José Joaquín Ferrer y Cafranga

José Joaquín Ferrer y Cafranga
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NombreJosé Joaquín Ferrer y Cafranga
Nacimiento26 de octubre de 1763
Pasajes, Provincia Guipúzcoa, País Vasco, Bandera de España España
Fallecimiento18 de mayo de 1818
Bilbao, País Vasco, Bandera de España España

José Joaquín Ferrer y Cafranga. Astrónomo español. Perteneció a la Real Academia de la Historia, la Real Sociedad Económica de Cádiz y la Real Sociedad Vascongada.

Síntesis biográfica

Nacido en Pasajes, Provincia Guipúzcoa, España, el 26 de octubre de 1763. Era hijo de Vicente de Ferrer y Echevarría, contador de la Real Armada, y de Manuela de Cafranga y Villabaso.

Finalizados sus primeros estudios, obtuvo por mediación de un pariente un empleo en la Real Compañía Guipuzcoana, en uno de cuyos barcos partió rumbo a Caracas. El navío fue apresado por los ingleses. Conducido a Inglaterra, y merced a las influencias de su familia, fue internado en un colegio, donde permaneció hasta 1786; allí adquirió sólidos conocimientos en matemáticas y astronomía y perfecto dominio del inglés.

Labor profesional

De regreso a España, su padre lo envió a Cádiz, para que de allí partiese a Perú. Embarcó hacia este país en 1787, y en Lima acuñó una apreciable fortuna a raíz de sus negocios; de regreso a Cádiz, se vinculó a una importante firma comercial. De Cádiz partió hacia Veracruz, al frente de una expedición promovida por la citada firma. Ferrer aprovechó la estancia en México para determinar la posición geográfica y altura de los picos de Onzaba, Perote, Xalapa y Enceo.

De México regresó a Cádiz, donde colaboró en los trabajos del Observatorio Astronómico de San Fernando y se relacionó con oficiales de la Marina destacados en el campo de la astronomía y de la náutica, como Dionisio Alcalá Galiano y José de Mazarredo.

En 1799 los negocios le obligaron a trasladarse a los Estados Unidos, en donde fijó su residencia durante algunos años, concretamente en la ciudad de Nueva York. Alternando los negocios con la actividad científica, Ferrer realizó durante su estancia en la citada ciudad numerosas observaciones astronómicas y determinó la posición geográfica de varios puntos de los Estados Unidos y otros lugares de la América septentrional. Entre dichas observaciones figura la relativa al eclipse de Sol del 16 de junio de 1806, que siguió desde Kinderhook con un cronómetro de Arnold, un círculo de reflexión y un telescopio acromático construido por Edward Troughton; Ferrer, al tratar de la aureola visible alrededor de la Luna (la corona), llegó correctamente a la conclusión de que dicho fenómeno no podía proceder de la iluminación de una atmósfera lunar, sino que tal atmósfera corresponde al sol.

Miembro desde 1801 de la American Philosophical Society, Ferrer publicó en las Transactions de esta institución las citadas observaciones, con lo que alcanzó una notable reputación como astrónomo. Desde Nueva York mantuvo correspondencia con varios destacados científicos europeos, como [[Joseph Lalande|Joseph-Jérôme Lefrançois de Lalande, Jean-Baptiste Joseph Delambre, Dominique François Jean Arago, Pierre-Simon de Laplace, Alexander von Humboldt y Franz Zach.

Entre 1796 y 1807, Ferrer remitió al Depósito Hidrográfico trece memorias de sus trabajos astronómicos, y en 1811 envió también, desde La Habana (adonde se había trasladado), observaciones del cometa aparecido por entonces, con una memoria relativa al cálculo de la órbita elíptica de aquel astro. Por esta misma época, mantuvo correspondencia con Felipe Bauzá.

Últimos años y muerte

En 1813 viajó a Cádiz, y de allí, poco después, a Inglaterra, donde examinó los progresos experimentados por el Observatorio de Greenwich y adquirió varios instrumentos de física y astronomía para su uso particular.

En 1814 pasó de Londres a París, donde se relacionó con los miembros de la Junta de Longitudes y fue hecho socio correspondiente del Instituto de Francia. A fines del citado año regresó a España y se detuvo algún tiempo en Cádiz.

Después de haber efectuado algunos estudios astronómico–geográficos en diferentes provincias de España, fijó en 1817 su residencia en Bilbao, donde permaneció hasta su muerte, el 18 de mayo de 1818.

Memorias sobre José Joaquín Ferrer

En la Connaissances des temps para el año 1817, publicada por la Junta de Longitudes de París en 1815, figura el nombre de José Joaquín Ferrer a propósito de la determinación de las situaciones geográficas de la Isla de Cuba, del canal de Bahama, de las Islas de Barlovento, de la de Puerto Rico, de Ohio, en Estados Unidos, y otros lugares. En la misma obra, el redactor (François Arago) se refiere a otras memorias cuyos manuscritos le había confiado Ferrer durante una corta residencia en París: Laplace comentó en 1816 la discusión por parte de Ferrer de las observaciones del paso de Venus por delante del disco solar en 1769, fenómeno seguido por numerosos astrónomos europeos, dada su importancia para la determinación de la paralaje del Sol. El mismo autor, en una memoria incluida en la Connaissances des temps para 1818, dice:

«El señor Ferrer, sabio astrónomo español, acaba de confirmar esta paralaje en una nueva discusión de las observaciones del paso de Venus hechas en 1769, en la cual él mismo ha rectificado las suyas propias respecto a la longitud y latitud de los lugares donde fue observado el referido paso en América. Lo perfectamente acorde de todos estos valores determinados por fenómenos tan diversos y desemejantes es una nueva confirmación del principio de gravedad o pesantez universal.»

Fuentes