John Dewey

John Dewey
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John Dewey
Nacimiento20 de octubre de 1859
Burlington, Vermont, Bandera de los Estados Unidos de América
Fallecimiento1 de junio de 1952
Nueva York, Bandera de los Estados Unidos de América
Nacionalidadestadounidense
EducaciónArtes
Alma materUniversidad de Vermont
Ocupaciónpedagogo, psicólogo, filósofo
CónyugeAlice Chipman
Obras destacadas«Escuela y sociedad» (1899)
«Experiencia y naturaleza» (1925)
«Arte y experiencia» (1934)
«Lógica, teoría de la investigación» (1938)

John Dewey. Filósofo idealista norteamericano que ha ejercido una gran influencia sobre la filosofía burguesa y sobre la sociología, la estética y la pedagogía de los Estados Unidos; fundador de la «escuela de Chicago» del pragmatismo. Hegeliano en un principio, después de pasar por el positivismo evolucionista elaboró una nueva versión del pragmatismo a la que dio el nombre de «instrumentalismo» o «naturalismo humanista». Dewey vela cuidadosarnente la esencia idealista subjetiva y agnóstica de su filosofía, dirigida contra la teoría materialista del reflejo.[1]

En sus trabajos sociológicos, se presenta como campeón del liberalismo burgués (de la «libertad regulada» y de la «igualdad de posibilidades») y del individualismo. A la lucha de clases y a la revolución socialista, contrapone la colaboración de clases y el mejoramiento de la sociedad por medio de reformas pedagógicas.[1]

El «método experimental» de la pedagogía de Dewey se basa en la educación de la destreza individual, de la iniciativa y del espíritu de empresa en detrimento de la adquisición de conocimientos científicos. Estuvo al frente de la «Liga de la acción política independiente», que participó con mucho empeño en la propaganda antisoviética. Obras: «Escuela y sociedad» (1899), «Experiencia y naturaleza» (1925), «Arte y experiencia» (1934), «Lógica, teoría de la investigación» 1938), etc.[1]

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nace en Burlington (Vermont) en 1859, hijo de un comerciante. Se graduó en Artes en la Universidad de Vermont en 1879, después de un breve período como maestro de escuela en Pennsylvania y en Vermont continuó sus estudios en el departamento de filosofía de la universidad John Hopkins y se doctoró en Filosofía en 1884.

Al obtener el doctorado con una tesis sobre la psicología de Kant, Dewey acompañó a George S. Morris a la universidad de Michigan, donde lo sucedió en la dirección del departamento de filosofía. La larga e influyente carrera de Dewey en educación comenzó en la Universidad de Michigan, donde enseñó desde 1884 a 1888. Durante los 10 años que pasó en Chicago (1894-1904), Dewey elaboró los principios fundamentales de su filosofía de la educación y empezó a vislumbrar el tipo de escuela que requerían sus principios, posteriormente fue profesor en las universidades de Minnesota, Chicago y Columbia desde 1904 hasta su jubilación como profesor emérito en 1931.

Matrimonio

En Michigan, Dewey conoció a su futura esposa, Alice Chipman, quien influyó más que nadie en la orientación que tomarían sus intereses a finales del decenio de 1880. Dewey reconoció que ella había dado “sentido y contenido” a su labor y que tuvo una influencia importante en la formación de sus ideas pedagógicas.

Se interesó activamente por la enseñanza pública y fue miembro fundador y administrador del Club de Doctores de Michigan, que fomentó la cooperación entre docentes de enseñanza media y de enseñanza superior del Estado. Cuando fue invitado a la recién fundada universidad de Chicago, Dewey insistió para que su nombramiento incluyera la dirección de un nuevo departamento de pedagogía, consiguiendo que se creara una “escuela experimental” para poder poner sus ideas a prueba.

Muerte

Fallece el 1 de junio de 1952 en Nueva York, a la edad de 92 años.

Aportes

Pensamiento filosófico

Como filósofo, Dewey subrayó todo lo práctico, esforzándose en demostrar cómo las ideas filosóficas pueden actuar en los asuntos de la vida diaria. Su planteamiento lógico y filosófico era de cambio permanente, adaptándose a las necesidades y a las circunstancias concretas. El proceso de pensamiento en su filosofía es un medio de planificar la acción y de superar los obstáculos entre lo que hay y lo que se proyecta. La verdad es una idea que ha penetrado en la experiencia práctica. Dewey siguió al filósofo y psicólogo americano William James, fundador del movimiento filosófico del pragmatismo; la propia filosofía de Dewey, llamada también instrumentalismo o experimentalismo, deriva del pragmatismo de James.

Su pensamiento se basaba en la convicción moral de que “democracia es libertad”, por lo que dedicó toda su vida a elaborar una argumentación filosófica para fundamentar esta convicción y a militar para llevarla a la práctica. El compromiso de Dewey con la democracia y con la integración de teoría y práctica fue sobre todo evidente en su carrera de reformador de la educación. Los esfuerzos de Dewey por dar vida a su propia filosofía en las escuelas estuvieron acompañados de controversias y hasta hoy día siguen siendo un punto de referencia en los debates acerca de los fallos del sistema escolar norteamericano.

