La delegación de veteranos de la Maya
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Sumario
La ocupación militar yanqui
La primera intervención estadounidense en Cuba es el resultado del Tratado de París entre España y los Estados Unidos, el 10 de diciembre de 1898, donde se acuerda la cesión de las colonias de Guam, Filipinas, Puerto Rico y Cuba a Estados Unidos. El 1 de enero de 1899 se efectúa el cambio de poderes; el mayor general John L. Brooke asume la función ejecutiva de la isla, en representación de la Cancillería de Estados Unidos. El 20 de mayo de 1902 termina la intervención con el traspaso de poderes al recién electo gobierno cubano. La segunda intervención estadounidense en Cuba se produjo cuando el presidente Tomás Estrada Palma pidió nuevamente la intervención militar de Estados Unidos en Cuba, el 12 de septiembre de 1906. El gobierno de Estados Unidos aceptó la solicitud y el 29 de septiembre de 1906 el Secretario de la Guerra de Estados Unidos, William H. Taft, asumió el cargo de gobernador provisional de Cuba.
Disolución de las fuerzas representativas
Una vez finalizada la guerra de independencia de 1895–1898 a la que puso fin la ocupación militar yanqui, el país quedó atado a los designios del imperialismo norteamericano, quiénes utilizaron una política encaminada a poner fin a toda costa a cualquier intento contrario a sus intereses. Como primera medida eliminaron todo elemento de unidad para el pueblo cubano y para ello disolvieron la Asamblea del Cerro, el Partido Revolucionario Cubano y el licenciamiento del Ejército Libertador. Disueltas estas organizaciones, nuevamente quedaban frustradas las aspiraciones de los cubanos y las razones por las que se lanzaron a la lucha.
Situación económica y social de los veteranos
Al terminar la guerra de independencia se produjo el licenciamiento del Ejército Libertador con lo que quedaron desamparados y desempleados sus miembros; muchos tuvieron que retomar su antigua ocupación: la agricultura, aunque otros encontraron empleos en diferentes oficios como serenos, empleados de sanidad, obreros mineros, comerciantes, capataces de los hacendados norteamericanos, concejales, incluso algunos se vieron obligados a engrosar las filas de la guardia rural y del Ejército Constitucional.
Resulta necesario señalar la situación económica, política y social en que se encontraba Cuba antes de crearse la Asociación Nacional de Veteranos. Podemos resumir que en 1899 la situación era e extremo precaria; el país había sido afectado por la guerra independentista que recién concluía. Se habían perdido las dos terceras partes de las riquezas económicas nacionales.
En el aspecto social también sufrieron sus efectos, ejemplo de ello es el campesinado que constituyó la fuerza más importante del Ejército Libertador, había caído en abismo de miseria y desamparo. La burguesía urbana aunque sufrió escasez y pérdidas materiales conservaba todavía lo esencial de sus recursos; las ciudades no fueron devastadas y los comerciantes fundamentalmente españoles se habían enriquecido, liquidando sus existencias a precios incalculables. Otra parte de la burguesía, la propietaria de ingenios azucareros, resultó la más afectada (por el uso de la tea incendiaria como método de lucha). La clase obrera era aun muy débil para conformar un elemento sólido y organizado.
El periodo de ocupación militar yanqui
Primeras medidas
Estas circunstancias serían aprovechadas por los norteamericanos para el establecimiento de su dominación, es decir se valen de esta cobertura para disociar toda una serie de instituciones y factores que tuvieron como fin la emancipación de Cuba.
Las medidas tomadas por el gobierno de ocupación yanqui fueron: auxilios directos la población en alimentos y medicinas, el saneamiento de la isla y la creación de un sistema de escuelas públicas.
Con el cese de la dominación española en el territorio songomayense el gobierno interventor designó en 1899 a Francisco Díaz medina como Teniente Alcalde, a Juan Galí García como juez y el tesorero Juan Fernández.
De esta forma y bajo la representación gubernamental y jurídica, de estos funcionarios comenzó la penetración imperialista dirigida fundamentalmente hacia las ramas priorizadas de la economía: la minería y la agricultura; las que a partir de entonces sufrieron de manera despiadada la explotación de la burguesía servil al imperialismo yanqui.
Quedaban creadas así las condiciones para que se celebraran las elecciones en las que el candidato predilecto por excelencia era Don Tomas Estrada Palma, fiel servidor y representante de los intereses norteamericanos. Sus compatriotas centraron sus esperanzas con la llegada de éste al poder sin advertir sus verdaderas intenciones. Una vez llegado al poder se olvidó de la lucha independentista, renegando su origen mambí y las razones por las que se luchaba.
Los veteranos de la guerra, término utilizado para referirse a aquellos que habían luchado durante las guerras por la independencia percibieron que no tenían ninguna concesión durante su gestión de gobierno y los partidos creados no concordaban en sus ideales, por lo que deciden crear una organización donde sus aspiraciones estuvieran representadas y que les sirviera de canal o puente mediador entre estos y el gobierno para pedir concesiones económicas, políticas y sociales a estos efectos tenemos conocimiento de que en 1898 arlos García Vélez, hijo de Calixto García Iñiguez, fundó el primer Centro de Veteranos del país en la ciudad de Santiago de Cuba.
Fundación de la Delegación de Veteranos de La Maya
Con la fundación en el año 1902 de la Asociación Nacional de Veteranos de la Independencia, quedó marcado el camino para el surgimiento de las diferentes dependencias provincias y términos municipales. La Maya no quedó exenta de estos acontecimientos y deciden fundar, por libre y espontanea voluntad de los exmiembros del Ejército Libertador el 26 de agosto de 1902, la Delegación de Veteranos de La Maya con aquellos patriotas desmovilizados que se vieron precisados a deponer sus armas. Es válido resaltar que esta fue la primera delegación de veteranos de la provincia Oriente fundada durante el periodo republicano.
Fuentes
- Cairo Ballester, Ana. El movimiento de veteranos y patriotas: apuntes para un estudio ideológico del año 1923, Editorial Arte y Literatura, Instituto Cubanos del Libro, La Habana, 1976.
- Museo Histórico Municipal José Maceo Grajales (MHMJMG). Fondo Museo Libro de Actas de los veteranos (1928-1948)–(1949-1959).
