Julio Corbea Monteagudo

Julio César Monteagudo Soldado del Ejército Constitucional. Nombre Julio César Corbea Monteagudo Nacimiento 4 de diciembre de 1914 Guane, Cuba Fallecimiento 5 de febrero 1984 El Cobre Padres Simona Cristina Monteagudo González

Julio César Corbea Monteagudo. Soldado del Ejército Constitucional. Ordenanza del teniente Pedro Sarría Tartabull. Alcanzó los grados de cabo. Miembro del escuadrón 11. Tuvo participación en los sucesos posteriores al asalto al Cuartel Moncada en la zona de Siboney en agosto de 1953.

Síntesis biográfica

Nació el 4 de diciembre de 1914 en Guane, Provincia de Pinar del Río. Su madre Simona Cristina Monteagudo González, era hija natural reconocida del General del Ejército Libertador José de Jesús Monteagudo Consuegra y una emigrante de Mallorca nombrada Luisa González, asentada en la zona de Quiebra Hacha. Fue el tercero de cinco hermanos. De adulto vivió en el barrio de Regla en La Habana. Apenas un niño perdió a su madre, enferma de tuberculosis. Apremiado por la situación económica se alistó en el Ejército Constitucional con 18 años a la caída del gobierno de Gerardo Machado.

Trayectoria

Fue designado a una unidad de Artillería de Costa donde un oficial le enseñó a leer y escribir correctamente. Se hizo experto tirador con pistola y ametralladoras calibre 30 y 50.

El extracto de su hoja de servicio para el fin del período de alistamiento 1936-1940 dice que: lleva cuatro años en la Compañía Armas Auxiliares Batallón n.1 Artillería de Costa, Regimiento no.7 Máximo Gómez Báez, La Cabaña, La Habana. El mismo documento agrega que es soltero y que no ha sido condenado por ningún tribunal civil ni militar y califica de excelente su comportamiento. Su descripción física dice que es mestizo, de pelo castaño, de 21 años, 166 centímetros de estatura y 62 kilos de peso.

En los años 40 vino a El Cobre como soldado en el apoyo de la construcción del hospital antituberculoso Ambrosio Grillo Portuondo. Contrajo matrimonio con Concepción Calzado Falcón, vecina de este pueblo y fijó residencia en la comunidad minera. Tuvo dos hijos de ese matrimonio.

Alcanzó los grados de cabo suplente del escuadrón once de la Guardia Rural. Al producirse los sucesos del Moncada, salió de patrulla por la zona de Siboney con el teniente Pedro Sarría Tartabull, de quien fungía como ordenanza.

En una exploración en terrenos de la finca El Cilindro, capturó dormido en un vara en tierra a tres asaltantes al Moncada: Oscar Alcalde Valls, José Suárez Blanco y el líder de la acción, Fidel Castro Ruz. Fue parte del grupo de soldados que en el camión propiedad de Juan Leizán, acompañó al teniente Sarría Tartabull hasta el Vivac donde fueron entregados los asaltantes detenidos en la zona de Siboney, para evitar que fueran asesinados.

Mantuvo una conducta honesta y ética, sin involucrarse en hechos de violencia o sangre. Alertó a jóvenes para evitar que fueran detenidos y torturados. Entre esos jóvenes revolucionarios se encontró Froilán Gutiérrez Isaac, que advertido que iba a ser detenido, escapó marchando a la Sierra Maestra.

El comandante Juan Almeida Bosque en su libro, la Sierra Maestra y más allá en la nota 293 de la edición de 1995 dice textualmente que:

Julio Cesar Corbea Monteagudo, permaneció en el ejercito de la tiranía sin implicarse en crímenes y atropellos.

El mismo autor, después de reseñar una emboscada en que cae herido Corbea comenta:

Ese es el cabo Julio Corbea, el que estaba al frente de la escuadra cuando fuimos sorprendidos por la patrulla al mando del teniente Sarria, en los potreros de la finca de Juan Leizan, el 1 de agosto de 1953, y después se opusieron a entregarnos al comandante Chaumont para evitar que nos mataran. Qué ejercito este, que después de cinco años todavía mantiene a este hombre de cabo por no habernos entregado.

Al final de la guerra se entrevistó con el comandante Camilo Cienfuegos, quien le jubiló por sus años de servicio en el Ejército Nacional.

Trabajó eventualmente como panadero y repartidor de pan hasta 1968 en la panadería El Modelo del emigrante español José Pérez Pousa. Concedió entrevistas sobre los sucesos del Moncada a los periodistas Norberto Fuentes y Guillermo Cabrera Álvarez.

Muerte

Falleció en El Cobre el día 5 de febrero de 1984.

