La Güinera (Quemado de Güines)

La Güinera (Quemado de Güines)
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Leyenda
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Es originaria de:Quemado de Güines, 1667

La Güinera. Su verdadero nombre, Guaimí, por sus labores se convierte en símbolo y leyenda popular del pueblo de Quemado de Güines.

Historia

Cuentan los pobladores del Hato de Güines, propiedad del Señor Don Lobato de Figueroa, que en 1667 comenzó la tumba y quema para la explotación de frondosos bosques de maderas preciosas. Estos bosques estaban llenos de mezcla, en las cuales abundaba el Güin de Castilla. Es de suponer que dicho hato adquirió el nombre de Güines, y con la quema el de “Los Quemados de Güines”.

En este contexto aparece un singular personaje que con el devenir del tiempo se convertiría en un símbolo. Hasta los albores del siglo XX corrieron los “cuentos y las fábulas” transmitidos de generación en generación. Se trata de “La Güinera”.

Descripción

Hermosa mujer, alta esbelta, de pelo negro como el azabache, ondulado y abundante, ojos de igual color, de tez canela clara, se deduce que podía ser una mestiza, hija de una aborigen de los asentamientos que abundaban en la zona (Siboneyes pre - Agroalfareros), los cuales fueron sometidos a las encomiendas por la Colonia, la misma pudo ser hija de un colonizador.

Labor que realizaba

Esta bella joven se llamó Guaimí, aunque por las labores que realizaba pronto los pobladores del pequeño caserío le comenzaron a llamar “La Güinera”. Cargaba agua fresca en un ánfora de barro la cual llenaba en un ojo de agua existente en el Manacal, y que era distribuida a los pocos leñadores y carboneros que laboraban en la tala y quema de los bosques. Recogía Güines de Castilla partiendo todos los días con un mazo de ellos, por esto adquiere el sobrenombre de “La Güinera”.

Con la llegada de nuevos pobladores se construyó el caserío en el lugar que ocupa el parque “Martí” y el pozo al lado de una frondosa ceiba, continuando La Güinera llevando el agua a los leñadores pero del pozo del caserío. La hermosa y bella muchacha abandonaba el caserío al atardecer partiendo rumbo al Manacal.

Desaparición

No se le conoció descendencia, con el tiempo desapareció, nunca más se tuvo noticias de su paradero, lo cual fue suficiente para convertirla en un personaje de leyenda y símbolo del pueblo de Quemado de Güines.

Fuente

Archivo del Museo Municipal de Quemado de Güines, "Francisco Peraza Delgado"