Gregorio Torres Quintero

Gregorio Torres Quintero
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Brillante educador mexicano de la segunda mitad del siglo XIX.
NombreGregorio Torres Quintero
Nacimiento25 de mayo de 1866
Colima, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Fallecimiento28 de enero de 1934
Ciudad de México Bandera de los Estados Unidos Mexicanos
NacionalidadMéxico
Otros nombresGoyito
CiudadaníaMéxico
TítuloBenemérito del Estado de Colima

Gregorio Torres Quintero. Fue iniciador de la Reforma Escolar en México, impulsor de la educación primaria en dicho país. .El gobierno de Colima lo nombró hijo distinguido.

Datos biográficos

Su vocación de maestro se puso de manifiesto desde temprana edad, por lo que después de realizar los primeros estudios en su ciudad natal llegó a la capital de la República con la ilusión de abrazar la carrera magisterial.

Nació en la ciudad de Colima el 25 de mayo de 1866. Inició en la noble profesión de maestro a la edad de 17 años. Humilde hijo de un zapatero, fue becado por el gobierno de su ciudad natal en 1888, Colima, para estudiar en la Escuela Nacional de Maestros de la que se graduó en 1891 iniciando con ello una brillante trayectoria como docente y funcionario educativo. . Regresó en 1892.

Trayectoria profesional

Fue director de la Escuela Porfirio Díaz y Jefe de la Sección de Educación y Beneficencia de la Secretaria de Gobierno e inspector de los establecimientos de enseñanza en todo el estado, llevando a cabo la conocida “Reforma Escolar Colimense”.

En la capital de México, trabajó en la Dirección de Instrucción Primaria del Distrito Federal y Territorios en 1898-1904. En México a partir de 1904 fue Jefe de la Sección de Instrucción Primaria y Normal de la Sección de Instrucción Pública y Bellas Artes, cargo que ocupó varios años; Catedrático de las Escuelas Preparatoria y Normal de Maestros y Consejero de la Secretaría de Educación. Escribió más de 30 libros sobre temas pedagógicos, históricos, costumbristas, cuentos, etcétera. Vicepresidente de la Comisión Nacional de Educación Pública en 1910 y presidente de la misma al año siguiente. En agosto de 1913 se dedicó a la docencia en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Maestros.

En 1916 el gobierno constitucional lo envió a Yucatán con el gobernador Salvador Alvarado para encargarse de la Jefatura del Departamento de Educación Pública del estado. Viajó a Estados Unidos y estudió lo referente a la organización escolar y métodos pedagógicos modernos. En 1918 regresó a la ciudad de México, dedicándose a la redacción de textos escolares.

Como jefe de Instrucción Pública, llevó a cabo la Reforma Escolar utilizando su famoso método Fonético-Onomatopéyico, el cual se basa en los sonidos naturales para conocer las letras, sílabas y palabras.

Realizó estudios pedagógicos en Europa, Asia y los E. U.

Entre 1926 y 1928 viajó a Europa, África y Medio Oriente.

Llegó a ser jefe de la sección de Educación y Beneficencia de la Secretaría de Gobierno del Estado de Colima e Inspector General de Educación.

Fue el creador de la ley de Instrucción Pública y crítico incansable de los libro de texto como sustituto del maestro, pues siempre creyó que la imagen del docente era fundamental en la tarea educativa. Fue el creador del método onomatopéyico para la enseñanza de la lecto-escritura que sigue vigente hoy en día y se basa en los sonidos naturales para conocer las letras, sílabas y palabras.

Estuvo en contra de que en la escuela primaria se enseñara una historia filosófica y se redujera a concentrar datos, fechas y batallas para su memorización. En cambio propuso una historia-cuento en la cual la narrativa estimula agradablemente el interés de los educandos, que no deben ser considerados como adultos, por lo que también debe existir una graduación de la información.

Muerte

Murió en la ciudad de México el 28 de enero de 1934. Por decreto del 15 de mayo de 1936 fue declarado Benemérito del Estado de Colima y en 1981 sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres.

Aportes

El maestro Quintero forma parte de los brillantes educadores mexicanos de la segunda mitad del siglo XIX e inicios del XX. Fue discípulo de Enrique Rébsamen. Al fallecimiento de éste, le sucedió en el cargo de presidente del consejo que tenía la comisión de estudiar y dictaminar los textos escolares y programas de estudio. Si bien no difería del credo educativo de Rébsamen, sí manejaba nuevas corrientes y desarrollaba ideas como la enseñanza objetiva o intuitiva que vuelve amena y atractiva para los niños la enseñanza.

