Hiperlaxitud articular

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Concepto:Aumento exagerado de la movilidad de las articulaciones. El Síndrome de Hiperlaxitud (incluso en sus formas más leves de presentación) produce muchas más molestias de lo que puede parecer. Un correcto enfoque diagnóstico precoz puede ser muy importante para la historia natural de la enfermedad.

Hiperlaxitud articular. Es ampliamente conocido sobre personas que son más “elásticas”, siendo el caso extremo el de los contorsionistas que trabajan en los circos. Los diferentes estudios confirman que es mayor la hiperlaxitud en las mujeres que en los varones, oscilando su aparición entre un 5-15 % de la población. Los estudios muestran mayor propensión en la infancia y va decreciendo al aumentar la edad.

En ocasiones la hiperlaxitud está acompañada de molestias en el aparato locomotor y entonces es definida este cuadro de sintomas como “Síndrome de hiperlaxitud articular”.

Causas

La causa es desconocida, aunque se han encontrado anomalías, de carácter hereditario, en las fibras de colágeno, probablemente a causa de alguna mutación genética. Esto hace que el tejido conjuntivo del organismo, presente en ligamentos, tendones, vasos sanguíneos, piel y en otras muchas localizaciones, sea más elásticos de lo normal, pero también más frágil, de manera que se producirían pequeñas lesiones con mayor facilidad y con traumatismos o movimientos relativamente livianos. Estudios recientes relacionan la enfermedad con déficit de ácido fólico durante el embarazo y con determinadas anomalías genéticas.

Síntomas

Los síntomas que produce pueden ser de lo más variado, pero los más frecuentes son las molestias en músculos y articulaciones, sobre todo afectando a los miembros inferiores. Estos dolores ocurrirían sin causa aparente, estando influenciados en ocasiones por los cambios de clima e incluso por el ciclo menstrual. Una cierta rigidez puede también estar presente. Aparecerán desde la adolescencia y pueden persistir, a temporadas, durante toda la vida. En ocasiones se llegan a producir derrames articulares, normalmente con ocasión de un esfuerzo o sobrecarga de la articulación, sobre todo en rodillas. A veces se pueden escuchar “chasquidos articulares” que no tienen importancia, pero que resultan desconcertantes y alarmantes para el paciente. Determinadas enfermedades de los tejidos blandos, como tendinitis, capsulitas, etc., pueden presentarse con mayor frecuencia en estos pacientes. Son frecuentes las torceduras de tobillo, así como los tortícolis de repetición. Recientemente se han publicado estudios que asocian la hiperlaxitud ligamentosa de la rodilla a una mayor predisposición para padecer artrosis de la misma. Las luxaciones (huesos que se salen de su sitio) son más frecuentes en hombros, e incluso en las articulaciones mandibulares. Las lumbalgias son comunes y pueden acompañarse de defectos en la columna como la escoliosis (columna “torcida”), que también son más frecuentes en estos pacientes. Las alteraciones en la estática del pie como los “pies planos” se presentan con frecuencia. Existen síntomas fuera de las articulaciones, siendo los más comunes un aumento de la elasticidad de la piel y una mayor facilidad para la aparición de equimosis (“moratones”) a veces sin recordar ningún golpe, o bien con traumatismos mínimos. También ha sido descrita una mayor predisposición a padecer varices y hernias, así como trastornos de ansiedad.

Cómo se diagnostica

El diagnóstico del Síndrome de hiperlaxitud articular, Actualmente las maniobras más usadas para determinar la existencia de hiperlaxitud son las de Beighton, que propone un sistema de puntuación entre 0 y 9 puntos, considerando a un individuo como hiperlaxo si reúne más de 4 puntos. Mediante chequeos médicos se detecta la presencia de los síntomas o alteraciones más frecuentes que forman parte del Síndrome de hiperlaxitud.

Qué influye en este proceso

El sobrepeso (obesidad) y la sobrecarga de las articulaciones. Cargar con pesos excesivos producirá molestias en rodillas y tobillos, así como en columna. También la falta de ejercicio y un excesivo sedentarismo agravarán los síntomas. El estrés con su componente de contractura muscular también puede empeorar el cuadro.Algunos enfermos refieren notar la influencia de los cambios del clima. Es importante el descanso suficiente y dormir bien.

Tratamiento

Aunque se carece de un tratamiento específico y resolutivo, existen muchas formas de ayudar a los pacientes con síndrome de hiperlaxitud.La actitud general que debe seguir médico ante estos enfermos podríamos resumirla en las siguientes consideraciones:

1. Establecer un diagnóstico correcto: Los pacientes padecen un trastorno benigno y no invalidante, puesto que muchos han sido diagnosticados de diversas enfermedades articulares e incluso han estado en tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos, analgésicos y en ocasiones con fármacos antirreumáticos de acción lenta. Muchos llevan años con sus molestias y tienen la sensación de no ser “comprendidos” por su médico, e incluso por sus familiares.

2. Informar al paciente: Es necesario confirmar al paciente que no está afectado de ninguna enfermedad reumática grave, después de revisar los datos de laboratorio y la radiología, los cuales suelen ser normales.Esta aseveración es parte fundamental del tratamiento puesto que muchos pacientes experimentan alivio y aceptan de mejor grado sus molestias al conocer realmente la naturaleza de su enfermedad.Así mismo, con relativa frecuencia, han sido diagnosticados de “reumatismo psicógeno” lo que aumenta su ansiedad y frustración.

