Israel se convierte en Reino

Israel se convierte en Reino

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El Reino de Israel (en hebreo: מַלְכוּת יִשְׂרָאֵל, Maljut Yisraeil) abarcaba en la época de máxima expansión una extensión muy superior a la del actual estado de Israel, ya que se extendía del sur del Líbano a la península del Sinaí y del mar Mediterráneo al río Jordán, según las descripciones de Samuel. Las controversias aparecen constantemente: Según Finkelstein y Silberman, en la época de los reinados de David y Salomón Jerusalén parece estar despoblada o con solo unos cientos de habitantes: insuficientes para gobernar un imperio que abarcase desde el Éufrates a Eilath. Aseguran que la primera referencia independiente para el Reino de Israel es de 890 a. C., mientras que para el de Judá es aproximadamente 750 a. C. Sugieren que, debido a los prejuicios religiosos, los historiadores posteriores (es decir, los autores bíblicos) suprimieron los logros de la dinastía de Omrí (que la Biblia describe como politeístas) achacándolos a una supuesta edad de oro de los gobernantes monoteístas. 1020 a. C.: los israelitas quedan bajo el reinado de Saúl El reinado de Saúl fue corto, gobernó relativamente pocos años y fue acusado de corrupto, aunque algunos manuscritos antiguos dan la cifra de 40 años (cf. Nuevo Testamento, que le da un reinado de cuarenta años); aunque basándose en el número de las batallas que se le atribuyen, es probable que reinase veintidós años. Murió en batalla contra los filisteos; (combate de Gilboá) batalla en la que David no participa, pues, siendo perseguido, tuvo que refugiarse al lado de un líder filisteo (Aquis). Según las fuentes, David y Saúl se habían convertido en enemigos, por lo menos desde el punto de vista de Saúl. Las fuentes describen a Jonatán, hijo de Saúl, o bien a Michal, su hija, (fuente anti-monárquica y monárquica respectivamente) como quien ayudó a David a escapar de Saúl, aunque asumiendo la reconciliación antes de su muerte. David ya había sido "ungido" como rey por Samuel (antes de la muerte de Saúl), pero un heredero, Ishbaal ben Saúl, asumió el control de Israel. Este gobernó solamente dos años antes de que lo asesinaran.

1007 a. C.: David como rey de Judá

David se convirtió en rey (pero únicamente de la tribu sureña: Judá). Gobernaría desde la ciudad de Hebrón durante siete años, para recién después ser designado rey de toda la nación ===(Israel y Judá).=== Cierto número de críticos y eruditos bíblicos han sugerido que David consiguió esa ansiada unificación de las 12 tribus con base en su carisma, pero lo que realmente parece legitimarlo es su férrea determinación de hacer cumplir la Ley de Yahvé (Jehová). [Los líderes de las tribus le dijeron: “hueso y carne tuya somos” (2ª Sam 5:1-3)]. El líder judío sería –con su valentía y piedad- el unificador de las tribus israelíes. Consiguió también hacer de Jerusalén la capital de la nación y algo largamente añorado por los fieles: recuperar y traer el Arca de la Alianza (cuyo culto había perdido intensidad en tiempo de los Jueces ) (Jos 7:6; 2ª Sam 6:2) De acuerdo a las Escrituras, en la segunda mitad de su reinado aparecen desvíos, algunos crímenes y ciertas conjuras que culminan con Absalom, hijo de David, propuesto como nuevo rey. La Biblia entonces describe como un gran sector del pueblo se rebela y asume el control de Judea, forzando a David al exilio al este del Jordán. Según Samuel, David lanzó un contraataque y triunfó, aunque con la pérdida de Absalom, su hijo. Reconquistada Judea, y afirmado el control sobre Israel, David regresa al oeste del Jordán, aunque continúa sufriendo rebeliones por parte de Israel, superando con éxito cada una.

