alimentaron y fortalecieron a todos los Elfos nobles de Azeroth. A medida que el poder de los elfos crecía, también lo hacía el de su civilización. Se fundó la ciudad de Lunargenta y se conjuró un encantamiento para que el Bosque Canción Eterna viviera siempre en un estado primaveral. Los magos elfos colocaron runas en los límites de Quel’Thalas para evitar que las energías de la Fuente fueran captadas por los demonios de la Legión Ardiente y protegieron a su reino de amenazas exteriores proporcionando cientos de años de paz.

Durante ese tiempo, las energías de la Fuente alimentaron la magia de los Elfos nobles. Su inacabable poder les dio un suministro permanente que permeaba en su piel y los infundía de magia arcana. Durante generaciones los elfos cuidaron y mantuvieron la Fuente beneficiándose de sus poderes incluso aunque se encontraran en el límite del territorio de su tierra natal.

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Durante la Tercera Guerra, el caballero de la muerte Arthas Menethil asaltó Quel’Thalas masacrando a la mayoría de su población y reduciendo el poderoso reino elfo a cenizas. La razón fue la necesidad de usar la Fuente del Sol para resucitar a Kel’Thuzad, sin embargo no se consiguió esta tarea sin ayuda desde dentro.

Hubo un elfo noble llamado [[Dar’Khan Drathir que con la esperanza de ganarse el favor del Rey Exánime ayudó a Arthas a debilitar las defensas que rodeaban la Fuente del Sol. Sin embargo sus tretas dieron como resultado una explosión que lo dejó fuera de combate y disipó parte del poder de la Fuente.

La Fuente del Sol antes y después de ser corrompido

Con Lunargenta en ruinas, Arthas marchó triunfante hacia la Fuente del Sol y devolvió a Kel’Thuzad de nuevo a Azeroth. Este acto impuro contaminó la Fuente y parte de Quel’Thalas donde además quedaron vagando gran parte de los ejércitos de la Plaga. La batalla había provocado bajas importantes para los elfos, sobre todo la de su anciano Rey Anasterian, el Concilio de Lunargenta y la General Sylvanas. A pesar de que Lor’themar Theron quedó al cargo del reino, no fue hasta la vuelta del Príncipe Kael’thas, que había permanecido en Dalaran mientras se producía el ataque a Quel’Thalas, cuando los elfos volvieron a sentir esperanza en el futuro.

Kael’thas pronto se dio cuenta que el mayor peligro para su pueblo no era la Plaga sino la Propia Fuente del Sol que se había corrompido y sus energías contaminadas estaban siendo absorbidas por los elfos. Sin mucho tiempo para actuar, viendo que las energías nigrománticas podrían acabar con la vida de los supervivientes y extender una incalculable cantidad de veneno que destruiría su tierra para siempre, Kael’thas llegó a la dolorosa conclusión que la Fuente del Sol, el corazón de su sociedad, debía ser destruida.

Su plan cambiaría el destino de su gente pero les salvaría. Con la ayuda de poderosos magos, Kael’thas destruyó la Fuente aunque sus energías benignas no se perdieron completamente. Un mago llamado Borel (que era realmente el dragón rojo Korialstrasz) reunió las energías de la Fuente que se habían dispersado y les dio la forma de una joven humana llamada Anveena Teague a la que ocultó de miradas extrañas.

La destrucción de Quel’Thalas y de la Fuente del Sol supuso un cambio de rumbo de los Elfos nobles que pasaron a llamarse los sin’dorei, o elfos de sangre para no olvidar nunca a que cayeron defendiendo su nación. Pero no acabó aquí el sufrimiento de los elfos. La ausencia de la magia de la Fuente produjo que su pueblo padeciera una gran necesidad de consumo de magia que no poseía lo que les llevó a comprender que se habían vuelto adictos a ella y que la necesitaban para sobrevivir. Con el paso del tiempo, los elfos cayeron enfermos y tanto los más jóvenes como los más ancianos, murieron.