Entre sus múltiples facetas se encuentra la de pedagogo, historiador, poeta, orador, político. Fue el creador de la ley de Instrucción Pública y crítico incansable de los libros de texto como sustituto del maestro, pues siempre creyó que la imagen del docente era fundamental en la tarea educativa.

En Colima sus ideas educativas germinaron y echaron raíces profundas; floreció el laicismo por él sembrado y prosperó en todo centro de educación el espíritu de Rousseau demostrándose con la siguiente frase:

" “Cada edad tiene sus rasgos característicos y es indispensable conocerlos y respetarlos, como en biología se respeta a la oruga, al capullo y a la mariposa”.

Aplicó en la educación de los niños, al igual que María Montessori, un material sencillo “autoeducativo”, estimulante “para el hallazgo en el propio yo del educando, de su centro de acción; porque la educación nueva debe actuar ciertamente de adentro para afuera, muy a la inversa de los caducos métodos anteriores”

En México a partir de 1904 fue Jefe de Enseñanza Primaria y Normal; Catedrático de las Escuelas Preparatoria y Normal de Maestros y Consejero de la Secretaría de Educación. Escribió más de 30 libros sobre temas pedagógicos, históricos, costumbristas, cuentos, etcétera.

Entre 1926 y 1928 viajó a Europa, África y Medio Oriente.

Lucha contra la pedagogía libertaria en Yucatán

El maestro “Goyito” y la escuela del trabajo y la acción

La organización del Segundo Congreso Pedagógico, quedó en manos del profesor Gregorio Torres Quintero, el maestro “Goyito”, colimense que tenía una amplia trayectoria en la docencia. Pertenecía al grupo de pedagogos formados bajo la dirección de Enrique Rébsamen hacia finales del siglo XIX y en los años posteriores al estallamiento revolucionario, se integró a una congregación de intelectuales, quienes no tendrían impedimento para instalar un plan educativo único y supremo: Miguel Alesio Robles, Manuel Gamio, Gregorio Torres Quintero, Abraham Castellanos, entre otros, un grupo que a instancias de Carranza, se empeñaba en definir el nuevo proyecto educativo nacional para implantarlo en todo el país aún a costa de las iniciativas locales.

Fue destinado a Yucatán, por órdenes de Carranza el 18 abril de 1916, llegó unos días después y de inmediato asumió sus actividades. El maestro “Goyito” con bases pedagógicas en la Escuela por el trabajo y de la acción o activa, desde su llegada a Mérida mostró una oposición abierta a la Escuela Racionalista y el grupo que apoyaba este movimiento pedagógico. Una de sus primeras medidas llevadas a cabo como Jefe del Departamento de Educación Pública, fue hacer un llamado para organizar el Segundo Congreso Pedagógico, mismo que organizó, pero al mismo tiempo desarrolló una serie de ataques a los profesores racionalistas. Recapitulando las conclusiones del Primer Congreso llevado a cabo un año antes y de algunos profesores opositores a la escuela racionalista, se valió de ellas para librar una batalla en contra de estos miembros y manifestó en el tercer apartado a discutir en el 2º Congreso Pedagógico la incapacidad de los racionalistas para definir su proyecto:

III- En el primer congreso pedagógico se recomendó la Escuela racional o Racionalista para formar hombres fuertes y libres. No habiendo quedado bien definida dicha escuela, precisar aclarar bien su significación.

Debiendo ser racional toda enseñanza, ¿es esta escuela un cuerpo de doctrinas pedagógicas basadas en un principio filosófico o bien es una aspiración a un sistema de educación racional es decir fundado en la razón?

¿La Escuela racional o Racionalista corresponde por sus principios a la Escuela de la naturaleza de Rousseau, a la de la intuición de Pestalozzi, a la de la instrucción educativa de Herbert ; hoy tan difundida en Alemania y en países como el Japón, o a la del juego de Froebel, a la de la vida completa de Spencer, a la nihilista de Tolstoy, a la anárquica de Ferrer, a la de la autoeducación de Eislander, que participa de las dos anteriores, a la de la Escuela nueva de Reddie, semejante al falansterio de Fourier o a la más moderna de todas, la científica y experimental fundada en las observaciones de la psicología de la infancia, en las experiencias de los laboratorios y en las encuestas escolares? ¿O constituye un cuerpo nuevo de doctrinas?

