Keith Ellis

Keith Ellis
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Escritor jamaicano, Profesor Emérito de la Universidad de Toronto, Canadá.
Nacimiento1940
Jamaica, Bandera de Jamaica Jamaica
ResidenciaToronto, Bandera de Canadá Canadá
PremiosGalardonado con el Premio Internacional Dulce María Loynaz, que otorga por vez primera la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Keith Ellis. Escritor jamaicano, Profesor Emérito de la Universidad de Toronto, Canadá. Galardonado con el Premio Internacional Dulce María Loynaz, que otorga por vez primera la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, durante el VII Coloquio y Festival Nicolás Guillén, de manos del presidente de la organización, Miguel Barnet.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nació en Jamaica, siempre le interesó el español, como lengua y como cuna de los más grandes escritores y poetas a los que ha conocido, afirmó en entrevista exclusiva a La Jiribilla. “En la escuela secundaria estudiamos castellano, sin embargo, no tuvimos la oportunidad de leer como parte del currículum nada que tratara del Caribe ni de Latinoamérica. Me eduqué en los días de la colonia británica, entonces, las escuelas se regían por los planes de estudio de Inglaterra. Ellos eran los que decidían qué se estudiaba y qué no, por lo que preferían incluir cosas de España, otro amigo imperialista”.

No obstante, para Ellis y sus amigos siempre existió esa sed de conocer más, de ahondar en una cultura de la cual solo tenían referencias a través de lo que decían los medios de comunicación masiva como la radio. La cultura cubana entró muy fácilmente a Jamaica —recuerda. La música de Beny Moré por allá por los años 1940 y 1950 fue el comienzo de ese interés que se consolidó al escuchar los primeros versos de Nicolás Guillén, quien fuera “entre todos los poetas de esta parte del mundo, de este hemisferio, que escribían en español, el más atractivo para nosotros, fundamentalmente porque trataba cosas que desconocíamos, situaciones que nos eran ajenas”.

Keith Ellis y Nicolás Guillén

Desde entonces Keith Ellis se ha convertido en uno de los estudiosos más importantes de la obra de Nicolás Guillén, sus visitas constantes a la Isla comenzaron en 1972 con el propósito de conocer al gran poeta cubano después que la Universidad de Washington le negara la realización de su tesis de posgrado acerca del autor de Motivos de son.

A estos dos caribeños por excelencia los unió, además, una estrecha amistad. “Guillén me impresionó desde el primer momento en que lo conocí, yo esperaba un hombre muy formal”, recuerda entusiasmado aquella visita en el 72, en la que su amigo Ángel Augier lo llevó por los mismos pasillos que hoy recorre durante el Coloquio para conocer a Guillén. ¡Ellis!, cuenta que le dijo el poeta cubano sin verlo ni conocerlo, solamente fue necesario escucharlo conversar con Augier mientras subían las escaleras de la UNEAC. “Ese principio de informalidad y de cordialidad me impresionó mucho”.

Para Keith, Guillén constituye un hombre íntegro, un hombre que supo llevar a su obra todo lo que sintió y vivió. “Escribió de todo, temas concernientes totalmente a la época o las épocas en que vivió. A través de sus versos uno llega a interesarse por todo, por las cosas más disímiles, Guillén abrió el mundo para sus lectores. Muchos de los temas en los que me he interesado a lo largo de mi vida los encontré por primera vez en su poesía. Creó un interés en toda la sociedad cubana que uno tiene que pensar obligatoriamente en la ayuda que puede dar porque él extendió nuestra imaginación al pueblo, entonces llegamos a interesarnos por cosas más amplias: de manera inevitable la política, la organización de la sociedad y la existencia en Cuba de un pueblo civilizado y culto. Guillén abordó estos temas desde el principio, hay una validez en su poesía que es impresionante”.

Es entonces la pluralidad y la diversidad de los temas que aborda Guillén lo que le confiere una distinción única dentro de las letras caribeñas y latinoamericanas, al mismo tiempo que constituyen el mayor atractivo para quien se acerca por primera o duodécima vez a sus textos. Ese margen que abrió con su poesía vive hasta hoy, pues la “importancia en su obra no depende solo de un mensaje, o del resumen de este, depende mucho de la manera en que él expresa las cosas, y por eso es que su literatura vive y continúa viviendo, y creo que eso puede tener su efecto continuo y su actualidad continua en los lectores”.

En su conferencia Nicolás Guillén y Haití, Ellis mencionó la bien defendida idea de nuestro Poeta Nacional acerca de la unidad, esa necesidad urgente de borrar todas las líneas que obstaculizan la integración de los hombres y los pueblos caribeños y latinoamericanos, al respecto agregó que en el Caribe “no hay fin para la relevancia de Guillén y su poesía, en esta región para ser culto hay que saber algo de él, pues el tema de la unidad es de mucha importancia en su obra, entonces es ahí donde radica la idea de borrar esas líneas, eso es muy importante, y el mensaje de Guillén en ese sentido es muy valioso”.

Su conocimiento de la obra guilleneana traspasa la frontera de la amistad y nos sitúa frente a una poesía en extremo amplia. “Fue Guillén un poeta de causas sociales, un poeta que observó lo que pasaba a su alrededor y escribió sobre ello, con la idea de la justicia social, pero también fue un poeta esencialmente del amor, del amor por su pueblo. Reconoció al mismo tiempo en su obra la necesidad de la lucha, esa idea de la unidad y de la armonía que no se concibe fácilmente, pues hay fuerzas que están insistentemente contra estas”.

Una mezcla inexpugnable de todas las razas, religiones y creencias, un amasijo que se distingue sobre todo por la solidaridad, “y ese es el sentido amplio que uno abarca leyendo la poesía de Guillen, hacer cosas y buscar planes en los cuales podamos integrarnos y ayudar. Uno no puede ser especialista de analizar solo poemas, uno tiene que hacer lo útil”.

Fuentes