Versión del testimonio de Corbea Monteagudo

En entrevista concedida en el lugar de los hechos al periodista Guillermo Cabrera Álvarez testimonió Corbea que:

Éramos 17: Sarría, quince hombres y yo. Las instrucciones recibidas eran las de limpiar la zona izquierda de la carretera hacia la playa Siboney y montamos en un camión hacia el lugar. Yo no sé si pasamos Sevilla, aunque creo que si. Nos detuvimos en la casa de Sotelo y allí tomamos café. Sarría consultó conmigo el modo en que efectuaríamos la operación de limpieza y decidimos salir cuando alzara un poco más la mañana, porque de noche, si usted está emboscado, puede sorprender fácilmente al que viene y entonces hubiésemos sido nosotros los capturados.

Tomamos café en esa casa porque Sotelo era amigo de Sarría, lo conocía, y después, por el propio fondo de la casa, empezamos a subir hacia las lomas cercanas. No podíamos desplegarnos porque la vegetación no lo permitía. Entonces marchamos de uno en fondo. O sea, que nosotros entramos por la finca El Cilindro y caímos sobre los terrenos de Mamprivá. Por una cuesta que vamos subiendo veo una casa y dígole: ¨Teniente, ¿usted va a registrar también las casas?¨ y el me dice: ¨Si, hay una que estoy viendo ahí a mi izquierda que vamos también a registrar¨. Y le pregunta al practico que venia con nosotros, a quien decían ¨Camaguey¨ , que qué era la casita. El muchacho le dice que es para cuando llueve y se está trabajando en el monte.

¨ Corbea, me dice Sarria, adelanta con seis números y regístrala¨.

Enseguida me adelanto con los hombres mientras Sarria sigue subiendo por la cuesta. Hay mucha yerba alta cubriéndolo todo y la casita es apenas visible. Entonces le digo a Leonard, un negrito que está con nosotros, que se adelante y mire. El muchacho cruza la cerca entre los pelos de alambres de púas y se acerca despacito para mirar entre las yaguas de las paredes. Entonces me hace señal de que hay tres hombres dentro y pasándome los dedos por la mano me indica que no hay ningún negro dentro. Esto es curioso, porque él mismo lo es. Entonces le digo bajito a Leonardo Cala Cala, otro de mis hombres, que se adelante con el fusil hasta la puerta, que yo le voy a cubrir con mi ametralladora Thompson 45 y me planto enfrente mismo de la puerta, un poco alejado y Cala Cala se acerca con el fúsil en ¨preparen¨ y le da una patada a la puerta de yagua que se fue abajo, se estropeo toda y cayó hacia dentro y al mismo tiempo les grito: _¡Salgan, salgan con las manos en la cabeza!. La puertecita era bajita, muy bajita, no tan alta como la han puesto ahora, y el primero que sale es un joven muy alto, desnudo del torso para arriba, con montón de picaduras de mosquitos, sucio, y le digo que se ponga las manos en la cabeza; el obedece en silencio y va alzando todo el cuerpo delante de nosotros. Está todavía dormido, o casi dormido; se le ve que está fatigado, muy fatigado, y tiene los ojos semicerrados todavía. Tenían un sueño tan profundo de lo cansado que estaban que no sintieron la llegada de nosotros ni nada; estaban estropeados, estropeados.

El va caminando y le digo que se siente junto a un fogón que hay ahí. De dentro de la casita ya están saliendo dos hombres más, también muertos de cansancio que se suman al primero.

Entonces mando a registrar la casita y los alrededores mientras hago disparos al aire, para avisarle a Sarría. Vuelvo donde los prisioneros y le pregunto los nombres: cada cual da el suyo: Francisco González Calderín, Oscar Alcalde, José Suárez Blanco. (Barredo Medina, Lázaro: Mi prisionero Fidel; recuerdos del teniente Pedro Sarría. P. 87-89)

Fuentes

• Barredo Medina, Lázaro: Mi prisionero Fidel; recuerdos del teniente Pedro Sarría. Ciudad de La Habana, Editorial Pablo de la Torriente Brau, 1989.

• Bosque, Juan Almeida: La Sierra Maestra y más allá. Ciudad de La Habana, Editora Política, 1995.

• República de Cuba. Cuartel General de Ejército Constitucional. Ayudantía General. Modelo. 25.-s.p. y o. Febrero de 1935. Extracto de la hoja de servicios. Periodo de alistamiento 1936-1940. Archivo del historiador Julio Alfredo Corbea Calzado.

• Testimonio del combatiente del Ejército Rebelde y mayor jubilado de las FAR, José Ángel Fernández Hernández (Gelo). Diciembre 1997. Archivo del historiador Julio Alfredo Corbea Calzado.

• Betto, Frei: Fidel y la Religión; conversaciones con Frei Betto. La Habana, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2010. Colección ALBA BICENTENARIO.