En uno u otro caso definirla con precisión.

Como destacado pedagogo y ferviente seguidor de la educación por el trabajo definió el racionalismo desde los fundamentos kantianos, con la finalidad de presentar a los racionalistas como simples profesores de intelecto menor, incapaces de definir el racionalismo desde su concepción filosófica:

Se trata de hacer triunfar una teoría educativa que no corresponde fundamentalmente a un plan o a un sistema lógicos y definidos no ya en el resultado pretendido del mejoramiento social, pero ni aun en la forma de una metodología consciente y eficaz.

No obstruyó la participación del grupo simpatizante de la educación racionalista en el Segundo Congreso Pedagógico (5 al 16 agosto en el Teatro Peón Contreras), aliado al Dr. Eduardo Urzáis, el Profesor Florencio Ávila, la Profesora Mercedes Betancourt de Albertos, entre otros, conformaron un grupo opositor que si bien, apoyaba la reforma de los planes educativos en el estado yucateco y planteaban el proyecto de la escuela del trabajo y de la acción como el más viable, se opusieron de forma contundente a los profesores racionalistas.

Durante el Congreso, el maestro “Goyito” publicó una serie de ataques en contra de algunos seguidores de la escuela racionalista, nombrándolos ignorantes y anarquistas, anarquistas como sinónimo de provocadores e incendiarios políticos, “que andan hojeando libros y más libros para buscar un pensamiento bonito”. Y si bien, en el Congreso se discutió la cuestión de la escuela racionalista, como el tercer tema principal (definición de la escuela racionalista), al final del congreso se dictaminó que la misma quedase desligada de los programas de educación primaria del Estado, por carecer de una definición: “Ya que los señores de la Comisión no han podido definir la Escuela Racionalista como cuerpo de doctrinas, yo pido que ese informe se rechace de plano; primero: Porque no define lo que se pide; segundo: Porque tiene errores científicos gravísimos; tercero: Porque su redacción es defectuosísima.”. No obstante se convocó a los partidarios racionalistas a continuar con su proyecto en “próximos congresos e integrarse a las resoluciones emitidas a favor de la escuela por el trabajo”

En su discurso de clausura, habló de la escuela nueva de Eislander (uno de los principales teóricos de la escuela racionalista) y resaltó que la escuela racionalista era ilusoria, que no existía: “no existe en realidad, sólo ha existido en la imaginación de sus autor”, precisando que eran experimentos para “ciudades urbanas, mientras que Mérida es un campo rural” y que el infante debía permanecer en un sistema educativo de obediencia y servilismo: “no debe preguntarse al niño, es el niño el que debe preguntar. Todo pues debe ser ocasional. Prolongar el método del hogar hasta la escuela primaria: he aquí el sistema.” Concluyendo que la escuela racionalista no era un sistema apto para Yucatán: “Pero sería un error del Gobierno generalizar en las escuelas un sistema no probado en la práctica. La escuela racionalista como escuela o como cuerpo de doctrinas, ha sido negada por el Congreso.”

La labor del maestro “Goyito” continuó en contra de la escuela racionalista, aún después de que concluyó el Congreso. Como Jefe del Depto., de Educación Pública publicó algunos artículos, con la intención de presentarse como el primer conocedor o el de mayor “conocimiento” sobre la escuela racionalista.

Escritor y articulista

Retirado de su puesto, escribió más de 30 libros sobre temas pedagógicos, históricos, costumbristas, cuentos, y otros. Colaboró para las revistas La Educación Moderna, La Educación Contemporánea, Yucatán Escolar, La Enseñanza Primaria y Educación.

Obras

  • Cuentos colimotes
  • Descripciones, cuentos y sucedido
  • La patria mexicana
  • Por las escuelas norteamericanas
  • Método onomatopéyico de gramática y lectura
  • Mitos aztecas
  • Leyendas aztecas
  • El lector infantil mexicano
  • El lector enciclopédico mexicano
  • Una familia de héroes
  • Política colimense
  • Lector enciclopédico mexicano
  • Guía del método onomatopéyic

Gregorio Torres Quintero afimaba:

"¿Saben por qué muchas personas se duermen durante las funciones de ópera? porque no se les muestra con interés los tópicos de la obra. Lo mismo sucede con la enseñanza de la historia y los libros no se acomodan al estado espiritual de los receptores. Esto último se logra con cuentos, relatos y narraciones, todo ello animado, dramatizado, atractivo y bello".

Fuentes