La zorra y las uvas (cuento)

La zorra y las uvas
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Esopo
GéneroCuento

La zorra y las uvas. Cuento para niños mayores de seis años, sobre una zorra que estaba muy hambrienta y lo único que encontró fue un racimo de uvas pero estaban muy altas.

Datos del autor

Esopo fue un escritor griego que vivió durante el siglo VI a.C, su escritura se enfocaba en la fábula, uno de los géneros más antiguos de la literatura universal y un tipo de relato breve protagonizado por animales personificados con la intención didáctica de dar a conocer una moraleja final, razón por la cual, se le conoció como el fabulista inventor de este género en la Grecia clásica.

Poco se sabe acerca de su biografía. De lo poco que se conoce, se cree por una tradición difundida que nació en la región griega de Frigia.

No obstante, existen variadas versiones al respecto, que aseguran que nació en Egipto o en Samos. Se cuenta que, en alguna época de su vida, fue esclavo en la región de Samos. Con los años fue adquiriendo una gran y difundida reputación, gracias a lo cual Creso lo convocó a su corte, brindándole una vida de comodidades.

Cuento

Hace muchos años, vivía una zorra que un día se sintió muy agobiada. Se había pasado horas y horas de aquí para allá, intentando cazar algo para poder comer. Desgraciadamente, la jornada no se le había dado demasiado bien. Por mucho que vigiló tras los árboles, merodeó por el campo y escuchó con atención cada ruido que surgía de entre la hierba, no logró olfatear ninguna presa que llevarse a la boca.

Llegó un momento en que estaba harta y sobrepasada por la desesperación. Tenía mucha hambre y una sed tremenda porque además, era un día de bastante calor. Deambuló por todos lados hasta que al fin, la suerte se puso de su lado.

Colgado de una vid, distinguió un racimo de grandes y apetitosas uvas. A la zorra se le hizo la boca agua ¡Qué dulces y jugosas parecían! … Pero había un problema: el racimo estaba tan alto que la única manera de alcanzarlo era dando un gran brinco. Cogió impulso y, apretando las mandíbulas, saltó estirando su cuerpo lo más que pudo.

No hubo suerte ¡Tenía que concentrarse para dar un salto mucho mayor! Se agachó y tensó sus músculos al máximo para volver a intentarlo con más ímpetu,  pero fue imposible llegar hasta él. La zorra empezaba a enfadarse ¡Esas uvas maduras tenían que ser suyas!

Por mucho que saltó, de ninguna manera consiguió engancharlas con sus patas ¡Su rabia era enorme! Frustrada, llegó un momento en que comprendió que nada podía hacer. Se trataba de una misión imposible y por allí no había nadie que pudiera echarle una mano. La única opción, era rendirse. Su pelaje se había llenado de polvo y ramitas de tanto caerse al suelo, así que se sacudió bien y se dijo a sí misma:

– ¡Bah! ¡Me da igual! Total… ¿Para qué quiero esas uvas? Seguro que están verdes y duras como piedras! ¡Que se las coma otro!

Y así fue como la orgullosa zorra, con el cuello muy alto y creyéndose muy digna, se alejó en busca de otro lugar donde encontrar alimentos y agua para saciar su sed.

Moraleja

Si algo es inalcanzable para ti o no te ves capaz de conseguirlo, no debes culpar a los demás o a las circunstancias. Es bueno reconocer y aceptar que todos tenemos muchas capacidades, pero también limitaciones.

Fuentes

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/fabulas-de-animales

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/la-zorra-y-las-uvas