José Couso

José Couso Permuy
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Nombre realJosé Couso Permuy
Nacimiento5 de octubre de 1965
ciudad de Ferrol,
provincia de La Coruña,
región de Galicia,
reino de España Bandera de España
Defunción8 de abril de 2003 (38 años)
ciudad de Bagdad,
Irak Bandera de Iraq
Mediotelevisión
Cónyuge/sLola Jiménez

José Couso Permuy en Cubadebate

José Couso Permuy . Camarógrafo de la televisión privada española Telecinco, murió al ser alcanzado por un disparo efectuado desde un carro de combate estadounidense cuando se encontraba en el hotel Palestina de Bagdad, en el que residían muchos de los corresponsales extranjeros enviados a Irak al inicio de la invasión. En el ataque también perdió la vida un reportero de la agencia Reuters, Taras Protsyuk.

Síntesis biográfica

Nació el 5 de octubre de 1965 en Ferrol, en una familia de tradición militar. Se licenció en Ciencias de la Información y Ciencias de la Imagen, en la Universidad Complutense de Madrid. Realizó varias tareas para medios como Agencia EFE o Canal Plus, y trabajó como cámara para el canal de televisión Telecinco durante ocho años, cubriendo noticias de relevancia como el secuestro de su compañero Jon Sistiaga en Macedonia, los bombardeos de Bagdad de 1998, la guerra de Kosovo en 1999, diversos reportajes en el buque oceanográfico Hespérides en la Antártida en 2001, reportaje en las cuevas Lascaux (Francia) en 2002, el incidente de la isla Perejil en el mismo año, y el vertido del Prestige, entre otros.

En 2003 ―poco antes del inicio de la invasión estadounidense a Irak―, Couso, junto con varios compañeros de Telecinco, se trasladaron a esa nación. Días antes del inicio de los bombardeos algunos de los miembros del equipo regresaron a España, quedándose solos en la nación árabe Couso ―entonces operador de cámara de televisión―, y el periodista Jon Sistiaga.

Asesinato

José Couso fue asesinado en Bagdad, el 8 de abril de 2003 [1] en el Hotel Palestine, de la ciudad de Bagdad, donde se alojaba en ese momento la mayor parte de la prensa internacional, tras el disparo de un proyectil Rheinmetall L44 de un tanque M1 Abrams perteneciente al Ejército de Estados Unidos[2] Tenía 38 años, estaba casado con dos hijos y ese día, desde el balcón del 14.º (decimocuarto) piso del hotel junto a otros colegas, estaba dando seguimiento a los preparativos para la inminente invasión de la ciudad por las tropas estadounidense, apenas tres semanas después del inicio de la invasión en Irak.[3] Durante el ataque murió también el camarógrafo ucraniano de la agencia Reuters, Taras Protsiuk, quien se encontraba en el balcón del piso inferior.

Vista del lugar en que se encontraba José Couso en el hotel Palestina. Abajo: posición del tanque M1 Abrams y trayectoria del proyectil.

Tras los sucesos, el ejército estadounidense ―a través del general Vincent Brooks, subcomandante de las operaciones militares en Irak― expresó que «La bomba contra el Palestina fue en respuesta al "significativo fuego" de francotiradores parapetados en el lobby de entrada del hotel».[1] El vestíbulo de entrada se encuentra en la planta inferior del edificio. Numerosos periodistas estacionados en el edificio aseguraron que no hubo tales disparos, e incluso mostraron filmaciones para confirmar sus palabras. Y, lo peor: el ataque estadounidense se lanzó contra los pisos altos del inmueble.[1] La acción de los militares estadounidenses provocó fuertes críticas e indignación en todo el mundo. Desde el mismo momento en que ocurrieron los hechos, familiares de Couso y activistas denunciaron que lo ocurrido en el Hotel Palestine fue un plan meditado para acallar la voz de los periodistas que se encontraban siguiendo en vivo los sucesos confusos de la invasión estadounidense a la nación árabe.

