José de Rojas y Moreno

José de Rojas y Moreno
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Diplomático español
NombreJosé de Rojas y Moreno
Nacimiento18 de diciembre de 1893
Alicante, Bandera de España España
Fallecimiento2 de marzo de 1973
Madrid, Bandera de España España
Otros nombresJosé de Rojas y Moreno
CónyugeDoña Victoria Rosado Sánchez Pastor

José de Rojas y Moreno. Diplomático español que ocupó el cargo de embajador durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su compromiso hacia los judíos perseguidos especialmente por los de origen sefardí fue igual de destacado que el de muchos otros.

Síntesis biográfica

José de Rojas y Moreno, nació en Alicante el 18 de diciembre de 1893.

Etapas importantes de su vida

VII Conde de Casa Rojas. Caballero de Santiago. Maestrante de Sevilla, Gran Cruz de Isabel La Católica, Gran Cruz de la Mehdauia, Gran Cruz de la Estrella de Rumania, Gran Cruz de la Corona de Rumania y de la Corona de Italia. Doctor en Derecho, abogado y embajador de España.

Se casó en 1929 en primeras nupcias con Doña Victoria Rosado Sánchez Pastor, viuda de Don N. Jiménez, fallecida el 27 de abril de 1961, en segundas nupcias con Doña María Pinto da Silva. Adoptó a la hija de Doña Victoria Rosado que esta señora había tenido de su primer marido a: Victoria de Rojas Jiménez- Rosado.

Labor realizada

En 1941, recién llegado a su plaza diplomática en Bucarest. Se encontró con un panorama desalentador: al igual que otros rincones de Europa, las leyes antisemitas arrinconaban sin piedad a los miembros de la comunidad hebrea. Su rechazo a los postulados raciales nazis no se hizo esperar: pronto comenzó a denunciar las continuas violaciones de derechos humanos, e hizo todo lo posible por mejorar las lamentables condiciones de vida de los judíos rumanos.

En septiembre de 1941, escribió a Madrid con la intención de obtener un permiso que le permitiera extender visados sin esperar la confirmación del Ministerio, argumentando que los judíos de origen sefardí del país habían apoyado, de forma colectiva y sin fisuras, el movimiento nacional. Un mes más tarde las autoridades españolas confirmaron el derecho a los judíos españoles de Rumania a entrar en España, aunque subrayaron que cada caso debía ser examinado de forma individual, en contra de los deseos de Rojas y Moreno.

A pesar del contratiempo, el embajador español peleó de forma incansable, al igual que lo había hecho Rolland de Miota en Francia, para evitar la expropiación de los bienes de judíos sefardíes. En este caso sus esfuerzos tuvieron éxito, y en agosto de 1942 se ordenó la protección a dichas propiedades. Además, los judíos españoles quedaban exentos de pagar el impuesto especial judío.

Desde su posición como Embajador de España en Bucarest (Rumania) (1941-1943) consiguió que se revocasen los decretos de expulsión dictados contra un grupo de judíos sefarditas y la promesa formal que, en el futuro, ninguno de ellos sería expulsado.

En protección a los judíos

Entre las distintas iniciativas orquestadas por el embajador para proteger a quienes consideraba súbditos de la patria, destaca especialmente la creación de una serie de carteles, que repartió entre la comunidad sefardí. Dichos carteles, pegados en las fachadas de las viviendas, anunciaban con una tipografía de gran tamaño:

“Aquí vive un español”. La medida, aunque aparentemente extravagante, permitió salvar las vidas de muchos judíos.

En abril de 1943, el diplomático sufrió uno de los momentos más amargos de su misión en Rumania. Aquel año, un judío español llamado Dario Algranti, junto a su esposa y dos hijas, fueron deportados a un campo de concentración polaco. El embajador hizo todo lo posible por salvar sus vidas, pero fue en vano. Aquel fue el único caso en el que judíos rumanos de origen español sufrieron el horror de la deportación.

En mayo de 1944, y con la intención de evitar nuevos casos como el de Algranti, Rojas quiso acelerar la salida de 65 judíos con dirección a España, e inició los trámites necesarios con las autoridades alemanas. Desgraciadamente, sus esfuerzos se toparon con un problema inesperado: la negación rotunda de Eberhard von Thadden, en aquel entonces ayudante especial de Adolfo Eichmann. Pese a la negativa inicial, el embajador español no se rindió y, tras repetidas quejas al Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, consiguió al fin que los alemanes diesen el visto bueno a la salida de los 65 sefardíes. Animado por el éxito de aquella empresa, Rojas intentó una nueva evacuación de otro grupo judío, pero en este caso, le fue imposible cumplir su cometido.

Muerte

Falleció en Madrid el 2 de marzo de 1973.

Fuentes