Principios pegagógicos

Sus trabajos sobre la educación tenían por finalidad sobre todo estudiar las consecuencias que tendría su instrumentalismo para la pedagogía y comprobar su validez mediante la experimentación.

Dewey afirmaba que los niños no llegaban a la escuela como limpias pizarras pasivas en las que los maestros pudieran escribir las lecciones de la civilización. Cuando el niño llega al aula ya es intensamente activo y el cometido de la educación consiste en tomar a su cargo esta actividad y orientarla. Cuando el niño empieza su escolaridad, lleva en sí cuatro impulsos innatos –el de comunicar, el de construir, el de indagar y el de expresarse de forma más precisa– que constituyen los recursos naturales, el capital para invertir, de cuyo ejercicio depende el crecimiento activo del niño. El niño también lleva consigo intereses y actividades de su hogar y del entorno en que vive y al maestro le incumbe la tarea de utilizar esta materia prima orientando las actividades hacia resultados positivos.

La pedagogía de Dewey requiere que los maestros realicen una tarea extremadamente difícil, que es reincorporar a los temas de estudio en la experiencia. Los temas de estudio, al igual que todos los conocimientos humanos, son el producto de los esfuerzos del hombre por resolver los problemas que su experiencia le plantea, pero antes de constituir ese conjunto formal de conocimientos, han sido extraídos de las situaciones en que se fundaba su elaboración.

Dewey pedía a los maestros que integraran la psicología en el programa de estudios, construyendo un entorno en el que las actividades inmediatas del niño se enfrenten con situaciones problemáticas en las que se necesiten conocimientos teóricos y prácticos de la esfera científica, histórica y artística para resolverlas. Les corresponde a los maestros conseguir que todos los días existan las condiciones que estimulen y desarrollen las facultades activas de sus alumnos.

Decia Dewey, si los maestros enseñaran de esta forma, orientando el desarrollo del niño de manera no directiva, tendrían que ser profesionales muy capacitados, perfectamente conocedores de la asignatura enseñada, formados en psicología del niño y capacitados en técnicas destinadas a proporcionar los estímulos necesarios al niño para que la asignatura forme parte de su experiencia de crecimiento.

Escuela de Dewey

Dewey declaró en 1896 que “la escuela es la única forma de vida social que funciona de forma abstracta y en un medio controlado, que es directamente experimental, y si la filosofía ha de convertirse en una ciencia experimental, la construcción de una escuela es su punto de partida”. En 1894 decía a su esposa: “Cada vez tengo más presente en mi mente la imagen de una escuela; una escuela cuyo centro y origen sea algún tipo de actividad verdaderamente constructiva, en la que la labor se desarrolle siempre en dos direcciones: por una parte, la dimensión social de esta actividad constructiva, y por otra, el contacto con la naturaleza que le proporciona su materia prima".

En enero de 1896, abrió sus puertas la Escuela experimental de la universidad de Chicago. Empezó con 16 alumnos y 2 maestros, pero en 1903 ya impartía enseñanza a 140 alumnos y contaba con 23 maestros y 10 asistentes graduados. La mayoría de los alumnos procedían de familias de profesiones liberales y muchos eran hijos de colegas de Dewey. La institución pronto se conoció con el nombre de “Escuela de Dewey” ya que las hipótesis que se experimentaban en ese laboratorio eran estrictamente las de la psicología funcional y la ética democrática de Dewey.

Habida cuenta de que las actividades ocupacionales se encaminaban, por una parte al estudio científico de los materiales y procesos que requería su realización, y por otra parte hacia su función en la sociedad y la cultura, el interés temático por las ocupaciones proporcionó no sólo la ocasión para una formación manual y una investigación histórica, sino también para un trabajo en matemáticas, geología, física, biología, química, artes, música e idiomas.

En esta escuela no sólo el interés del niño por una actividad concreta (construcción de una maqueta de granja) sirve de fundamento para enseñar un tema de estudio (medidas y fracciones matemáticas), sino también cómo familiarizarlo con los métodos empíricos de solución de problemas, en los que los errores constituyen una parte importante del aprendizaje. La clave de la pedagogía de Dewey consistía en proporcionar a los niños “experiencias de primera mano” sobre situaciones problemáticas, en gran medida a partir de experiencias propias, ya que en su opinión “la mente no está realmente liberada mientras no se creen las condiciones que hagan necesario que el niño participe activamente en el análisis personal de sus propios problemas y participe en los métodos para resolverlos (al precio de múltiples ensayos y errores)".

Obras

Su abundante obra se muestra en libros como: Psicología (1887), La escuela y la sociedad (1889), Democracia y Educación (1916), La reconstrucción en la filosofía (1920), Naturaleza humana y conducta (1922), La búsqueda de la certeza (1929), El arte como experiencia (1934), Lógica: la teoría de la pregunta (1938) y Problemas del hombre (1946).

Enlaces externos

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 118. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre "Diccionario" está definido varias veces con contenidos diferentes Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre "Diccionario" está definido varias veces con contenidos diferentes

Fuentes