José Porfirio Calzada Duquezne

José Porfirio Calzada Duquezne
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NombreJosé Porfirio Calzada Duquezne
Nacimiento25 de febrero de 1904
La Palma, Pinar del Río, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento29 de septiembre de 1991,
NacionalidadCubana
Otros nombresEl Maestro Calzada
CiudadaníaCubana
OcupaciónMaestro

José Porfirio Calzada Duquezne. Constituye uno de esos educadores de los que se puede afirmar que trae el magisterio en los genes, este abnegado maestro, que en su larga y fructífera vida, sembró varias generaciones de maestros, hombres y mujeres leales a la patria, además de ser un paladín de una familia dedicada por entero a dignificar al magisterio pinareño, y poner en un pedestal supremo la ética profesional pedagógica.

El magisterio por dentro

Nacido en los albores del siglo XX, un 25 de febrero de 1904, se afirma que José Porfirio Calzada Duquezne vino al mundo para ser maestro, no solo para serlo él, sino para legarlo a muchos más y sobre todo a su familia. Proveniente de raíces humildes y por demás pigmentada su piel de color negro, supo salir adelante a fuerza de voluntad, sacrificio y espíritu de superación, cualidades imprescindibles para llegar a ser un maestro y educador ejemplar.

Creció con la República Neocolonial, vivió los atropellos y vicisitudes de las primeras décadas de esta, pero a la vez aprovechó las pocas oportunidades que se ofrecían, por un sistema de instrucción pública de reciente creación por parte de los ocupantes norteamericanos, donde también dejaron su impronta ilustres cubanos como: Enrique José Varona, Ramiro Guerra Sánchez, Pedro García Valdés, José Elpidio Pérez Somossa y otros que ponían en alto los intereses de la patria.

Así, a golpe de sacrificios y esfuerzos supremos de su seno familiar, logró alcanzar el nivel medio de educación y presentarse a exámenes convocados para hacerse Maestro Habilitado en los años 20, donde los gobiernos de turno, el de Alfredo Zayas, primero, y el de Gerardo Machado después, lanzaron una feroz campaña para revitalizar la instrucción pública cubana que estaba en plena decadencia en dicho periodo.

Se hizo Maestro Habilitado y se desempeñó como tal durante la década de los años 30, en escuelas rurales de su municipio, plagadas de todas las carencias materiales, donde muchas veces ni la existencia física de estas era realidad. Con más de 30 años de edad y con la voluntad de los que llevan el magisterio por dentro, se prepara para presentarse a ingresar en la Escuela Normal de Pinar del Río. Escuchó consejos, aprendió y bebió de la fuente de pinareños ilustres del sector de la educación, obteniendo el título de Maestro Normalista en el año 1944. Una nueva cobertura histórica que aprovechó, bajo la política educativa de los gobiernos auténticos y la avalancha pedagógica y didáctica de la llamada Escuela Nueva.

A los 40 años de edad, en los últimos años de la Neocolonía y con una formación académica y autodidáctica relevante, se desempeña en una escuela rural multigrado del Barrio La Mulata. Más tarde se traslada a la Escuela Urbana “José de la Luz y Caballero”, de la ciudad cabecera del municipio La Palma, centro desde donde aportó su mayor legado pedagógico y magisterial.

Un legado magisterial de los más destacados del municipio La Palma

Desde este centro escolar insigne del municipio, donde trabajó todos los grados de la escuela primaria, desarrolló además una fructífera actividad social, política y cultural. Su experiencia, amplia formación y su ética pedagógica, lo fueron consagrando como un hijo ilustre de ese territorio, de los más destacados maestros de la localidad.

Su extensa sabiduría, cultura y formación metodológica, la desplegó en todos los planes y proyectos del proceso revolucionario en su territorio. Se incorporó como alfabetizador, participó en el seguimiento al proceso de la Campaña, trabajando en la Educación de Adultos, pero sobre todo fue un excelente asesor en todas y cada una de las tareas relacionadas con la extensión de los servicios educacionales en el municipio.

Una de las labores a la que con más amor se entregó fue a la de organizar y dirigir metodológicamente la escuela multigrado, en ella contribuyó decisivamente a la preparación de los jóvenes maestros, la elaboración de materiales didácticos y la búsqueda creativa de métodos, procedimientos y medios didácticos para hacerla más práctica y viable.

Simplemente, el Maestro Calzada

Tuvo la virtud de los grandes maestros, de no aspirar a elogios y reconocimientos inmerecidos. Permaneció apegado a su terruño, a su familia, que en muchos casos siguió su ejemplo, legando una constelación de dignos maestros y maestras, fieles a la educación revolucionaria.

Por sus méritos recibió múltiples condecoraciones, reconocimientos e invitaciones para participar en eventos de diversos niveles; sobresale entre ellos:

  • La invitación a participar en el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura en 1971, uno de los eventos más importantes de la historia de la educación en la Revolución.
  • Fue condecorado con las Medallas:

- ”Rafael María de Mendive”, que otorga el SNTECD, organismo del cual fue fundador,

- De la Alfabetización,

- La 28 de Septiembre y Vigilancia Revolucionaria, por los CDR y resultó educador de vanguardia y trabajador destacado por muchos años.

Su Muerte

Este brillante educador dejó de existir físicamente un 29 de septiembre de 1991, a los 87 años de edad, pero todavía hoy, y por siempre, se le recuerda como él quería, simplemente: el Maestro Calzada.

Fuentes

· Biografía de José Porfirio Calzada Duquezne en CD: UCP "Rafael María de Mendive" Filial Provincial de la Asociación de Pedagogos de Cuba en Pinar del Río.

· Revista Científica Pedagógica "MENDIVE" De los Calzada de La Palma, un paladín del magisterio en vueltabajo: José Porfirio Calzada Duquezne No. 43/Año 11/abr-jun/13


Enlaces externos

  • Artículo original. Disponible en: [1] No.43[Año 11/abr-jun/'13] /RNPS 2057/ISSN 1815-7696.]