Grabado artístico

Grabado artístico
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Concepto:Grabado con diferentes técnicas (xilografía, serigrafía, litografía, etc) que responde a un concepto estético de una época.

Grabado artístico. Es el grabado con diferentes técnicas que responde a un concepto estético de una época. En el período colonial la situación económica, política y social fue representada por los artistas cubanos. Principalmente en la plástica es de gran importancia el estudio de obras de pintores extranjeros, fundamentalmente europeos, que a su paso por Cuba, dejaron valiosos exponentes de dos manifestaciones artísticas: la pintura y el grabado artístico, este último de gran importancia patrimonial. Tres de los más relevantes exponentes del grabado artístico en la isla entre los siglos XVIII y XIX fueron: Víctor P. de Landaluce, Federico Mialhe y Eduardo Laplante.

Víctor P. de Landaluce

Pintor vasco llegó a Cuba en la década de 1850, es el artista que con mayor ahínco trató la temática negra, es el único que se interesa en reproducir ampliamente los trajes, adornos, rituales, danzas de distintas naciones de los negros en Cuba. Es también el gran pintor del gobierno esclavista, recorriendo todas las gamas de la crueldad de sátira, hasta el atractivo de la sensualidad mulata. Durante la guerra de 1868 al 1878 se manifiesta como el más constante y talentoso de los que satirizaban las luchas independentistas cubanas, sobre él escribe Fernando Ortiz:

"En Cuba fue siempre un integrista (…) sus dibujos de tipos y escenas populares de Cuba eran parte de su campaña para desprestigiar a los cubanos que luchaban por la separación de España".

Cuba era para él un pueblo de negros esclavos serviles o cimarrones de bozales y catedráticos, de ñáñigos y curros, de brujos y mulatas lascivas, de isleños, mayorales y rancheadores, de guajiros galleros y zapateadores en guateques y changüí. Este artista vivió y murió en Guanabacoa, contaba con numerosos ñáñigos y abakuás, los cuales fueron evidentemente estudiados y reproducidos por él,respondía a un interés por lo costumbrista y lo exótico, su fijación por lo popular y dentro de esto por lo negro.

Entre sus obras aparecen: “Tipos y costumbres (con gallos)”, otra serie “Tipos y costumbres”, “Marquilla de cigarros”: que incluyen las obras “Preparándose para el baile” “La Mulata”, “El calesero”, que constituyen tipos populares de gran colorido y gracia. Serie titulada: “Caricatura”, “La Lectura en los talleres”, y “Corte de caña”.

Federico Mialhe

Pintor francés que vivió en Cuba, gustaba recorrer junto a Felipe Poey costas y lugares en la búsqueda de raras especies de la flora y fauna cubana. Estas excursiones aparte de su propósito científico, le sirvieron para notar costumbres y conocer las suaves y variadas formas de la naturaleza tropical. Unido a Cuba por varios años de estancia y actividad, contribuyó a la cultura, enseñó arte en el [Liceo Artístico y literario de la Habana] y dirigió la Academia de San Alejandro (1850-1852). Sus mejores trabajos están resumidos a las cincuenta láminas de “Isla de Cuba e Isla de Cuba pintoresca”, donde este pintor deja ver su intrínseca veracidad, cierto lirismo, un aire romántico que hace parecer todas las cosas más grandes, más hermosas e importantes de lo que debieron ser. Su obra lo hace destacarse con personalidad muy propia incluyéndolo en el grupo de los mejores grabadores que nos describieron. Las escenas costumbristas de este artista dan una visión de los cubanos del siglo XIX. Aparte de sus caracteres formales como la nitidez de la línea, la suavidad del claro oscuro, la delicadeza del color; es la vitalidad de la escena el mérito mayor de Mialhe, la animación de la misma se cifra en el elemento humano que lo inserta con toda naturalidad, y en la escena callejera dada por la presencia del negro con sus trajes africanos para el baile del día de reyes, en sus afanes cotidianos de compra callejera y en su trabajo cotidiano. Al igual que Landaluce, Mialhe desarrolla la línea costumbrista.

Entre sus obras aparecen: “El quitrín, el panadero y el malojero”, “Zapateado”, “Vista de Matanzas”, “Vista general del paseo Isabel II”, “Vista general de la ciudad y montañas de Baracoa”, “Vista de la Iglesia mayor y de la ermita del buen viaje en San Juan de los Remedios”, “Plaza de armas”, “La Alameda de Paula”, “Morro y entrada del puerto de Santiago de Cuba”, “Morro y entrada Del puerto de la Habana”, “Iglesia mayor de Guanabacoa”, “Valla de Gallos”, “El Casero”.

Eduardo Laplante

Pintor francés que llega a [Cuba] como agente de venta de maquinarias para ingenios, labor que nunca abandono del todo y que le da una visión la cual reúne por una parte la perfección formal del estilo y por otra la escogida de la visión más halagüeña de su tema. Montó un taller litográfico, donde se imprimieron muchas de sus láminas cubanas. De estas, treinta y ocho ilustran el libro “Los ingenios de Cuba”, las que tienen un particular interés por su directa vinculación con la primera industria del país, aquí Laplante describe la imagen panorámica de los molinos azucareros, sus casas de calderas etc., todas fueron trabajadas con la misma y exacta precisión en los detalles. El dibujo resulta a veces un poco rudo sin lirismo, pero es de tal calidad que borra esa impresión. Ejecutó así mismo un cuadro de grandes dimensiones similar al grabado posterior del mismo nombre “Trinidad desde la loma de la Vigía”, sus figuras siempre parecen maniquíes, tiesas, faltas de vida, con indicaciones pocos convincentes de movimientos, sin embargo, la jerarquización de la figura es reveladora en primer plano, sus estampas son útiles complementos para el relato gráfico del mundo Cubano de aquellos años. Entre sus obras aparecen:, “Casa Purga del ingenio La Ponina”, “Los ingenios”, “Gran teatro Tacón”, “Plaza de toros de la Habana”

Fuentes

Libro de texto "Educación Plástica". 7mo grado. Editorial Pueblo y Educación. Habana

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