Herrera de los Navarros

Herrera de los Navarros
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Municipio de España
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaBandera de la Provincia de Zaragoza.png Zaragoza
Población (1998) 
 • Total590 hab.
Herrera de los Navarros.jpg
Vista del pueblo.

Herrera de los Navarros. Villa de la provincia de Zaragoza a 64 km. de la capital. Situada al pie de la Sierra de Herrera (Sistema Ibérico), junto al Río Herrera, afluente del Aguas Vivas a 809 m. de alt. Temperatura media anual 12,6°. Precipitación anual, 500 mm. Población: en 1998, 590 hab.; en 1978, 1.005 hab.; en 1950, 1.747 hab.; en 1900, 1.860 hab. Comprende la entidad de población de Virgen de Herrera

En el mismo límite con la provincia de Teruel, aunque a sólo 58 km. de Zaragoza, Herrera de los Navarros ocupa una vaguada, a orillas del río, que divide el caserío en dos. La vía principal recorre la orilla del cauce para ensancharse en la plaza, donde se levanta el magnífico conjunto parroquial de San Juan Bautista. Aunque su estado deja bastante que desear -desapareció el antiguo ábside y fue sustituido con otro, llama poderosamente la atención el remate de la fachada principal, con dos hileras de arquillos de medio punto, superpuestos, que reciben el nombre de Las Escambrijas y sirven de palomar. Destaca la belleza de la torre campanario, de estilo mudéjar, muy similar a la de Villar de los Navarros. Es tradición que el edificio eclesial ocupa lo que fue antiguo palacio de Alfonso I.

El santuario de la Virgen de Herrera se encuentra situado en el pico del mismo nombre, a 1.348 metros de altura, si bien la señal indicadora, en la pista de acceso, redondea la cifra para dejarla en 1.350. La ermita se erigió, según cuenta la tradición, en el mismo lugar donde se apareció la Virgen, en una carrasca, al carbonero Martín. Cuando la trasladaron al pueblo, nuevamente subió a las cumbres, hasta que decidieron dejar la imagen en el primitivo lugar de la aparición, y allí siguió obrando milagros. En la iglesia parroquial hay otra imagen que sólo sube al santuario cuando celebran rogativas para implorar el agua. Los gozos de la Virgen de Herrera son cantados el 8 de septiembre. «Para San Jorge escribe el profesor Beltrán Martínez, se sube en romería, cada vez en menor número, aunque se cuenta con la comodidad de poder llegar en automóvil; antes, cada romero recibía tres panes, ‘la rosquilla’; luego, cuando la escasez de harina lo impuso, una peseta, y ahora nada, aunque bastará para subir el gozo de ver, en la misma raya de Teruel y Zaragoza, medio Aragón a los pies». Porque Herrera es cruce de caminos de la sierra.

Historia

Precolombina

A unos quinientos metros de la población, en la partida de Los Castellares, sobre la Plana, hay un interesante poblado iberorromano. En el mismo han aparecido algunos restos de la época, en especial cerámicas pintadas. Cerca de este yacimiento arqueológico se encuentra la cueva de la Mora, sobre la que se cuentan fabulosas leyendas.

Entre las tradiciones todavía vivas en Herrera cabe destacar el «rollo» de San Blas, que bendicen solemnemente para sortearlo después.

Edad Media

La primera vez que aparece el topónimo Ferrera en la documentación cristiana es en 1128, cuando Alfonso I concedió unas casas en Ribas a García Aznar de Ferrera, y en diciembre de ese mismo año encontramos ya a Gastón de Belorado como teniente de esa población. El núcleo más antiguo se formó en torno a la ermita de Santa María de la Cuesta, extendiéndose más adelante hacia el Río Aguas Vivas, donde encontramos la ermita de San Miguel de Luquillo. Este último término, llamado también Luco de Huerva, fue concedido por Alfonso I a los hermanos Fruela y Pelayo; durante el siglo XIV lo tuvo Juan Ximénez de Urrea, hasta que en 1348 Pedro IV lo desposeyó y lo vendió a la comunidad de Daroca; según Asso es un término agregado a Herrera. El término y villa de Herrera perteneció a la sesma de Trassierra y por tanto a la comunidad de Daroca.

El aditamento «de los Navarros» ha dado lugar a varias teorías: una de ellas está conectada con la posible repoblación de esta villa por elementos navarros; la otra, más actual, está relacionada con unas cruces flordelisadas que hay en la puerta de acceso de la iglesia de San Juan Bautista, que aparecen igualmente en el ábside de San Miguel de los Navarros de Zaragoza, las cuales parecen estar en relación con el obispo Pedro Aznar de Rada, quien utilizaba esta misma cruz en su escudo.

Fuentes