Gato Kohana

Gato Kohana
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Gato hawaiano.jpg
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Carnivora
Familia:Felidae

Gato kohana o Gato hawaiano , surgió en la Isla de Hawai a principios de los años 2000. No obstante, la raza todavía no ha sido reconocida oficialmente. Se suponía que resultaba de una mutación natural del gato esfinge, pero dicha hipótesis aún no ha sido comprobada científicamente. Además de la ausencia total de pelo, los gatos hawaianos tienen muchas arrugas distribuidas por todo su cuerpo, siendo otra de las más extrañas razas de gato sin pelo. El gato kohana, a diferencia de otros felinos clasificados como ‘sin pelo’, se caracteriza por la ausencia de folículo piloso como consecuencia de una mutación genética. El resultado es una piel de aspecto gomoso y arrugado.

Origen de la raza

Al principio se afirmó que procedía de una camada salvaje de Hawaii en la que algunas de las crías presentaban una mutación genética. Dicha variación, en vez de alterar la función del folículo piloso, como en otros gatos calvos, provocaba su carencia. Posteriormente, se lanzaron otras hipótesis que atribuían su presencia al cruce de un gato donskoy sphynx con un sphynx canadiense, ambos sin pelo, o a la mutación natural de este último. Finalmente, tras los pertinentes análisis de ADN se concluyó que la mutación del gato kohana era igual que la del sphynx, pero con otros genes involucrados. En la actualidad se considera una raza muy minoritaria debido a su poca viabilidad reproductiva. Hay clubs felinos y expertos relacionados con la taxonomía, genética y zoología que no lo consideran una nueva raza. Aproximadamente cada 15 años ocurren mutaciones responsables de nuevos gatos sin pelo.

Características físicas y cuidado

Este felino tiene una constitución ancha y musculosa que, dada la ausencia de pelo, puede apreciarse a través de numerosos pliegues corporales. Con un peso medio de tres a seis kilogramos, sus patas traseras son más largas que las delanteras, de ahí su peculiar movimiento a la hora de caminar. El gato kohana normalmente tiene una tonalidad crema o rosácea debido a su característica de la piel desnuda, también se han observado individuos blancos y negros. El carácter de esta raza es inteligente, cariñoso y enérgico, por lo que demanda mucha atención. Sin embargo, en este caso los dueños pueden ahorrarse todo el tiempo invertido en el cepillado, que no en su lavado, requerido por el resto de razas. Este hecho también supone una ventaja para el propio gato al evitarse la formación de bolas de pelos. El cuidado dental es clave para garantizar una buena salud, sin olvidar la limpieza pertinente de las encías. El exceso de placa bacteriana y demás bacterias puede complicarse y dar lugar a enfermedades sistémicas graves. Así, la higiene regular, junto con el pienso recomendado por el veterinario, son los elementos prioritarios para garantizar el bienestar del gato. También es fundamental asegurar el buen estado de los ojos. El gato kohana carece de pestañas, por lo que está más expuesto a partículas contaminantes, foco de posibles conjuntivitis. Para evitarlas, los dueños deben usar gasas con suero fisiológico y retirar cualquier tipo de lagaña o suciedad acumulada en la zona ocular.

Ventajas de la raza

A diferencia de otros gatos, esta especie es una buena opción para aquellas personas alérgicas al pelo de los felinos que no quieran renunciar a tenerlos como mascota. Además, la ausencia de folículos pilosos evita la acumulación de pelusas y los consecuentes vómitos que el gato común tiene tras lamer el pelo a la hora de limpiarse. Por otra parte, al tratarse de un animal completamente de interior, evita los posibles trastornos en cuanto a enfermedades o extravío que suelen sufrir los dueños de los gatos. El gato kohana puede parecer delicado en un primer momento, pero si se le dan los cuidados higiénicos, alimentarios y afectivos necesarios puede llegar a vivir 17 años.

Fuentes