1000 a. C.: David reina en Jerusalén

Según las escrituras, David emprendió campañas militares contra los enemigos de Judá e Israel, y derrotó a enemigos tales como los filisteos, amonitas y arameos, consiguiendo así que las fronteras permanecieran seguras, aunque sufrió la sublevación de su hijo Absalom, erigido como rey en Hebrón, que fue derrotado y muerto por las tropas de David. Tras arrebatar Jerusalén a los jebuseos, trasladó a esta ciudad fortificada la corte, que estaba en Hebrón, y el Arca de la Alianza, que se encontraba en Quiryat Yearim. Bajo su gobierno, Israel pasó de reino a imperio, y su esfera de influencia militar y política en el Oriente Medio se amplió, controlando a estados más débiles como a los filisteos, Moab, Edom, Ammon, y convirtiendo en vasallas a algunas ciudades-estados arameas (Aram-Zobah y Aram-Damasco). Las fronteras iban del mar Mediterráneo al desierto árabe, del mar Rojo al río Éufrates. Algunos arqueólogos modernos, aunque minoritarios, creen que el área bajo control de Judá e Israel en esta época, excluyendo los territorios fenicios en la costa mediterránea, no excedía de 34.000 km²; de éstos, el reino de Israel abarcaba cerca de 24.000 km² Sin embargo, La interpretación de la evidencia arqueológica sobre el alcance y la naturaleza de Judá y Jerusalén en el siglo 10 antes de Cristo es un tema de intenso debate. Israel Finkelstein y Zeev Herzog de Universidad de Tel Aviv piensa que el registro arqueológico no apoya la opinión de que Israel en ese momento era un estado importante, sino más bien un pequeño reino tribal. Finkelstein dice en suLa Biblia desenterrada(2001): "[O] n la base de estudios arqueológicos, Judá se mantuvo relativamente vacía de población permanente, muy aislados y la derecha muy marginal hasta después de la hora prevista para el David y Salomón, sin grandes centros urbanos y sin jerarquía pronunciada de caseríos, aldeas y ciudades. De acuerdo con Zeev Herzog "la monarquía unida de David y Salomón, que es descrito por la Biblia como un poder regional, era a lo sumo un pequeño reino tribal " En el otro William G. Dever William Dever, en su ¿Qué hicieron los escritores bíblicos y que sabían?, sostiene que la evidencia arqueológica y antropológica apoya el relato bíblico amplia de un Estado de Judea en el siglo 10 antes de Cristo. Encuestas de la superficie se encuentra destinada a la localización y cambios en los patrones de asentamiento de población han demostrado que entre los siglos 16 y 8 a. C., período que incluye los reinos bíblicos de David y Salomón, toda la población de la región montañosa de Judá, no era más que unos 5.000 personas, la mayoría de ellos pastores errantes, con la zona urbanizada toda consta de una veintena de pequeños pueblos.

965 a. C.: reinado de Salomón

Reconstrucción del Templo de Salomon. A la muerte de David le sucedió su hijo Salomón, que obtuvo el reino sobre su hermano mayor, Adonías, a quién tuvo que eliminar más adelante. El reinado de Salomón trajo una paz sin precedentes. Tanto David como Salomón firmaron alianzas con el rey Hiram I de Tiro, y a cambio de la entrega de tierras llegaron en gran número artesanos, trabajadores expertos, dinero, joyas, madera de cedro y otras mercancías. El palacio de David y el templo de Salomón se suponen construidos con la ayuda de recursos tirios y gracias a sus arquitectos, como Hiram. Salomón reconstruyó gran número de ciudades importantes, como Megido, Hazor, y Gazer (ésta ha sido excavada por arqueólogos, y se han descubierto grandes construcciones, como los establos para los caballos de Salomón, junto con fuentes para abrevaderos). Emprendió numerosas obras arquitectónicas, entre las que destaca por encima de todas la construcción del Templo de Jerusalén como asiento para el arca de la Alianza; también levantó un palacio y realizó obras públicas como un terraplén que unía el templo con la ciudad de Jerusalén. Reinó durante 40 años, durante los cuales pudieron ‘formar un pueblo’, tener prosperidad, y vivir ‘siguiendo los preceptos del Señor’ (1ª Re 3:20, 8:25). Salomón había obtenido Sabiduría la cual estaba basada en Seguir los mandamientos de Dios- (Sal 119:98,104 –ver 1ª Re 2:2; Job 28:28-). Durante ese período, la seguridad interna y el control de las vías de comunicación facilitaron la expansión del comercio, lo cual incrementaba la prosperidad aunque se acercaba peligrosamente al modo de vida de los cananeos (que la Ley de Yahvé repudiaba) . Mantuvo relaciones con Ofir y Saba. Llegó a ser el rey más rico de todos (1ª Re 9:26; 10:4). Pero en la última etapa de su reinado, la corrupción iba en aumento; la corte y la burocracia se expandían (1ª Re 4; 11:3). En la conclusión de las transacciones con el rey Hiram I de Tiro demostró no ser justo, sino que trató de sacar ventajas (1ª Re 9:12-14). En medio de una vida suntuosa permitió el ascenso de muchos sacerdotes que eran indignos (2ª Re 23:13, 5). Era evidente que los inconvenientes no tardarían en surgir. A la muerte de Salomón circa 926 a. C., dejando como heredero a su hijo Roboam, las tensiones entre el norte de Israel (que contenía las 10 tribus norteñas), y la sección meridional con las tribus de Judá y Benjamín con capital en Jerusalén, alcanzaron un punto de crisis. Cuando en 920 a. C. Roboam desoyó las quejas económicas, Israel quedó partido en 2 reinos: el de Israel (incluyendo Siquem y Samaria) en el norte y el de Judá (con Jerusalén) en el sur; la mayoría de las provincias no-hebreas se separaron. El reino de Israel, al norte, se mantuvo como estado independiente desde el año 930 a. C. hasta el 720 a. C., cuando fue conquistado por el imperio asirio. El reino de Judá, existió hasta el 586 a. C., cuando fue conquistado por el imperio babilónico.

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Fuentes

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