Intolerancia a la lactosa

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Intolerancia a la lactosa
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Concepto:Trastorno que se caracteriza más por calambres, dolor abdominal, distensión abdominal, estreñimiento y diarrea.

La intolerancia a la lactosa es la incapacidad de digerir cantidades significativas de lactosa. Es causada en parte, por la escasez de la lactasa, una enzima producida por las células que recubren el intestino delgado. La lactasa rompe la lactosa en formas simples de azúcar, glucosa y galactosa, para que puedan ser absorbidos y utilizados por el cuerpo. Los bebés tienen los más altos niveles de lactasa, que ayuda a digerir la leche de su madre.

La intolerancia a la lactosa se caracteriza por calambres, dolor abdominal, distensión abdominal, estreñimiento y diarrea.

Signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa

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Los síntomas de intolerancia a la lactosa incluyen: gases, calambres, dolor abdominal, náuseas, distensión abdominal y diarrea. La lactosa no digerida puede resultar en diarrea. El hidrógeno que se produce, provoca gases e hinchazón.


Diagnóstico

El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (Instituto nacional de diabetes y enfermedades digestivas y renales) informa que “de 30.000.000 a 50.000.000 de estadonudenses padecen intolerancia a la lactosa”.

Según el libro The sensitive gut (‘El intestino sensible’), editado por la Facultad de Medicina de Harvard, se calcula que “hasta el 70 % de la población mundial presenta algún tipo de problema con la lactosa”.

La lactosa (azúcar de la leche) se descompone en dos azúcares más sencillos ―glucosa y galactosa― gracias a la acción de la enzima lactasa. Este proceso, que tiene lugar en el intestino delgado, hace posible que la glucosa sea absorbida por el torrente sanguíneo.

Sin embargo, cuando hay déficit de lactosa, la lactosa pasa al intestino grueso sin descomponerse y empieza a fermentar, produciendo ácidos y gases.

Este trastorno, llamado intolerancia a la lactosa, ocasión algunos de los síntomas mencionados al principio, o todos ellos. El organismo segrega lactasa en grandes cantidades durante los dos primeros años de vida, pero como la producción va disminuyendo con el tiempo, muchas personas ni se imaginan que sufren de esta afección.

¿Es una alergia?

Hay quienes creen que son alérgicos a la leche debido a las reacciones que sufren tras consumir un producto lácteo. Así pues, ¿se trata de alergia,* o de intolerancia? De acuerdo con algunos alergólogos, las verdaderas alergias a los alimentos no son muy comunes; de hecho, solo afectan al 1 o 2% de la población. Y aunque en los niños hay una mayor incidencia, los casos no superan el 8%. Pese a que la alergia y la intolerancia a la lactosa presentan síntomas parecidos, existen diferencias.

Cuando alguien come o bebe algo a lo que es alérgico, el sistema inmunológico comienza a defender el organismo estimulando la liberación de histamina, con lo que se producen varios síntomas, como hinchazón de los labios o la lengua, urticaria (sarpullido) o asma.

La intolerancia a la lactosa no causa estos síntomas porque en ella no interviene el sistema inmunológico. En ese caso, la reacción obedece a que el cuerpo es incapaz de dirigir determinado alimento.

¿Cómo reconocer la diferencia? The Sensitive Grut responde: “La reacción alérgica [..] se produce a los pocos minutos de ingerir el alimento que la provoca. Cuando el malestar se presenta como mínimo una hora después, lo más probable es que se trate de un caso de intolerancia”.

Efecto en el lactante

La reacción adversa a la leche resulta angustiante tanto para el bebé como para los padres. Si el pequeño tiene diarrea, es conveniente consultar a un pediatra, pues podría deshidratarse. En el caso de intolerancia, algunos médicos recomiendan sustituir la leche con un suplemento alimenticio adecuado, pues n muchas ocasiones de ha observado alivio.

Por otro lado, cuando se trata de una alergia, la sustitución es más preocupante. Hay médicos que recetan antihistamínicos, pero si se experimenta dificultad respiratoria, deben tomarse otras medidas, pues si bien no es lo habitual, podría producirse un choque anafiláctico, a veces mortal.

Si el lactante comienza a vomitar, podría padecer una extraña dolencia llamada galactosemia. Como se mencionó anteriormente, la galactosa se separa de la lactosa por acción de la lactasa. Aun así, la galactosa debe convertirse en glucosa. Cunado hay una acumulación de galactosa, el bebé puede sufrir daños graves en el hígado, deformación de los riñones, retraso mental, hipoglucemia y hasta cataratas.

En esos casos es vital eliminar por completo la lactosa de la dieta del niño lo antes posible.

Dieta

Es muy común que las personas eviten alimentos que contengan lactosa por completo, pero normalmente no es necesario y puede contribuir a la deficiencia de calcio.

Algunas estrategias dietéticas para las personas con intolerancia a la lactosa incluyen:

  • Beba una taza o menos de la leche a la vez.
  • Consuma leche y productos lácteos, con las comidas, en lugar de solos.
  • Pruebe la leche baja en lactosa.
  • Pruebe con yogur, en lugar de leche.

Si usted acaba de desarrollar intolerancia a la lactosa, es importante consultar con su médico.

La intolerancia a la lactosa también puede ser causada por medicamentos o por una condición subyacente, que daña las células que recubren el intestino, tales como

Fuentes