Iglesia San Francisco de Paula (Trinidad)
Iglesia San Francisco de Paula  | |
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Iglesia San Francisco de Paula. Fundada por el Pbro., Don Manuel Hernández de Rivera.
Historia
En 1831, el presbítero José Joaquín Polo aseguró que la iglesia de San Francisco de Paula se originó por un legado que N. Pomiel había dejado al padre Manuel Hernández de Rivera. La existencia de esta manda es histórica, pues fue la que Pomiel registró sobre un tejar que adquiriera de José González de Osorio, bajo la condición de destinar el valor de su compra a la construcción de una iglesia llamada de Jesús Retacado; pero, lo utilizó para edificar la de Paula. Según el padre Polo, Hernández de Rivera comenzó la construcción en un paraje distinto ahora 50 años y con casi toda la fábrica hecha, de repente murió y el padre D. Juan Francisco Ramírez, primo hermano del Pbro. D. Manuel Hernández la construyó.
En 1772, el padre Hernández de Rivera solicitó al Cabildo dolares donde estuvo el convento de los franciscanos para levantar un santuario de honor del glorioso San Francisco de Paula. La petición no tuvo aprobación. En 1787, él vendió a favor de los cultos del glorioso San Francisco de Paula, 200 reales de réditos en cada año, lo que impone sobre el ingenio de Aracas de su propiedad.
En 1791, el padre Hernández de Rivera presentó al Cabildo licencia concedida por el obispo Felipe Tres Palacios, para la erección y fábrica de una ermita o santuario en los confines de esta ciudad que ha de dedicarse a San Francisco de Paula, en el paraje titulado la entrada del camino de la Boca.
La construcción de la iglesia y el hospital se inició en 1810, bajo el celo de Sebastiana Hernández de Rivera, y con la asistencia de su primo presbítero Juan Francisco Ramírez Hernández de Rivera. Las obras estuvieron a cargo de Cristóbal Troyano, el alarife que también en esos años trabajaba en la edificación del convento de San Francisco.
Recientemente, ha sido restaurada bajo lña dirección de la arquitecta Marcela de Lara García, de la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios.
Se trabaja en el rescate de sus decoraciones murales, uno de los testimonios más completos y ambiciosos de pintura mural, de corte popular, que existen en la ciudad.
Fuente
- Libro Trinidad de Cuba de Alicia García Santana, pág 297
