José Antonio González (crítico de cine)

José Antonio González
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NombreJosé Antonio González Marrero
Nacimiento28 de enero de 1945
Matanzas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento3 de septiembre de 1989)
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAccidente aéreo
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubano
OcupaciónCrítico de cine

José Antonio González. Fue un crítico de cine, de nombre completo José Antonio González Marrero. Uno de los comentaristas de cine en televisión más populares de Cuba.

Trayectoria profesional

Gracias a la labor desplegada durante diez años (1973-1983) en el programa Historia del cine, el cual fundara el 29 de agosto de 1973. Se había graduado como Licenciado en Literatura Cubana e Hispanoamericana en la Universidad Central de Las Villas en 1966. Ingresa al ICAIC en 1971, luego de haber trabajado como Asesor de Literatura del Consejo Nacional de Cultura en Matanzas, con intervenciones en el periódico Girón y en un programa semanal de radio. También fundó en la ciudad el Cine club de Apreciación “Serguei Einsenstein”. Entre 1976 y 1983 dirige el Centro de Información Cinematográfica del ICAIC, y entre 1983 y 1984 se desempeña como director de Relaciones Internacionales de Casa de las Américas. Al año siguiente es designado consejero de la embajada de Cuba ante la Unesco. En 1989 regresa al ICAIC como director de Relaciones Internacionales, pero fallece ese mismo año en un accidente aéreo.

Declaraciones de José Antonio González sobre el programa Historia del Cine

“A Historia del Cine lo siento como algo mío y eso me parece natural. Ello no me impide tomar distancia y darme cuenta de sus (mis) insuficiencias, reiteraciones y, en algunos momentos, falta de creatividad e imaginación.

He discutido esto largamente con Carlos Galiano, quien ha venido al programa para quedarse y, de paso, resolverme graves problemas de tiempo que incidían en todo mi trabajo y prácticamente en el programa. Tal solución le ha dado estabilidad a Historia del Cine y creo que el sentido de organización y rigor de Galiano y muy especialmente su meticulosidad, ha rescatado para el programa un tono saludable. Claro que aún discutimos y tratamos de corregirle defectos. Nos hacemos muchas preguntas, por ejemplo, ¿cómo hacerlo más ameno y atractivo sin perder su perfil didáctico y la seriedad en el tratamiento de los problemas?

Siempre he creído que la crítica no puede ser un estado de ánimo o una reacción emocional, es y tiene que ser un método de trabajo y un principio para la vida”

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