Joaquín Acosta Fonseca

Joaquín Acosta
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Patriota y abogado de Bayamo.
NombreJoaquín Acosta Fonseca
Nacimiento1829
Bandera de Cuba Cuba
HijosMaría y Manuela
PadresDomingo Acosta Santiesteban y Doña Mariana Fonseca

Joaquín Acosta Fonseca. Patriota, abogado y uno de los más ricos terratenientes de la ciudad de Bayamo.

Síntesis biográfica

Nació en 1829 en el seno de la familia de Don Domingo Acosta Santiesteban y Doña Mariana Fonseca.

Cursó estudios en su pueblo natal y se graduó de Bachiller en Leyes en el colegio San Carlos de La Habana. En 1846 ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana y cuatro años después concluyó su carrera con excelentes notas.

Mantuvo relaciones íntimas con Manuela Yero, con quien tuvo dos hijas: María y Manuela. En 1863 legó bienes a estas muchachas y a la hija adoptiva Mercedes Suris.

Labor como abogado

Abrió bufete en Bayamo, donde obtuvo una numerosa clientela, atendiendo pleitos, juicios y negocios. En 1853 cuando falleció el padre obtuvo por herencia la hacienda Laguna Blanca. A la par de las actividades en el foro desarrolló importantes negocios agrícolas, adquiriendo por compra numerosas fincas, las cuales dedicó a la crianza de ganado y cultivos menores. Para las labores en sus propiedades consiguió mano de obra esclava.

Desde 1855 se vinculó al paisano y colega Carlos M. de Céspedes para luchar por el logro de la independencia de su patria. Este movimiento hubo de diferirse por la falta de pertrechos y la persecución que sufrieron los “desafectos” a la Corona.

Labor revolucionaria

En 1864 estuvo dispuesto a la lucha separatista, participando en reuniones junto a Carlos Manuel de Céspedes, Francisco V. Aguilera, Donato Mármol y Perucho Figueredo, entre otros compiscuos bayameses.

En julio de 1866 los patriotas de Bayamo fundaron la logia masónica Estrella Tropical No. 19, llevando Joaquín Acosta el nombre fraternal de Guamá. Adelantada la conspiración el 14 de agosto de 1867 acudió a la creación del Comité Revolucionario de Bayamo.

Joaquín agrupó en torno suyo a gran número de conjurados, con los que alzó el 13 de octubre de 1868, dio la libertad a sus esclavos y marchó al ingenio Las Mangas a unirse a Perucho Figueredo. Participó en la toma de la ciudad de Bayamo, la que cayó en poder de las fuerzas comandadas por Carlos M. de Céspedes el día 20 de ese mismo mes.

En noviembre de 1868 Céspedes lo ascendió a general de brigada y le confió el mando del Distrito Militar de Bayamo. El día 8 de este mes el conde de Valmaseda le escribió para que depusiera las armas con amplias garantías. Acosta, Aguilera y Lucas del Castillo le contestaron que estaban dispuestos a todos los sacrificios y que jamás volverían a ser esclavos de ningún poder extranjero.

Las fuerzas bajo su mando, formadas por unos 120 hombres, atacaron sistemáticamente a las columnas de Valmaseda, hasta agotar las últimas municiones. En marzo de 1869 se encontraba junto al general Céspedes al norte de Yara y a principios de abril formó parte de la comitiva de orientales que marcharon a Guáimaro con el propósito de formar un único gobierno.

Incendio de Bayamo

Cuando en enero de 1869 la división española del conde de Valmaseda derrotó las fuerzas cubanas de los generales Donato Mármol y Modesto Díaz en el Saladillo y Cauto Embarcadero, el general Joaquín Acosta fue el que propuso que ante las desgracias y los horrores próximos a desencadenarse sólo cabía una resolución:

“¡Prendámosle fuego al pueblo! ¡Que las cenizas de nuestros hogares le digan al mundo de la firmeza de nuestra resolución de liberarnos de la tiranía de España!”.

A cargo del general Acosta quedaron los archivos del Gobierno de Bayamo, los que escondió en algunas cuevas de las serranías. Nunca han aparecido. Llevó a su familia para las fincas establecidas en la Sierra Maestra con vista a resguardarla de las depredaciones del enemigo.

Participación activa

En octubre de 1874 condenó la deposición de Carlos Manuel de Céspedes, por estimar que era un ultraje al iniciador de la lucha. Esta posición lo alejó de la posibilidad de ocupar un puesto como representante en la Cámara insurrecta, como se sabe integrada por los enemigos del Padre de la Patria.

En abril de 1875 estuvo en Lagunas de Varona, donde se había reunido un gran contingente de patriotas, bajo el mando del general Vicente García, para pedir la renuncia del Presidente Salvador Cisneros. Aunque Acosta compartía el criterio de los amotinados criticó y se opuso a la manera de llevarla a cabo.

En 1878 Joaquín Acosta pasó a la Brigada de Guantánamo, donde lo sorprendió el Paz del Zanjón, con el cual no estuvo de acuerdo, pues no contemplaba la independencia de Cuba. Pero las complejas circunstancias creadas después de la Protesta de Baraguá y la salida del general Antonio Maceo para Jamaica, lo obligaron a capitular.

Volvió para Bayamo dedicando sus esfuerzos a rehacer el bufete y su clientela. En 1883 pasó a residir en Manzanillo donde se casó con Doña Teresa Lasso y Figueredo, y donde aceptó el puesto de Registrador de la Propiedad. Tomó parte de la conspiración conocida como La Paz del Manganeso, fomentada por el general Antonio Maceo.

Fuente