Lebrillo
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Lebrillo . Vasija de barro vidriado, plata u otro metal, más ancha por el borde que por el fondo similar a un plato hondo o una fuente circular, pero de mayor tamaño.
Etimología
De origen incierto: hay quien defiende que deriva el latín labrellum -vasija- , sin embargo Juan Corominas Vigneaux, (1905-1997) filólogo español autor del Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico, indica que es un arabismo.
Historia
El uso del lebrillo ya era habitual en las culturas judía y egipcia.
Durante la época romana se le conocía como labello (diminutivo de labrum o bañera).
Existen testimonios de que los aztecas también lo empleaban:
Durante el siglo XVI era una de las piezas cerámicas artesanales más decoradas. En los hogares españoles ha sido un recipiente tradicional hasta la mitad del siglo XX. Aún sigue siendo habitual en México y algunas regiones meridionales españolas como Andalucía y Murcia.
trastos inservibles, cubierto de chapas de cinc; se veían telas puercas y tablas carcomidas, escombros, ladrillos, tejas y cestos; un revoltijo de mil diablos. Todas las tardes algunas vecinas lavaban en el patio, y cuando terminaban su faena vaciaban los lebrillos en el suelo, y los grandes charcos, al secarse, dejaban manchas blancas y regueros azules de agua de añil. Solían echar también los vecinos por cualquier parte la basura, y cuando llovía, como se obturaba casi siempre la boca del sumidero, se producía una pestilencia insoportable de la corrupción del agua negra que inundaba el patio, y sobre el cual nadaban hojas de col y papeles
pringosos...”Características
En el ajuar alfarero, se cataloga como un gran vaso de base recogida y boca amplia, con una relación entre diámetros mayor del doble, tradicionalmente hecho de arcilla y con los bordes y el interior vidriados. De diferentes tamaños, entre veinticinco (lebrillo de a peseta de Úbeda) y noventa centímetros (lebrillo de lavar de Lora del Río), se utiliza históricamente para el lavado de pies o lavado de ropa, así el corciol manchego para aclarados (estas piezas, por su tamaño, alcanzan la categoría de barreño). El lebrillo tiene también un uso culinario, haciendo funciones de fuente, frutero o incluso bandeja. En muchos casos se decora con dibujos y motivos diversos, que le dan un valor decorativo añadido.