Portada de uno de los Comics nombrado El Pozo del Sol

Sediento de venganza, Kael’thas y sus guerreros iniciaron una campaña contra la Plaga en Lordaeron mientras Lor'themar y Halduron permanecieron en Quel’Thalas. Kael’thas ayudado por los naga llegó a Terrallende donde Illidan le prometió una cura para su hambre de magia. La mayoría de elfos se quedó en Terrallente y Rommath fue enviado de vuelta a Lunargenta con un mensaje de esperanza sobre una nueva tierra prometida y el regreso de Kael’thas para llevar a su pueblo hacia la reconstrucción de su antigua gloria.

Trilogía del Pozo el Sol

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Meses más tarde, Dar’Khan el traidor – ya como un poderoso miembro de la Plaga – regresó a Quel’Thalas. Allí luchó contra el avatar de la Fuente del Sol, Anveena, y un grupo de héroes que contaban con la ayuda del [[dragón azul] Kalecgos entre otros. Anveena fue capaz de derrotar a Dar’Khan ay liberar la energía de la Fuente, devolviendo a la vida al bosque que había sido destruido por la Plaga. También decidió quedarse en la ciudad en ruinas junto a Kalecgos, protegida por un escudo mágico supervisado por Lor’themar Theron. La identidad de Anveena, así como su poder, quedó en secreto.

La restauración de la Fuente

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La Fuente del Sol durante el intento de convocar a Kil'jaeden

Tras la derrota de Illidan en Terrallende, Kael’thas - rebosante del poder que había conseguido en las Forjas de Maná de Tormenta Abisal - regresó finalmente a Quel’Thalas, prometiendo la liberación de su pueblo. Para tal fin, tuvo que secuestrar a Anveena ya que su exposición a magia vil lo había vuelto muy inestable y necesitaba un gran poder para invocar a su nuevo maestro, Kil’jaeden en Azeroth. Kael trató de abrir un portal dimensional en el mismo centro de la Fuente sin embargo los aventureros de Azeroth con la ayuda de Anveena que sacrificó su vida, impidieron que el comandante de la Legión no pudiera manifestarse completamente y pudieron derrotarlo.

La lucha contra el demonio dejaron de nuevo a la Fuente sin poder. Sin embargo Velen usó a M’uru el naaru para prender la chispa que volvió a encender la Fuente del Sol. Esto devolvió la 'fuente de poder' a los elfos de sangre. La nueva Fuente del Sol ahora poseía los poderes de la magia arcana de antaño más los poderes de la Luz de M’uru.

Estado actual

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La Fuente del Sol sigue tomando protagonismo durante la cadena de misiones de la espada élfica de Quel’Delar. El acceso a La fuente ha sido restringido por orden de Halduron Alasol que permite a los aventureros una vez que el espíritu de Thalorien Buscalba - el portador original de Quel’Delar - da su bendición. Lor'thermas y Rommath se encuentran junto a la Fuente acompañados de Lady Liadrin y varios elfos de sangre peregrinos e incluso Elfos nobles como Auric Cazasol.

Si el aventurero no es un elfo de sangre, Quel’Delar se sumerge en La Fuente del Sol y Lor'themar le da la gracias por revolverlo a sus legítimos dueños. Sin embargo el aventurero intenta reclamarlo y es inmovilizado y acusados de traidores. Auric interviene opinando que Quel’Delar debe escoger su propio portador por lo que Rommath pide a los guardias que se alejen y ordena al jugador que se aleje con la espada si no va a dejársela a los elfos.

Si el aventurero es por contra un elfo de sangre, la situación cambia. Lor'themar simplemente observa cómo es sumergida en la Fuente del Sol y tanto él como Rommath confirman su autenticidad. El jugador es considerado un héroe por los sin’dorei y todos tienen palabras de agradecimiento hacia él. Rommath da instrucciones para que se envíe la espada al archimago Aetheas, y finaliza clamando que los elfos de sangre siempre se levantaran contra sus enemigos.

Véase también

Fuentes