Incensario

Incensario
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Incensario. Recipientes para quemar incienso que se utiliza en determinadas celebraciones religiosas. Son conocidos en la antigüedad judaica y aún en la egipcia y greco-romana, se adoptaron por la iglesia desde los primeros siglos, según consta por documentos históricos y por las representaciones figuradas en frescos y miniaturas de códices de la Alta Edad Media. Pero de ellos no parece que se conserven ejemplares anteriores al siglo XII. Los primeros incensarios debieron tener la forma de urna con tapa perforada y de las aludidas pinturas se infiere que ya desde el siglo X tomaron forma de globo y debieron manejarse con tres o cuatro cadenillas.

Historia

El incensario jugaba un papel importante en el culto religioso antiguo, tanto de los judíos como de los paganos. No es de extrañar, entonces, que su uso en ceremonias cristianas se remonta a los tiempos más primitivos. Su forma primitiva, sin embargo, era muy diferente de lo que es ahora, al ser algo así como un florero con una tapa perforada para emitir los olores perfumados. Más tarde, se le añadieron cadenas para una mayor comodidad en el manejo. Estas vasijas de la Edad Media a menudo se hacían de oro y plata enriquecidas con numerosos detalles de la ornamentación más elaborada. En los archivos o inventarios de muchas catedrales continentales e inglesas (como las basílicas de San Juan de Letrán, Tréveris, Lovaina, Lincoln y York) se dan minuciosas descripciones de algunos ejemplares antiguos en posesión de estas iglesias.

Uso del Incensario

Se utiliza en las ceremonias solemnes, durante los siguientes momentos:

  • En la procesión de entrada, lo lleva el "turiferario" (que es el nombre del acólito o monaguillo que se encarga del incensario). Sólo lo lleva ondeando de forma lateral alrededor de 90 grados (45° a la izquierda y más o menos en ángulo similar a la derecha). El incensario se toma con la mano izquierda en la punta de la cadena, y con la derecha un poco más abajo, que es la que proporciona el vaivén.
  • Cuando el sacerdote llega al presbiterio, el turiferario se lo entrega y el sacerdote inciensa el altar, el sagrario y el santo patrono de la iglesia. Después lo entrega de nuevo al turiferario y éste se retira.
  • Durante el evangelio, de nueva cuenta entrega el turiferario el incensario al sacerdote para que inciense el evangelio. Cuando termina de inciensar lo entrega al turiferario y este permanece a un lado hasta que termina el evangelio.
  • Durante el ofertorio, después de que el sacerdote se lava las manos, de nueva cuenta se entrega el incensario al sacerdote para que inciense el altar.
  • Durante la consagración, el turiferario debe hincarse al frente del altar, y al momento de que el sacerdote levanta el pan el turiferario lo inciensa por tres veces hacia adelante, en tres ocasiones. Esto es, levanta el inciensario e inciensa uno, dos, tres. Después baja el incensario y otra vez, uno, dos, tres. Y una vez más. Igual se hace 3 x 3 cuando el sacerdote levanta el cáliz.
  • Generalmente no se utiliza el incensario en la procesión de salida (donde sólo se lleva como en la entrada). Sin embargo, esto depende del gusto del sacerdote celebrante, por lo que vale la pena preguntarle antes que si quiere se use el incensario al final.

Como utilizar el incensario

El incensario consiste en una taza, o tazón, que descansa sobre una base firme y tiene una cacerola movible con un hueco para sostener carbón encendido, una tapa o cubierta, y cuatro cadenas de tres pies de largo, tres de las cuales unen el recipiente a un disco circular, mientras que la cuarta se utiliza para elevar la tapa, a la que un extremo está conectado, y la otra pasa a través de un agujero en el disco y termina en un pequeño anillo. Para llevar el incensario, se agarran las cadenas en la mano justo debajo del disco, teniendo cuidado de mantener la base elevada a una altura de seis u ocho pulgadas de la tierra y de balancearla suavemente hacia adelante y atrás con el fin de que la corriente de aire así creado pueda hacer que el fuego queme las gomas aromáticas o incienso que se pone en él cada vez que el incensario se está utilizando.

Fuente