La dimensión espiritual del eneagrama


La dimensión espiritual del eneagrama
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La Dimencion Esperitual del Enegrama.jpg
Título originalLa dimensión espiritual del eneagrama
Autor(a)(es)(as)Sandra Maitri
Editorial:marcelo
Diseño de cubiertaMauro Bianco
Primera edición1860
Sitio web
www.lectulandia.com

La dimensión espiritual del eneagrama . El eneagrama señala las características esenciales de nueve tipos básicos de personalidad (y sus subtipos). Es una herramienta de autoconocimiento y transformación personal, y su aplicación está siendo extendida más allá del ámbito individual, al ámbito vincular y laboral. Y aunque se está volviendo cada vez más popular, la mayor parte de sus presentaciones lo tratan únicamente como una tipología de la personalidad.


A Prólogo Antes de leer el brillante libro de Sandra Maitri, había oído hablar del eneagrama durante un par de años, pero tenía prevención con relación a los sistemas que parecían tipificar, clasificar o juzgar. La astrología, por ejemplo, me había frustrado desde que descubrí por primera vez que cuando comunicaba mi signo a la gente — Virgo— se alejaban de mí acongojados, suponiendo que era quisquillosa o frígida, y se pasaban el resto de la tarde con los signos más en la onda, como Acuarios y Leos. Cuando supe que en realidad era Libra, según la astrología védica, ello me permitió ampliar un poco la verdad susurrando «védica» una o dos veces, tras la palabra «Libra», si alguien me preguntaba el signo. Hace diez años, mi amiga Bess me anunció que la astrología estaba pasada de moda y lo que estaba en el ajo era el eneagrama. Me comentó que tenía todos los signos de «un Cuatro,» lo que no era muy bueno. Cuando le pregunte porqué, contestó: «Los Cuatro son oscuros, trágicos, dramáticos y muy sufridores». Antes de que pudiera recuperarme de estas malas noticias, Bess echó más leña al fuego: «Además los Cuatro siempre desean lo que no tienen. No suelen ser felices». Hojeé un par de libros sobre el eneagrama en la librería, encontré descripciones de los Cuatro que parecían familiares, pero básicamente mi respuesta fue «¿Y ahora qué? Ya sabía estas cosas…». Existía un cierto grado de tranquilidad al darme cuenta de que no estaba sola en mis peculiaridades de comportamiento, pero la tranquilidad no eliminaba dichas peculiaridades. Entonces intenté identificar el tipo de mi marido, diciéndome a mi misma que ello sería útil en nuestras relaciones, pero nunca pude decidir cuál era, y en consecuencia le acusaba en nuestras peleas de ser «un típico Tres; o quizás un Siete,» lo que no nos acercaba mucho. Cuando Sandra me dijo que estaba escribiendo este libro, le solicité el privilegio de ir leyendo los capítulos a medida que los escribía. Sabía que estaba escribiendo sobre el eneagrama; conocía el sistema con claridad y precisión, así como su importancia para el viaje interior. Tenía también la esperanza de descubrir que ser un Cuatro fuera tal vez un pelín mejor que ser otro de los tipos, aunque no se lo mencioné a Sandra.

Narrativa

La Introducción el maestro sufí, recientemente fallecido, Idries Shah explicaba una parábola que suelo utilizar cuando introduzco el eneagrama. Nos habla de un herrero que es encarcelado injustamente y que, al parecer de un modo milagroso, logra fugarse. Muchos años después cuando se le pregunta cómo lo hizo, contesta que su mujer, una tejedora, había tejido el diseño de la cerradura de su celda en la alfombra de plegarias sobre la que oraba cinco veces al día. Al darse cuenta de que la alfombra de plegarias contenía el diseño de la cerradura de su celda, hizo un trato con sus carceleros para conseguir herramientas con las que hacer pequeños objetos, los cuales luego éstos podían vender con beneficio. Mientras tanto, también utilizó las herramientas para hacerse una llave, y un día se fugó. La moraleja de la historia es que comprender el diseño de la cerradura que nos mantiene presos puede ayudarnos a confeccionar la llave que puede abrirla.

Datos del autor

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Sandra Maitri es artista, autora, profesora de eneagrama y profesora desde hace mucho tiempo del Diamond Approach to Inner Realization. Estuvo entre el primer grupo de estudiantes al que el psiquiatra chileno Claudio Naranjo presentó el sistema del eneagrama en Estados Unidos a principios de los setenta. Ha estado enseñando el eneagrama como parte del trabajo más amplio de transformación espiritual durante más de cuatro décadas.

Sandra dirige grupos Diamond Approach y talleres de eneagrama para cientos de estudiantes cada año en los Estados Unidos y Europa. Su primer libro se convirtió en un clásico de su tipo, trayendo al floreciente género de la literatura del eneagrama una de sus voces con mayor base espiritual. The Spiritual Dimension of the Eneagram: Nine Faces of the Soul, fue publicado en 2000, y su segundo libro, The Eneagram of Passions and Virtues: Finding the Way Home fue publicado en 2005, ambos por Tarcher /Putnam Penguin.

Sandra se involucró en el trabajo espiritual cuando comenzó a estudiar con el Dr. Naranjo, un pionero del movimiento de la conciencia, en 1970, cuando aún estaba en la escuela de arte. Naranjo fue uno de los primeros en incorporar la psicología a la práctica espiritual, basándose principalmente en la comprensión contenida en el sistema del eneagrama para la parte psicológica de su enseñanza.

Fuente

Eduardo Galeano. ’’ La dimensión espiritual del eneagrama”

https://drive.google.com/