Los Picapedreros

Los picapedreros
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Los Picapedreros.jpg
Obra pictórica figurativa. Destruida durante la II Guerra Mundial
Datos Generales
Autor(es):Gustave Courbet
Año:1849
País:Bandera de Francia Francia
Datos de la Pintura o dibujo
Estilo pictórico:Realismo
Técnica:Óleo sobre lienzo
Dimensiones:165 X 257 cm

Los Picapedreros es una obra de Gustave Courbet representativa de un nuevo movimiento en el arte francés denominado "Realismo", cuyo objetivo es exponer la vida de la sociedad francesa. En esta escena, Courbet eligió representar a dos picapedreros para constatar los abusos cometidos contra las clases más bajas de la sociedad francesa de mediados del siglo XIX en condiciones extremas.

Contexto

Fue realizada en las afueras del pueblo de Ornans en Francia, donde el artista solía pasar largas temporadas. El realismo de Courbet y su rechazo al estilo refinado del arte Neoclasicista se expresa también en las gruesas y toscas pinceladas con que pinta sus lienzos, que con la misma rudeza dan forma tanto a las rocas como a las caras del joven y el viejo picapedreros. Se trata de un óleo, el cual hoy en día no existe ya que desaparecio en la Segunda Guerra Mundial.

Con los Picapedreros, Courbet inaugura la temática socialista en la pintura, según su amigo Proudhon. El lienzo surgió cuando el pintor contempló la dureza del trabajo de estos dos hombres, transmitiendo con su pintura una fuerte carga social. Las figuras ocultan sus rostros, concentrándose en su labor; visten ropas raídas, apreciándose claramente los parches de los pantalones o los agujeros en las camisas. Con esta obra, Courbet quiere democratizar el arte, analizar la sociedad para corregirla ya que el pintor tiene una misión que cumplir. Los dos picapedreros se recortan sobre la oscura loma que hay tras ellos, apreciándose referencias a la naturaleza. Las piedras, la cacerola del fondo, los útiles de trabajo toman un papel protagonista en la composición, recogiendo el pintor con el mayor realismo posible lo que observan sus ojos. Su exhibición en el Salón de 1850 sirvió para exaltar el trabajo públicamente. Desgraciadamente, fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.

Sobre la obra

Los modelos para “Los Picapedreros” fueron unos obreros que Courbet vio cuando iba al castillo de Saint-Denis para pintar un paisaje y que llevó a su taller donde posaron para él. En la tela el artista representa a dos trabajadores camineros, uno viejo y el otro joven, dos hombres anónimos a los que no se les ve el rostro, por lo tanto no expresan nada, ni una idea o emoción. A través de sus cuerpos se aprecian características físicas como fuerza, pesadez, un estado de seriedad o algo de pesadumbre. Su postura sugiere monotonía e indiferencia, producto del trabajo monótono que realizan. La naturaleza pintada hacia el horizonte no es luminosa ni atractiva, para no distraer al espectador de las figuras centrales.

Composición de la obra

En un paisaje árido, duro, aparecen dos figuras de espaldas, en un primer plano, uno, viejo de rodillas con un pico en la mano y el otro, un muchacho de pie. La composición es muy simple, sólo las dos figuras, retratadas desde un punto de vista ligeramente más alto se recortan en una colina en penumbra mientras únicamente en el ángulo superior derecho se ve un pequeño trozo de cielo azul; se completa la escena con los objetos cotidianos de los picapedreros. La luz proviene de la parte frontal iluminando las figuras que proyectan leves sombras y contribuye al efecto plástico de los personajes, aunque la línea tiene también un importante protagonismo. Los colores utilizados son toda la gama de los pardos y ocres, con algunos toques de blanco sucio y el pequeño toque de color azul del fondo que nos sitúa la escena de día, pero en la ladera de la umbría, que contribuye al efecto de tristeza y miseria al tiempo que “empuja” a las figuras hacia el espectador. La profundidad no se consigue sólo con el juego de luces y sombras sino también por los escorzos que adoptan las figuras. El dibujo tiene un marcado protagonismo con las figuras perfectamente delimitadas, sin embargo el color domina el paisaje.

Contenido temático

El tema de la obra nos la explica el mismo autor en carta a su amigo Wey: “Me dirigía al castillo de Saint-Denis para pintar un paisaje, me paré cerca de Maisières para observar a dos hombres que partían piedras en la carretera. Es difícil imaginar una indigencia más completa y más manifiesta…, así es como me vino la idea al espíritu de hacer de ello un cuadro…Por una parte hay un viejo de setenta años, encorvado por el trabajo, con el pico levantado, la piel quemada por el sol, la cabeza protegida por un sombrero de paja; sus pantalones de tela burda, estaban todos remendados y en los zuecos rotos se veían los calcetines, que debieron ser azules, rotor por los talones. A su lado un joven con los cabellos llenos de polvo, la piel grisácea, la camisa sucia y desgarrada, deja al descubierto los costados y los brazos; un tirante cuero le sujeta lo que le queda de unos pantalones y los zapatos llenos de barro se entreabren por todas partes…” Los Picapedreros representa, pues, un hecho real pero intrascendente: el trabajo de los picapedreros, la dura existencia física de dos peones camineros. Seres totalmente anodinos a los que no se le ve el rostro, de modo que no expresan nada, ninguna idea ni emoción alguna, sólo equivalencias formales de ciertas cualidades inherentes a este tipo de trabajadores: fuerza, taciturnidad, cierta torpeza y pesadez. Visten ropas raídas, apreciándose claramente los parches de los pantalones o los agujeros de las camisas. Las piedras, la cacerola del fondo, los útiles de trabajo toman un papel tan protagonista como los de los propios personajes en la composición, recogiendo el pintor con el mayor realismo posible lo que observaron sus ojos. Con esta obra Courbet quiere democratizar el arte, analizar la sociedad para corregirla ya que el pintor tiene una misión que cumplir: la transformación de la realidad.

Lenguaje estilístico al que puede adscribirse la obra

La obra utiliza el lenguaje del Realismo, movimiento cultural que se caracteriza por la representación objetiva de la realidad que se dio en la segunda mitad del XIX. Pertenece movimiento pictórico realista que se desarrolló en Francia primero y después en el resto de Europa entre el Romanticismo y el Impresionismo, en el siglo XIX. Estamos ante un verdadero virtuoso que nos presenta los rasgos de los personajes, sus ropas o cualquier elemento plasmado hasta el último detalle, para darle imagen a la miseria. Hay que entender la imagen en el momento concreto en que la pintó. Meses después de los sucesos de la Revolución de 1848 en la que el movimiento obrero salió a protestar por la explotación que sufrían y por lograr unos derechos inexistentes. Unas ideas que Courbet compartía. En este contexto se debe ubicar esta obra y también el modo en el que la realizó, ya que hay un detalle muy propagandístico y que encaja poco con la crudeza que suele caracterizar las obras de este artista. Fijaros en la postura del niño cargando con una piedra. Un trabajo duro, una postura forzada y que nos da la impresión del peso de la roca y los dolores del muchacho. Sin embargo, su compañero mucho más mayor, está trabajando en una postura mucho más equilibrada, como si posara para una representación ideal del sufrimiento del trabajo. Quizás demasiado antinatural y propagandístico.

Fuentes