Juan Francisco Bosch Soto

Juan Francisco Bosch Soto
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Mártir estudiantil santiaguero
NombreJuan Francisco Bosch Soto
Nacimiento26 de febrero de 1928
Santiago de Cuba Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento5 de agosto de 1958
Santiago de Cuba
Otros nombresCuqui Bosch

Juan Francisco Bosch Soto. Más conocido por "Cuqui Bosch", quién tenía una larga experiencia de lucha por el "Instituto Nuevo" como continuador de las campañas iniciadas por Alfredo Yabur Maluf.

Síntesis biográfica

Infancia

Nació en Santiago de Cuba, el 26 de febrero de 1928. La infancia de Cuqui como cariñosamente le llamaban se desenvuelve en Santiago de Cuba durante el machadato y los años de la década del treinta. En esos años la situación económica del país era crítica. El padre de Cuqui sufrió las consecuencias de sus negocios.

Tenía dos hermanos: Radamés y Belkis, vivía entonces en la calle Pizarro entre Trocha y Celda; asistía a la Escuela Bacardí; era un niño despierto, de chispa natural. Por las tardes asistía a la Academia de la maestra María Rodríguez donde sus compañeros lo recuerdaban haciendo travesuras.

Estudios

La mayor parte de sus estudios primarios los realizó en el Colegio Moncada; donde estuvo hasta 1944 en que se trasladó al Instituto Provincial de Segunda Enseñanza a estudiar el segundo año de bachillerato.

Se destacó por su arrojo en las luchas callejeras contra las fuerzas represivas del gobierno corrompido de Prío. No era un gran orador pero poseía una atractiva personalidad con la que se ganó las masas del plantel más numeroso de la ciudad de Santiago de Cuba.

En el Viejo Caserón del Tivolí popularizó la "Política de los Puños", donde las controversias electorales se zanjaban en el ring de boxeo del Batey Taino. Fue célebre su duelo con Radamés Heredia, donde este último llevó la peor parte. Se preocupó mucho por ampliar las matriculas gratis para estudiantes pobres.

En 1951 concluyó su lucha por el Instituto nuevo participando en su inauguración. Al siguiente año (1952) le sorprendió el golpe traidor de Batista y encabezó las primeras manifestaciones contra la naciente tiranía. Poco después a un mes de cumplir su último período presidencial en el Instituto, renunció para dedicarse intensivamente a sacar sus arrastres y terminar el bachillerato.

En la carnicería de su padre, laboraba, alternando su tiempo libre con los estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza, donde se convirtió en su máximo líder y afrontó con dignidad la lucha contra la tiranía batistiana, sacando a la calle las primeras manifestaciones que templaron el espíritu de lucha del estudiantado.

En la Universidad de Oriente no aspiró a ningún cargo dirigente y se esforzó en trabajar y estudiar su carrera de Derecho. Rechazó los intentos de soborno del Coronel Chaviano y mantuvo una línea inclaudicable.

Apresamiento y muerte

Desde que comienza 1958, el peligro acechó a Cuqui Bosch; ya los órganos represivos parece que tenían noticia de sus actividades y comenzaron a vigilarlo. Desde el mes de enero Cuqui es seguido de cerca por las fuerzas de la dictadura; en febrero lo detuvieron y maltrataron. A partir de entonces, ya por ese motivo, estuvo muy limitado en sus acciones.

Fue aconsejado por algunos amigos para que subiera a la Sierra pues ya peligraba su vida. Otros pensaban que el exilio también podría salvarlo. Él se decidió por este camino. Comenzó a preparar la documentación y viajó a La Habana. En los días que pasó no gozó de tranquilidad. Hasta allí llegaron informaciones del SIN sobre su persona y fue detenido.

En el expediente abierto por su próxima salida de Cuba, aparecen entre otros documentos carta de la 1.ra División de La Policía Nacional de Santiago de Cuba que certifica que en los archivos de esta sección no aparecían antecedentes que perjudicaran su buena moralidad y conducta.

Regresó de La Habana alrededor del 20 de julio a recoger y despedirse. Una vez en Santiago comenzó a sentir el peligro que corría, pasó unos días en casa de su tía. El día 28 después de cobrar, fue a buscar una ropa que se había mandado hacer. Cuando vuelve a la carnicería de Carretera del Morro, estaba el teniente Despaigne buscándolo y fue detenido.

Fueron torturas terribles las que le aplicaron a Cuqui, delante de algunos compañeros que admiraron su integridad y hombría. Fue un héroe, su boca se abría para fustigar a los esbirros. El torturador principal era el sargento Abreu, y desde un buró cercano lo dirigía un capitán apellidado Gutiérrez; había otro verdugo, un auxiliar que se prestaba a alcanzar los instrumentos y equipos de tortura. A Cuqui no le daban descanso, lo interrogaban: ¿Quién sustituyó a Frank País? ¿Dónde se esconde el jefe?, ¿Quién es el principal secuaz de Fidel Castro en Santiago?, ¿Quién dirige el 26 de Julio?.

Le preguntaban por distintos líderes del movimiento; y él no contestaba nada. A su silencio, respondía Abreu con toletazos en las espinillas, y continuaba preguntando luego golpes en el estómago. Le ensangrentaron las dos piernas a golpes, y al ver que no conseguían hacerlo hablar, se llenaban de rabia y le iban arriba; él forcejeaba por responder con golpes pero era imposible.

Se podría esperar que en el clímax, le dieran el tiro de gracia; pero lo que trajo fue una pistola al rojo, y se la introdujo por el ano. Uno de los compañeros no creía que pudieran quemarle las entrañas así a la gente. Un crimen horrible; se sentía el olor a carne chamuscada. Él se quejaba y retorcía, pero ni una palabra.

Desnudo y con los brazos y las piernas amarrados lo sentaron en un taurete que tenía un hoyo en el fondo.

Abreu sostenía el bastón en sus manos, el cual tenía un cuero trenzado, con el que le enganchó los testículos, que le colgaban, torcía el cuero, que iba apretándose, en forma de un torniquete y cada vez más, alrededor de los testículos, Cuqui mantenía el silencio, siempre que podía, prorrumpía «así no se matan los hombres». Continuó el esbirro apretando el nudo hasta que los desprendió, después de un ruido desgarrador Cuqui perdió el conocimiento.

Lo torturaron durante cinco horas o más cuando su familia fue a buscarlo ya se lo había llevado un amigo y lo condujo a casa de los padres. Allí un médico de la familia le dio los primeros auxilios y le recomendó que lo ingresaran. Lo ingresaron en la Clínica de los Ángeles.

Cuando se difundió la noticia sobre el estado de Cuqui y su ingreso en la clínica muchos amigos y estudiantes trataron de visitarlo pero no lo dejaron pasar. Su estado era muy crítico, a consecuencia de las torturas, presentó problemas en las vías urinarias, le destruyeron los riñones y a consecuencia de su situación murió en la madrugada del 5 de agosto de 1958.

Homenaje

El Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba se honra con su nombre, siendo el decano de los preuniversitarios de la provincia.

Fuentes

  • Multimedia Juan Francisco Bosch Soto.
  • Documentos de la Biblioteca del Preuniversitario Cuqui Bosch.
  • Horruitiner G. Cuqui Bosch. Algo más que un dirigente estudiantil. Colección Ravelo.