En 2006, la Audiencia Nacional española archivó la investigación sobre el asesinato de Couso, alegando que su muerte se produjo en un «acto de guerra» en el que «no se pretendía» matar a periodistas.[2] Pero el Tribunal Supremo rechazó este argumento y ordenó, a demanda de la familia de Couso, reabrir la investigación. Después, en 2009, la Audiencia Nacional volvió a archivar el caso y anuló la inculpación de tres militares de Estados Unidos: el sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip de Camp. Según se estimó, los cargos contra ellos, que tripulaban el tanque, se basaban en «indicios insuficientes».

Wikileaks y el Caso Couso

En 2010 luego de que varios documentos confidenciales fueran filtrados por el sitio Wikileaks a través del Diario español El País se pudo conocer que varios ministros españoles «trabajaron» para que no prosperasen las órdenes de detención internacional contra los tres soldados involucrados en el caso abierto por la muerte de Couso,[4] y así se asegura en un telegrama remitido en 2005 por el exembajador de Estados Unidos, Eduardo Aguirre, a su Gobierno. Meses antes de la filtración de Wikileaks, en julio de 2010, el Tribunal Supremo de España había ordenado reabrir la investigación sobre la muerte de Couso además de la extradición del sargento Gibson, el teniente coronel De Camp y el capitán Wolford, miembros del ejército estadounidense.[5]

Estado actual del caso

En el mes de enero de 2011, una comisión judicial que acompañó a Santiago Pedraz (juez de la Audiencia Nacional) a Irak viajó con un objetivo claro: determinar qué veía el tanque estadounidense que disparó contra el hotel Palestina el 8 de abril de 2003. Los profesores titulares de la Facultad de Físicas de la Universidad Complutense de Madrid, Julio Serna Galán (de Óptica) y Juan Manuel Rodríguez Parrondo (de Física Aplicada), ratificaron ante el juez Pedraz el informe pericial que realizaron a partir de las fotografías tomadas.[6] por los letrados y las medidas que recabaron de los objetos que podían servir como punto de referencia. La conclusión del informe es en las dos fotografías tomadas, una captada desde el hotel Palestina y la otra desde el puente Aljurumiya, si son «observadas a un metro de distancia, reproducen fielmente la visión a través de un visor de diez aumentos, que es el máximo de los visores con los que está equipado el carro de combate Abrams M1».

En octubre de 2011, el juez Pedraz alertó sobre un plan ideado por Estados Unidos contra la prensa internacional, que tenía como objetivo evitar que los medios de comunicación mundiales informaran sobre las operaciones militares en curso durante la toma de Bagdad, la capital iraquí, en 2003.[7]

En una entrevista en enero de 2013 a la periodista independiente y activista pro derechos humanos Annalisa Melandri, el hermano de José, el también periodista Javier Couso expresó sobre el estado actual del proceso:

El caso sigue abierto y lo lleva el Juzgado de Instrucción Nº 1 de la Audiencia Nacional a cargo del magistrado Santiago Pedráz. Ahora mismo se encuentra en fase de instrucción con tres procesados: el sargento Gibson, el capitán Wolford y el teniente coronel DeCamp, los cuales se encuentran en búsqueda y captura internacional acusados de un delito de lesa humanidad contra la comunidad internacional. Además, se encuentran imputados también los máximos responsables de la III División de Infantería Acorazada del ejército de Estados Unidos en el momento de la invasión de Irak: el coronel Perkins y el general Bufor. A los procesados se les ha impuesto una fianza de 3 millones de dólares con lo cual se ha librado una comisión rogatoria para los preceptivos embargos en Estados Unidos o España. Lo último ocurrido fue la declaración de la periodista Amy Goodman presentadora del programa Democracy Now que entrevistó a la exsargento de la Inteligencia Militar Adrienne Kinne que se ocupaba de espiar a los periodistas que se encontraban en el Hotel Palestine y que se enfrentó a sus jefes al saber que el hotel iba a ser atacado a pesar de ser un objetivo civil.
Javier Couso, enero de 2013[3]

Fuentes