Gustavo y Conrado Padrón Rodríguez
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Gustavo y Conrado Padrón Rodríguez. Máximos exponentes en la lucha contra el colonialismo español en San Luis,Pinar del Río. Entre los más destacados hijos de Vueltabajo se encuentran los hermanos Conrado y Gustavo Padrón Rodríguez. Con una larga trayectoria de lucha por la independencia, capitalizaron en San Luis, su tierra natal, las principales posiciones anticolonialistas durante la preparación de la Guerra Necesaria, así como la participación en la misma.
Sumario
Síntesis biográfica
Nacimiento
Nació para principios de 1868 y 7 de diciembre de 1871. Para mediados del siglo XIX, San Luis constituía una de las localidades que había alcanzado un espectacular crecimiento económico y poblacional, como resultado de la calidad del tabaco y su demanda a nivel internacional. La región era una dependencia política administrativa de San Juan y Martínez, que se iba proyectando para convertirse en alcaldía, con autoridades de la localidad.
En estas circunstancias y en vísperas del comienzo de la Guerra de los 10 Años, nace Gustavo Padrón Rodríguez a principios de 1868 y muy pronto sus padres tienen otro hijo, el 7 de diciembre de 1871, al que inscriben con el nombre de Conrado. Ambos niños desde muy pequeños aprendieron el oficio de cultivar la tierra, sobre todo el tabaco, adquiriendo una notable cultura en ese sentido.
Formación independentista
Su padre, José Felipe Padrón Díaz, fue uno de los sanluiseños que se identificaría con las ideas de Carlos Manuel de Céspedes durante la Guerra de los 10 Años, por las que guardo prisión al participar en la conspiraciones de final de 1869 en este territorio.
Seguidores de las ideas de su padre, en el poblado de San Luis, Conrado y su hermano Gustavo, se convirtieron en las figuras principales del movimiento conspirativo desde los primeros años de la década del 90 del siglo XIX. Todo el trabajo desplegado determinó sumar a la causa independentista a un numeroso grupo de jóvenes, que los acompañarían a la manigua.
Trayectoria revolucionaria
Lucha por la independencia
Cuando se produce el alzamiento del 23 de octubre de 1895 en Las Catalinas y Paso Real de Guane, dirigido por Narciso Camejo y Baldomero Pimienta, entre el grupo de jóvenes estaban los hermanos Padrón. Al ser convocados acudieron prestos a aquel simbólico pronunciamiento contra la metrópoli.
Al ser disuelto el grupo Conrado y Gustavo retornan a San Luis, evadiendo la persecución de los soldados españoles. En los meses que restaban para el comienzo de la contienda militar en Pinar del Río se dedicaron a lograr una mayor cohesión entre los sanluiseños en espera de la llegada de la columna invasora.
La noticia del arribo de un fuerte contingente de mambises al poblado puso de manifiesto la disposición de sus habitantes para incorporarse a las tropas independentistas. Se trataba de la unidad de caballería dirigida por Roberto Bermúdez. Este cubría por la llanura sur de Pinar del Río la avanzada de las fuerzas de Maceo ocupando poblados y haciendas.
En el recibimiento se encontraban los hermanos Padrón. Conrado, como jefe de los revolucionarios del lugar, dispuso la incorporación inmediata de sus seguidores a la columna invasora. Por primera vez fue paseada la bandera cubana por las calles del pueblo en medio del estupor de comerciantes españoles y la alegría de los cubanos. La presencia de las fuerzas mambisas en San Luis , durante la mañana del día 10 de enero de 1896, permitió consolidar el prestigio de Conrado y su hermano Gustavo.
Conrado Padrón ofreció todo el apoyo al comandante Antonio Varona el 11 de enero de 1896 al regresar a San Luis y San Juan para continuar organizando los combatientes de Guane, ocupando ese poblado y el de Mantua en los días siguientes. Todo este esfuerzo fue premiado por Maceo posteriormente con ascensos militares. Las memorias escritas por Conrado Padrón sobre los últimos 12 días del recorrido de la invasión a occidente constituyen un documento que ha trascendido en la historia regional. Mediante esas páginas se demuestra el papel de las tropas de avanzada dirigidas por Bermúdez y como llegaron hasta los municipios de San Luis y San Juan, donde el jefe de retaguardia comandante Antonio Varona decidió seguir hacia el oeste incorporando un notorio contingente a su unidad de combate.
El duro bregar durante el año 1896 se convirtió en una excelente escuela militar para los hermanos Padrón, que participaron en los más duros combates librados por Antonio Maceo en la provincia de Pinar del Río. En aquellas circunstancias fueron ascendidos en varias oportunidades.
Expuestos al rigor más crudo de la campaña librada en Vueltabajo contra el Ejército Español, ellos ocuparon un puesto en la jefatura de la Brigada Occidental y siempre cerca de los jefes principales; Antonio Varona, Juan Lorente de la Rosa y Manuel Lazo. En la organización de campamentos, prefecturas y el mantenimiento de la disciplina en el campo insurrecto tienen una de sus mayores ocupaciones durante la contienda. Cuando la guerra se agudiza en 1897 Conrado y su hermano se trasladan con la jefatura de la Brigada Occidental hacia la Península de Guanahacabibes, allí formaron parte del estado mayor con grados de capitán y después de comandante.
Se combatía a diario y sin descanso. Ellos participan en los procesos organizativos de la lucha, sobre todo en la protección y custodia de los materiales de guerra que arribaron en las cuatro grandes expediciones llegadas por el sur de la Península de Guanahacabibes, verdadera proeza reconocida por los mandos superiores del Ejército Libertador y la emigración Las circunstancias en que se expresó la guerra en el extremo más occidental de Pinar del Río, fueron traumáticas. La población y los soldados del Ejército Libertador morían por enfermedades, falta de alimentos y medicamentos. En estas condiciones sobrevivieron los hermanos Padrón a tantas adversidades.
Conrado y su hermano formaron parte del Estado Mayor de la Segunda División del Sexto Cuerpo al organizarse este en mayo de 1897. Como subordinados del general Juan Lorente cumplieron innumerables misiones sin descanso, enfermos, hambrientos y heridos en ocasiones, pero con una elevada capacidad de resistencia.
Presencia en las actuales generaciones
Al finalizar la guerra fueron reconocidos los grados militares de Teniente Coronel para Conrado y de Comandante para Gustavo. De esa forma son licenciados a finales de 1898, regresando después a San Luis para permanecer hasta el resto de sus días en ese territorio, dedicados a la producción de tabaco, el primero en la zona de la Virginia y el otro en la del Retiro.
En lo más intrincado de la sierra o en las profundidades de la Península de Guanahacabibes dejaron su impronta durante la guerra los hermanos Padrón. Ellos ocupan un destacado lugar entre la extensa relación de pinareños que participaron en el proceso de lucha revolucionaria desde el siglo XIX.
Fuente
Historiador del Municipio San Luis, Pablo Joaquin Padron Ruiz.
