Joroba de búfalo

Joroba de búfalo
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Concepto:Es concretamente una almohadilla de grasa dorsocervical. Esto ocurre a partir de un cambio fisiológico que resulta en una protuberancia. Dependiendo de qué tan grave es el caso, el nódulo de grasa puede ser mínimo e imperceptible; o lo suficientemente grande y notorio como para interferir con las actividades diarias.

Joroba de búfalo: Es el nombre común dado a un nódulo graso que se forma en la parte posterior del cuello. Esto es básicamente un síntoma que puede indicar diversas condiciones. Si estás en riesgo de desarrollar esta afección, debes estar enterado de las primeras señales, para que las detectes a tiempo y establezcas un plan de acción con tu médico como guía.

Causas

Esta afección es causada por varios factores distintos, por lo que no funciona como parte de un diagnóstico definitivo para ninguna condición especifica. A menudo, se trata de un síntoma común del síndrome de Cushing; en cuyo caso, los nódulos de grasa se deben al hipercortisolismo o exceso en la producción de cortisona. La "joroba de búfalo" es también un efecto secundario común de algunos medicamentos utilizados para tratar pacientes con VIH. En ese caso, será parte de una condición generalizada conocida como lipodistrofia, que ocurre cuando algunas partes del cuerpo acumulan grasa y otros componentes, mientras que otras acumulan grasa y desechos. Esta condición también puede ser causada por algunos medicamentos con esteroides o por la obesidad extrema.

Efectos

Los efectos de esta afección dependerán de la gravedad de la situación. Una pequeña protuberancia puede no ser más que una molestia menor. Sin embargo, si llegado el momento aumenta de tamaño, es posible que interfiera con la ropa que se usa. Así mismo, puede causar ansiedad, temor y vergüenza y afectar al modo habitual en que el individuo convive con terceras personas y se desarrolla fuera de casa. Un caso de este tipo que se ha dejado sin tratamiento, derivará en una afectación considerable de la autoestima y la capacidad para relacionarse.

Tratamiento

Si tu caso tiene que ver con algún medicamento, recuerda que puedes discutirlo y buscar una solución con tu médico. Él está capacitado para ajustar tus dosis o modificar tu prescripción con miras a reducir el problema. No obstante, quizá tengas que sopesar los inconvenientes frente a los beneficios que estás recibiendo mediante el tratamiento que estás llevando. En algunas personas, especialmente cuando su caso tiene que ver con la obesidad, es posible frenar y reducir el problema a base de dieta y ejercicio. Ambas condiciones pueden ser controladas a través del cuidadoso control de la diabetes. La hipoglucemia debería ser tratada tan pronto como el paciente se de cuenta de ella. De hecho, la Asociación Americana de Diabetes (2009) dice que "en caso de duda, trátala" para dejarle saber a la gente que es mejor hacer algo de inmediato en lugar de esperar y, posiblemente, permitir que la situación se salga de control. En el caso de la neuropatía autonómica, la Asociación Americana de Diabetes (2009) afirma que "si mantienes tu nivel de glucosa en los niveles deseados, puedes ayudar a prevenir o retrasar el daño del nervio". Tanto la hipoglucemia como la neuropatía autonómica pueden ser peligrosas, pero con el cuidado adecuado de la diabetes, los pacientes deberían poder evitar que su condición se convierta en un problema significativo.

Consideraciones

Algunas condiciones, como la osteoporosis, llegan a causar síntomas que se asemejan a la "joroba de búfalo". Por seguridad, nunca debes tratar de autodiagnosticarte. Si estás desarrollando una protuberancia entre los hombros, pide una cita con tu médico para hablar de ello y descubrir la verdadera causa. Ten en cuenta que puede tratarse de un grave padecimiento subyacente.

Ejercicios

  • Para disminuir la joroba de búfalo y tonificar el cuello y los hombros, haz ejercicios de resistencia. Pon tus manos por detrás de tu cabeza uniendo los dedos si deseas, y presiona hacia adelante. Mantén la posición durante 5 segundos, relaja y repite.
  • Ponte de pie con los pies separados a lo ancho de los hombros y sostén una barra de pesas a esa misma distancia. Ponla por debajo de tu mentón y realiza una flexión elevando las pesas hasta lograr extender los brazos por completo. Posteriormente, baja la barra hasta por arriba del pecho y realiza 10 repeticiones.
  • Si la obesidad es la causante de la formación de esta joroba, el ejercicio aeróbico puede ayudar a quemar esa grasa y reducir peso simultáneamente. Camina regularmente, ya sea en la calle o en una cinta y escoge la intensidad y la distancia a recorrer dependiendo siempre de tu estado físico. Camina al menos 150 minutos a la semana e incrementa la duración gradualmente junto con la intensidad y la velocidad. Elige caminos irregulares con cuestas arriba y abajo, escalones, etcétera.

Fuentes