3. Tratar lo tratable: Muchos de los trastornos que forman parte del síndrome de hiperlaxitud son lesiones de tejidos blandos que podemos tratar utilizando terapéuticas locales, como por ejemplo férulas (muñequeras, coderas, tobilleras…), infiltraciones, fisioterapia, electroterapia y masaje decontracturante de la musculatura. Hay que ser especialmente prudente con las infiltraciones utilizando las dosis mínimas y evitando su utilización repetida. Los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos, durante cortos periodos de tiempo, también pueden ser de utilidad en el tratamiento de esta sintomatología. El calor si hay contractura muscular, o el frío en caso de lesiones agudas y recientes pueden aliviar los síntomas. Las cremas o geles de aplicación local también ayudarán a disminuir las molestias Deberá evitarse la sobrecarga de las articulaciones (obesidad, cargar pesos..) que pueda agravar sus síntomas, modificando en lo posible su estilo de vida. La realización de manera regular de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento muscular les será beneficioso. El ejercicio debe ser muy suave y sin forzar las articulaciones. Los deportes que no requieran esfuerzos importantes, como la natación , son recomendables, así como el yoga y otras técnicas de relajación. Por último el tratamiento del componente ansioso y/o depresivo que puede acompañar a este síndrome, mediante fármacos adecuados en la menor dosis posible, también nos ayudará en el manejo de estos enfermos.

Evolución

Como ya hemos indicado se trata de un trastorno benigno, y aunque no puede curarse sí que puede ir disminuyendo la intensidad y frecuencia de aparición de los síntomas al aplicar las medidas que hemos señalado. No evoluciona hacia ningún tipo de patología grave y los afectados deben aprender a convivir con estas molestias, confiando en que poco a poco irán disminuyendo, y acudiendo a su médico de cabecera o al reumatólogo si observan una agudización o aumento de sus síntomas.

En la actualidad, recientes estudios apuntan a que los enfermos con Síndromes de Hiperlaxitud o con Ehlers-Danlos, pueden tener más facilidad para desarrollar un Síndrome de Dolor Regional Complejo de tipo I tras traumatismos mínimos o indetectables(Stoler y cols., 2006)

Se diagnosticará Síndrome de Hiperlaxitud Articular (SHA) ante la presencia de dos criterios mayores o de uno mayor y dos menores o cuatro criterios menores. Dos criterios menores serán suficientes cuando exista un familiar de primer grado claramente con el síndrome. Si se sospecha síndrome de Ehlers-Danlos se recomienda la práctica de:

Sugerencias para el tratamiento

Es necesario que los enfermos con SHA sepan que esta es una condición bastante común (15% en la mayoría de los países y en el 40% de los chilenos y latinos), pero que por lo general no es diagnosticado. A pesar de causar dolor agudo y dolor crónico, que puede llegar a ser invalidante, no tiene las posibles complicaciones graves de los otros tipos de Alteraciones Hereditarias de la Fibra Colágena (AHFC), como el Síndrome de Ehlers-Danlos Vascular (SEDV) antiguamente llamado SED tipo IV, el Marfan o la Osteogénesis Imperfecta. Las mujeres son más hiper-movibles que los hombres y los niños más que los adultos, ya que la laxitud disminuye con la edad.

El tener SHA indica que hay una alteración genética del colágeno, que es la matriz de los tejidos, por lo que pueden no sólo existir lesiones musculo-esqueléticas, sino también síntomas derivados de la fragilidad de otros tejidos (Várices, hernias, miopía, prolapsos, discopatías. Artrosis precoz, Osteoporosis temprana, etc.). Como vemos el SHA no es tan benigno como se pensaba, cuando se hablaba del SHA Benigno, ya que además si se hacen preguntas dirigidas se encuentran problemas arteriales en familiares (aneurisma cerebral, ruptura de arterias e incluso ruptura de órganos como el pulmón, colon y útero durante el parto.

El problema está en que las articulaciones son demasiado laxas, lo que las hace inestables y duelen debido a su extrema movilidad. Por lo general el problema es mayor con la hiper-extensión que con la flexión de las articulaciones. Debido a esto, estos enfermos son propensos a tener lesiones traumáticas recurrentes, como esguinces o subluxaciones, que son dolorosos y que a veces requieren inmovilización.

Hay que evitar el extender las articulaciones, especialmente las laxas, por ejemplo al apoyar la mano, es mejor apoyarse en el puño y no en la palma. Al estar de pie evitar que las rodillas se vayan hacia atrás (genu-recurvatum). No mostrar a otros lo laxo que uno es (no hacer actos malabares), ya que cada vez que extendemos mucho las articulaciones las estamos dañando y a la larga se produce artrosis (desgaste de las articulaciones). En lo posible, es mejor no hacer crujir las articulaciones.

Es necesario evitar torceduras de tobillos, no usar tacos altos. Tratar de no caerse, ya que son frecuentes las fracturas debido a que estos enfermos tienen osteoporosis en un porcentaje alto (22%) y aun más importante es el hecho de que se ve en menores de 30 años (19%), como lo hemos hecho notar en nuestro reciente trabajo de 1.224 enfermos con SHA. Es necesario buscar la Osteoporosis que suele aparecer incluso en hombres jóvenes, para tratarla precozmente. El tratamiento de la Osteoporosis es el usual con calcio, vitamina D y alendronatos. Se recomienda caminar y evitar las caídas, para prevenir fracturas.

Fuentes