Lepidodactylus lugubris

Lepidodactylus lugubris
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Reptil traslúcido y escamoso, que incluye especies de tamaño pequeño a mediano que se encuentran en climas templados y tropicales de todo el mundo.
Clasificación Científica
Nombre científicoLepidodactylus lugubris
Reino:Animalia
Clase:Sauropsida
Orden:Squamata
Familia:Gekkonidae
Género:Lepidodactylus
Especie(s):L. lugubris, (Duméril & Bibron, 1836)
Hábitat:Asia y Oceanía. América, México hasta Chile, incluyendo países del Caribe como Cuba, Puerto Rico, y en las Seychelles.

Lepidodactylus lugubris. Reptil o lagarto que pertenece a la especie de la familia Gekkonidae. Especie nocturna común, trepadora, que a menudo se alimenta de insectos que son atraídos por las luces que se encuentran en viviendas. De color gris rosáceo pálido claro a marrón claro, a veces uniforme pero generalmente con un par de puntos marrones prominentes justo antes de las extremidades anteriores. Se le conoce en Cuba comúnmente como salamandra.

Preámbulo

Este animalito es algo tan normal en los hogares que prácticamente pasa desapercibido para muchos, y aunque muchos lo consideran asqueroso y una plaga, la verdad es que es mucho más que eso, este sorprendente animalito está lleno de cualidades y en torno a él hay muchos mitos, pero la mayor parte de ellos son falsos.

En realidad son totalmente inofensivas y muy útiles como devoradoras de insectos, tales como moscas, mosquitos, arañas, palomillas, mariposas, etc. Ese animal translúcido, de apariencia fantasmal, que parece arrastrarse en los techos y paredes de las casas durante la noche es la Salamanquesa Fantasma, también llamada Salamanquesa Casera (Hemidactylus mabouia). La salamanquesa, a diferencia de la salamandra, es un reptil, y pertenece a la familia de los “geckos” (Gekkonidae). L. lugubris son un tipo de saurópsidos (reptil), escamosos, que incluye especies de tamaño pequeño a mediano que se encuentran en climas templados y tropicales de todo el mundo.

Otros nombres comunes

Son conocido en otros lugares como, cuijas, geckos, salamanquesas, besadoras, niños, tiracolas, cuidacasitas o perritos, ch'ohkan (maya) y p'ikuneil (maya).

Hábitat

Son de hábitos nocturnos fundamentalmente, aunque puede vérseles durante el día, aunque en cortos momentos, durante el traslado de su escondite o la fuga al ser descubiertos.

Características generales

Son por lo general translúcidos, y presentan ojos enormes, dotados de pupilas verticales lobuladas que permiten un extraordinario margen de variación en su abertura. Tienen varios rasgos peculiares, que los distinguen claramente de otros lagartos, son únicos por su vocalización, ya que emiten ruidos chirriantes en sus interacciones con otras de su especie, ya sea para llamar a la pareja en tiempos de celo o bien advertir a alguna otra L. lugubris sobre no invadir sus territorios. Durante la época de apareamiento los machos marcan sus territorios y pueden llegar a perseguir y mutilar a sus competidores.

Muchas especies tienen almohadillas adhesivas en las plantas de los pies que les permite escalar superficies lisas verticales, e incluso transitar por los techos con facilidad. Precisamente por esta cualidad, se han convertido en objeto de investigación por parte de científicos que quieren saber en detalle cómo pueden caminar tan ágil y velozmente por techos y paredes, y aún sobre vidrios, espejos y otras superficies totalmente lisas. Uno de esos estudios, ha revelado que las patas de estos pequeños reptiles tienen una capacidad de adhesión tan grande que podrían soportar un peso muchos miles de veces mayor que la del propio animal.

Ya desde hace algún tiempo se conocía el mecanismo por el cual las cuijas se adhieren a las superficies. En los dedos de las patas poseen millones de unas peculiares estructuras en forma de diminutas setas o pelillos, ramificados en los extremos. Esos filamentos microscópicos interactúan con las pequeñísimas irregularidades que existen aún en las superficies más lisas. En un principio se creyó que se enganchaban en ellas, pero ahora se sabe que la adhesión se debe a lo que los físicos conocen como fuerza intermolecular de Van der Waals, por el científico holandés que la descubrió.

La cola mide un 52-55% de la longitud total (Savage, 2002). Las crías miden aproximadamente 16 mm de longitud estándar (Savage, 2002). Contiene además, (1) Dígitos con membranas basales; (2) escamas dorsales homogéneas, granulares; (3) escudos mentales pequeños, varios en contacto con infralabiales; (4) escamas ventrales planas, redondeadas, imbricadas; (5) precloacales agrandadas, 28-35 femorales en una serie continua en hembras; (6) precloacales 10-26 y poros femorales en una serie continua en machos; (7) lamelas expandidas bajo el cuarto dedo 11-15; (8) cola aplanada en la parte inferior con una especie de margen aserrado, cubierto con escamas pequeñas planas; (9) escamas subcaudales agrandadas (Savage, 2002).

