Griego micénico

En 1952, Michael Ventris descifró el sistema y centró sus esfuerzos en probar que el idioma puede ser entendido como una forma temprana del griego moderno.

Descripción lingüística

El estudio de las inscripciones micénicas llevó al descubrimiento de que esas inscripciones no representaban una única variedad lingüística sino dos dialectos cercanos. Esto fue señalado por primera vez en Risch (1966) que llamó a las dos variedades: micénico normal (mycénien normal) y micénico especial (mycénien spécial), actualmente esas dos variedades se llaman respectivamente micénico I y micénico II. Las dos variedades se distinguen por cuatro características fonológicas y morfológicas. El micénico I se caracteriza por:

  1. La terminación de dativo singular atemático es -ei.
  2. Las nasales silábicas *m̥ y *n̥ del indoeuropeo se vocalizan como /o/ en el entorno de una consonante labial.
  3. La vocal media *e se cierra en /i/ en el entorno de una consonante labial.
  4. Ante una vocal cerrada *i el fonema /t/ se fricativiza en /s/.

Es interesante notar que el inventario mencionado preserva el sonido /w/, que se conservó sólo en algunos dialectos griegos y era transcrito mediante la letra digamma (F) hasta que cayó, dando lugar intervocálicamente al sonido /h/ y en algunos casos desapareciendo por completo.

El griego micénico preserva un cierto número de características arcaicas retenidas directamente del proto-indoeuropeo, tales como las consonantes labiovelares que evolucionaron a /p/ o /t/ en los dialectos griegos posteriores.

Véase también

Referencias

Bibliografía

  • Francisco Aura Jorro, Diccinario micénico, 2 tomos, Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, Instituto de Filología, 1985–1993.
  • Antonin Bartoněk, Handbuch des mykenischen Griechisch, Heidelberg: Carl Winter, 2003.