Máximo Lugo Fonte
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Máximo Lugo Fonte. Joven revolucionario cubano, de procedencia humilde. Fue asesinado vilmente por los esbirros de la tiranía batistiana.
Síntesis biográfica
Nació en Tirado, El Macío, San Luis, Pinar del Río el 27 de marzo de 1915, procedente de una familia humilde y numerosa, hijo de Teresa Fonte y Eleno Lugo Amador, ambos campesinos, los cuales tenían 8 hijos más.
Este joven de estatura baja, de pelo muy negro y lacio que usaba bigote, en cuyo rostro resaltaban unos ojos oscuros de mirar limpio y sincero, era analfabeto, pero tenía un carácter simpático y jovial.
Se trasladó a vivir a el municipio de San Juan y Martínez a la zona de El Gacho cuando era un adolescente, donde vivía en una casa de guano, yagua y madera en un campo hermoso situado en la parte do atrás del estadio del Gacho.
Más adelante se hizo novio de Máximina Vena con la cual contrajo matrimonio y creó una familia numerosa de 9 hijos, haciendo una vida independiente forjada en su trabajo como obrero.
Trayectoria
Comenzó a trabajar con un partidario llamado Toribio Caraballo desempeñando la labor de mozo acomodado.
Más tarde trabajó como cortador de pino en las Lomas de San Simón de las Cuchillas, donde el personal se encontraba bajo su responsabilidad, hecho que más tarde le traería problemas, pues se dedicaba a llevarle comida siendo esta realmente para los alzados, por lo que es acusado de enlace con los revolucionarios.
Dos o tres días antes del 30 de noviembre el joven Máximo decidió a bajar de las lomas, en direccin al el pueblo de San Juan y Martínez para comprar carne, acompañado de su hijo mayor, iba despreocupado, llevando la camisa en la mano, al llegar de la bodega los esbirros de la tiranía que estaban en una camioneta Chevrolet de color verde se bajaron de ella y se dirigieron hacia la parte de atrás del estadio donde residía Máximo, los guardias le dijeron que montara que tenía una reunión en Guane, cosa que era una burda mentira ya en la camioneta se encontraba un detenido más.
Después de esto los vecinos y familiares habiendo agotado todos los recursos no supieron más de él.
El Sr. Pepeo Mora a pesar de ser el terrateniente de esta zona simpatizaba con la causa revolucionaria, este señor gran amigo y consejero del joven Máximo fue a Guane junto con Conrado Padrón y Fernando Borges que era el chofer de Mora y gran amigo de Máximo, pero esta gestión fue inútil, pues la respuesta que recibieron era que no se encontraban allí.
Muerte
Fue encontrado muerto el día 1 de diciembre de 1958 en la carretera a San Luis, junto a dos compañeros más, Rigoberto Fuentes y Rupertino Ajete. Estos tres mártires fueron llevados al kilómetro 1 y medio de la carretera de San Luis, donde fueron fusilados por la espalda por los sicarios de la tiranía; fueron masacrados en el punto del Río Cuyaguateje y tirados más tarde en esta cuneta de dicha carretera.
Su cadáver fue entregado a los familiares pasadas las tres de la tarde, con el cuerpo desconocido, no solo por las torturas y los tiros de que fue objeto sino por las quemaduras del sol que recibía su cuerpo en el lugar donde estaban tirados.
El cadáver llegó a su vivienda a las 4:00 pm, se reunieron los vecinos y familiares más allegados por la situación en que se encontraba el país.
Pasadas las 12 de la noche miembros del M-26-7 trajeron una bandera para cubrir su féretro. Estos compañeros arriesgando su vida cumplían una vez más con aquel que había caído por su misma causa, la libertad de su patria.
Apostados en el estadio de pelota se encontraban algunos esbirros vigilando la casa, pero todo fue inútil, pues no detectaron nada.
Su entierro se realizó a las nueve de la mañana, mientras trasladaban a San Luis su cadáver con los demás compañeros caídos con el fin de hacerle la autopsia.
Iban en caravana los tres carros fúnebres de aquellos que habían dado su vida por una patria mejor sin explotados ni explotadores.
Familiares y amigos quedaron en San Juan y Martínez esperando nuevamente su fletada, la cual se realizó aproximadamente a las 12 meridiano, dirigiéndose todos al cementerio municipal.
Vigencia
Esta acción de los esbirros de la tiranía no fue la primera ni fue casual, cuantos y cuantos cuerpos no aparecían por doquier en cunetas, en calles, carreteras asesinados por otros hombres sin conciencia y sin moral que solo mataban a aquellos que por sus principios, por su hombría y por colaborar con una causa justa que los hacias defender sus ideas luchaban contra ellos.
No cabe dudas que pasaron a las páginas de nuestra historia como un ejemplo digno a seguir.
Fuentes
- Biblioteca digital de la casa del combatiente en San Juan y Martínez, Pinar del Río.
