Gobierno del Capitán General Diego Villalba y Toledo en Cuba

Gobierno del Capitán General Diego Villalba y Toledo en Cuba
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Capitán General de Capitanía General de Cuba
Gobierno
Capitán General:Diego Villalba y Toledo
País:Bandera del Imperio Español Capitanía General de Cuba
Período:27 de septiembre de 1647 - Marzo de 1653
Cronología
-
Predecesor:
Alvaro de Luna y Sarmiento
(Gobierno)
◄ • ► Sucesor:
Francisco Xelder
(Gobierno)

Gobierno del Capitán General Diego Villalba y Toledo en Cuba. Es un periodo histórico comprendido en la etapa colonial de la Historia de Cuba cuando la actual República cubana era denominada Capitanía General de Cuba y estaba sujeta a las leyes y costumbres del Imperio Español. El gobierno del Maestre de Campo Diego Villalba y Toledo está comprendido entre el 27 de septiembre de 1647, cuando fue designado para sustituir al depuesto Maestre de Campo Alvaro de Luna y Sarmiento, y finalizó en marzo de 1653 cuando fue reemplazado por Maestre de Campo Francisco Xelder.

Gobierno

El 27 de septiembre de 1647 el entonces Gobernador de Cuba Maestre de Campo Alvaro de Luna y Sarmiento fue reemplazado en su cargo por el Maestre de Campo Diego Villalba y Toledo, quien tuvo en el licenciado Francisco de Molina su Teniente Asesor.

Durante el gobierno de Villalba azotó a Cuba, en la primavera de 1649, una terrible epidemia que fue importada, según los historiadores contemporáneos cubanos, por los barcos de México y de Cartagena de Indias. Esta epidemia atacaba en forma de una fiebre pútrida que llevaba a la muerte, tres días después de infectado, a los habitantes que la contraían. Villalba, que se condujo con gran valor durante esta crisis, cayó gravemente enfermo y gracias a los cuidados de los que fue objeto logro salvarse; mientras que su teniente asesor Molina no coriró la misma suerte y falleció junto a los tres licenciados que le sucedieron Pedroso, Tovar y Olivares, un alcalde y muchos funcionarios. También falleció a causa de la epidemia la tercera parte de la guarnición y el vecindario, además de gran número de pasajeros y tripulantes de la flota del General Juan Pujadas que se encontraba en el puerto habanero en el momento de comenzar el ataque de la epidemia.

Durante esta epidemia fue muy valiosa la conducta de los religiosos, quien recibían a todos los atacados en sus conventos, cuidándolos cariñosamente y conduciendo ellos mismos a los que fallecían al cementerio, distinguiéndose entre todos por su caridad evangélica el padre Antonio de Jesús y María.

Terminado aquel terrible azote y restablecido Villalba, este gobernador organizó una compañía de jinetes milicianos cuyo mando confió a Martín Calvo de la Puerta, uno de los más ricos vecinos de La Habana.

Todo no fue glorioso para el gobernador Villalba, en su contra fueron promulgados diferentes delitos, siendo reemplaza del mando de Cuba por el Maestre de Campo Francisco Xelder, Caballero de la Orden de Calatrava, quien tomó posesión de su nuevo cargo en marzo de 1653.

Fuentes