Jacinto María Cormier

Jacinto Mª. Cormier
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Sacerdote
NombreBeato Fray Jacinto Mª. Cormier
Nacimiento8 de diciembre de 1832
Bandera de Francia Francia
Fallecimiento17 de diciembre de 1916
Bandera de Francia Francia
NacionalidadFrancesa
OcupaciónSacerdote

Beato Fray Jacinto Mª. Cormier. Francés de origen, entró en la Orden siendo ya sacerdote.

Síntesis biográfica

Nació el 8 de diciembre de 1832 en Francia.

Funciones que realizó

Desarrolló diversos cometidos importantes: secretario del Maestro, formador de novicios, prior conventual, provincial y Maestro de la Orden 1904-1916. Si bien destacó en cada encargo, brilló sobre todo como Maestro, en particular por su interés por la buena formación de los dominicos, de acuerdo con el espíritu del Fundador de la Orden, Santo Domingo, quien no dudó en enviar sus primeros frailes a estudiar a París y Bolonia, convirtiendo la preparación intelectual en santo y seña de su Orden. Santo Domingo, con no pequeña innovación, insertó profundamente en el ideal de su Orden el estudio dirigido al ministerio de salvación. La sintonía de Cormier con este ideal quedó evidenciada, sobre todo, en la atención que dedicó a los dos centros de estudio más emblemáticos de la Orden: en Roma y en Jerusalén.

La Orden

El Maestro de la Orden, por ser sucesor de Santo Domingo, es el prelado propio e inmediato de todos los frailes, conventos y provincias. A lo largo de su existencia, la Orden ha sido dirigida por 86 Maestros. Uno de los más eminentes fue el Fray Jacinto Mª. Cormier (1832-1916). Francés de origen, entró en la Orden siendo ya sacerdote.

La Orden tenía en Roma, desde la Edad Media, el Colegio de Santo Tomás para la formación de los dominicos. Cormier estimuló su desarrollo y logró que fuera promovido a Ateneo Pontificio Anqelicum, con equiparación de sus grados académicos con los de las Universidades Cató1icas (1908). Sería elevado a Universidad Pontificia en 1963.

Por su parte, el dominico Marie-Joseph Lagrange había fundado en Jerusalén un centro superior de estudios bíblicos (1890), que no tardaría en convertirse en referencia para la ciencia bíblica. Su objetivo era investigar la Biblia en profundidad, con criterios técnicos y aplicando lo positivo del método crítico-literario de los biblistas alemanes (protestantes), adalides en la materia.

Este enfoque de la Biblia suscitó convulsión en los ambientes cató1icos tradicionales, con oposición fuerte y críticas a Lagrange. Su eco repercutía en la dirección de la Orden. Cormier actuó con toda prudencia, salvando y animando la labor científica de la Escuela de Jerusalén y evitando posibles excesos. Lo demuestra su prolífica correspondencia epistolar con Lagrange. He contado 91 cartas que le escribió; la última fue el 30 de agosto de 1916. Su actuación logró el éxito deseado.

Muerte

Falleció el 17 de diciembre de 1916 y está enterrado en el Angelicum.

Fuente