Caza y alimentación

Varias salamandritas en su hábitat

L. lugubris, al descubrir a su víctima, se desliza rápidamente. Pocos centímetros antes de llegar al insecto se detienen y lo vigila, aprende sus movimientos, indaga si tiene algún tipo de defensa, descubre su punto débil. Puede quedarse muchos minutos completamente quieta, sin mover un solo músculo. Luego avanza otra vez, sacando su lengua para oler y orientarse. No importa el tamaño de la víctima, abriendo sus grandes fauces puede engullirse a un insecto de un tamaño un poco menor que ella. Si es pequeño, lo desprecia.

En otras ocasiones, si ve que la potencial víctima es demasiado grande o bien puede representar un peligro se retira en busca de otro bocado. A veces, sin dudarlo, si se atraviesa otro insecto de más fácil captura corre hacia él, desoyendo su conocido refrán: "más vale insecto en hocico que ciento volando". Desde pequeñas las L. lugubris’’ son depredadoras. Como toda cría, pueden ser alimento de otras adultas o aún adolescentes. Las más pequeñas, aun cuando ya han desarrollado, se cuidan de las mayores. Algunas carecen de la punta de cola, señal inequívoca de lucha.

Reproducción

Para reproducirse, la salamanquesa pone dos huevos debajo de piedras, ramas y troncos caídos, incluso dentro de estructuras humanas. Mucha gente las supone venenosa, y son varias las historias y mitos sobre los animales de este tipo, pero es totalmente inofensiva. Esta especie se reproduce por medio de partenogénesis. La partenogénesis de estos grupos es diferente al de los insectos, siempre se encuentran poblaciones de hembras que se reproducen sin necesidad de ser fecundadas por machos.

Se trata de un proceso de reproducción asexual. Es así que estamos ante la presencia de clones genéticos, que no tendrían la posibilidad de variación genética alcanzada en la reproducción sexual, por lo tanto deberían estar imposibilitados a adaptarse genéticamente a los cambios ambientales salvo por efecto de mutaciones.

No siendo claro el estatus de estas "especies" es factible que tengan fases de reproducción sexual en algún momento histórico, mientras en otro se reproduzcan por partenogénesis. Esta alternancia, sí es común en pulgones y algunos otros artrópodos, como las pulgas de agua y recientemente el ácaro del polvo (Crotoniidae).

Cabe destacar que en himenopteros sociales los miembros de la casta obrera son genéticamente diversos no solo por la recombinación en la formación de los óvulos por la reina, sino por la pluralidad de los machos (poligamia), aunque cada uno de ellos, haploides, estén limitados a producir espermatozoides genéticamente idénticos. En reptiles y anfibios los patrones de coloración y dibujos miméticos son similares para todos los individuos del clon.

Hay autores que han esbozado hipótesis de la ventaja que tendrían estas "especies" partenogenéticas en ambientes muy estables, lo que valdría como explicación para la evolución biológica de estas especies, por su flexibilidad escasa ante el proceso de selección natural.

Mitos: ¿Realidad o fantasía?

A pesar de su apariencia, la L. lugubris o salamanquesa es un animal inofensivo que no le hace daño a las personas. Tampoco son venenosas ni contaminan la comida, como suele sugerirse en algunos lugares. Por el contrario, este reptil se alimenta de cucarachas, mosquitos, hormigas y otros invertebrados que muchas veces son considerados plagas o pestes. También pueden alimentarse de vertebrados pequeños como lagartijos y coquíes. Un dato interesante de estos animalitos es que producen un sonido cuando pelean entre ellos o son capturados.

Crianza como mascotas

En varias culturas, algunas subespecies de estas son criadas y vendidas como mascotas, así como también existen clubes y eventos exclusivos donde los diversos criadores y particulares exhiben sus especímenes más hermosos, algunos con colores y manchas exuberantes y que hacen pensar en lo bello que pueden ser algunos de estos animalitos.

Curiosidades

  • Las L. lugubris o salamanquesas son más activas en la noche y hacen chirridos.
  • Las salamanquesas son más activas en la noche y escalan las paredes y ventanas para buscar insectos. Además, se sienten atraídas por las luces del interior de las casas y los pórticos.
  • Nunca envenenes a una L. lugubris o salamanquesa, ya que no son peligrosas. No olvides que son tus aliadas; no tus enemigas.
  • Las lagartijas comen insectos. Es muy bueno tenerlas en tu casa.

Sinonimia

  • Gecko moestus Peters, 1867.
  • Gehyra variegata ogasawarasimae Okada, 1930.
  • Gymnodactylus caudeloti Bavay, 1869.
  • Hemidactylus meijeri Bleeker, 1858.
  • Lepidodactylus divergens Taylor, 1918.
  • Peripia cantoris Günther, 1864.
  • Peripia meyeri Günther, 1872.
  • Peripia mysorensis Meyer, 1874.
  • Peripia ornata Macleay, 1877
  • Peropus neglectus Girard, 18581.

Fuentes