García Mercadal

García Mercadal
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NombreJosé García Mercadal
Nacimiento2-1-1883
Zaragoza, Bandera de España España
Fallecimiento31-12-1975
Madrid, Bandera de España España

García Mercadal (Zaragoza, 2-1-1883 - Madrid, 31-12-1975). Fue periodista y escritor, trabajador incansable con la pluma, enamorado de su tierra y exaltador de sus figuras y paisajes.

Datos biográficos

(Zaragoza, 2-1-1883 - Madrid, 31-12-1975). Periodista y escritor, trabajador incansable con la pluma, enamorado de su tierra y exaltador de sus figuras y paisajes. Publicó sus primeros cuentos -a los quince años- en El Día, de Madrid. A los dieciocho fue redactor del diario republicano La Derecha Buscar voz..., y sucesivamente trabajaría en El Progreso, Diario de Avisos y Heraldo de Aragón, todos ellos diarios zaragozanos. En su ciudad natal fundó y dirigió el semanario satírico Mi niño, la Revista Aragonesa, el semanario regionalista Aragón (1912) y dos diarios, La Correspondencia de Aragón y la Crónica de Aragón, después de haber sido redactor-jefe de El Imparcial de Aragón. En 1916 se trasladaría a Madrid, para ser redactor de La Correspondencia de España e Informaciones, ambos rotativos madrileños dirigidos por el aragonés Leopoldo Romeo. Fue también redactor-jefe de El Tiempo y uno de los últimos directores del célebre diario El Imparcial, ambos de Madrid.

Fundó y dirigió la colección La novela semanal, para la que escribió algunos títulos. El año 1919 el Ayuntamiento de Zaragoza le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad, por haber rescatado para el municipio el archivo particular del general Palafox. Autor prolífico y traductor fecundo, se le deben numerosas obras, entre las que cabe recordar España vista por los extranjeros (3 vols. 1917-1921), ampliada después, en sus textos, hasta el siglo XVII, interesantes libros de viaje y antologías de Costa y Ganivet. Por su Historia del Romanticismo en España (1943) obtuvo previamente el Premio Nacional de Literatura. Poco antes de la guerra civil Buscar voz... había sido crítico literario de El Sol. Activo nonagenario, los últimos años de su vida los pasó dedicado a rescatar de los empolvados tomos de la Hemeroteca Municipal de Madrid miles de artículos olvidados de Azorín, Baroja, Pérez de Ayala y otros escritores de su tiempo, al que él sobrevivió, con cada día más exacerbada pasión aragonesista. Desde su casa -cenobio de atiborrados libros y papeles- irradiaba información literaria para numerosos investigadores nacionales y extranjeros, a quienes atendía con solícita servicialidad. Se convirtió en un erudito pródigo de su saber, que apenas se quejaba del comportamiento de algunos -pocos- editores con su generosidad.

Fuentes