Madonna de Cimabue
| ||||||||||||||||||
Madonna de Cimabue . También conocida como Maestà del Louvre, es una pintura datada aproximadamente en el año 1280 d.C., perteneciente al arte medieval, en concreto al arte gótico.
Historia
Fue elaborada por el pintor y creador de mosaicos italiano Cenni di Pepo Cimabue. Se encontraba en la Iglesia de San Francesco, localizada en la ciudad de Pisa, en la región de la Toscana (Italia). En el año 1812 la Madonna de Cimabue fue transportada a la ciudad de París por el militar Jean Baptiste Henraux. Hasta que en el año 1814 ingresó en el Museo del Louvre de París (Francia), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.
Descripción
Tiene una altura de 424 cm y una anchura de 276 cm. Esta fabricada en pintura al temple sobre madera. Se trata de un retablo pintado en la que aparece representada la Virgen María sentada en un trono con el Niño Jesús sentado en su regazo y rodeados por seis ángeles. La Virgen María aparece en el centro sentada en un trono, se encuentra ataviada con una capa o manto de color azul que presenta numerosos pliegues recortados, además se puede observar como tanto el borde de la capa, como la parte inferior son de color rojo. La mano derecha se encuentra apoyada sobre la pierna del Niño Jesús, mientras que con la mano izquierda lo sostiene, aparte la rodilla izquierda se encuentra ligeramente levantada con la finalidad de servir como soporte. La cabeza se encuentra ligeramente inclinada hacia el lado izquierdo y en el rostro destaca sobretodo su expresión que es una mezcla de serenidad, resignación y dulzura. El Niño Jesús está representado en el regazo de su madre, con la mano derecha realiza el signo de bendición, mientras que con la mano izquierda sostiene el rollo de las Sagradas Escrituras. Se encuentra ataviado con una túnica de color rojo y un manto de color blanco. En la parte inferior del manto se observa como los pies se encuentran representados descalzos. Alrededor se encuentran representadas las figuras de seis ángeles (tres en cada lado) acariciando el trono. Están representados uno encima de otro con las alas extendidas, las plumas son de color marrón en la parte superior de las alas, mientras que en la parte inferior se encuentran coloreadas. Resaltan los rostros oscuros y serios, semejante al rostro representado de la Virgen. También se observa como están ataviados con túnicas de colores simétricos. El trono de madera se encuentra representado con una decoración compleja, esta lleno de tallas, giros, formas y clavijas, además se aprecia como esta pintado desde una perspectiva lateral frontal (es decir, si se observa la pintura de manera frontal el trono se ve desde el lado derecho). El retablo se encuentra enmarcado por una cinta decorada con veintiséis medallones bordeados de oro que tienen representados: en la parte superior el busto de Cristo, en las cuatro esquinas los cuatro evangelistas, en los laterales los doce apóstoles, en el cimacio (moldura curva) cuatro ángeles y en el borde inferior cinco santos.En cuanto a la composición destacan los detalles en la decoración del trono, los detalles de las plumas en las alas de los ángeles y los pliegues de la vestimenta de la Virgen María.
La profundidad de la perspectiva esta limitada, el trono es poco profundo y la perspectiva frontal invertida da una sensación de inestabilidad y plenitud. Aparte los ángeles se encuentran representados apilados uno encima del otro. Con respecto a los rostros resalta el claroscuro, los rostros se encuentran pintados de manera que la transición de las áreas claras a las áreas de sombra se encuentra realizada de manera gradual y matizada. Se puede apreciar como el fondo dorado se mimetiza con las aureolas de los ángeles y de la Virgen. Para finalizar subrayar que la pintura de la Madonna de Cimabue se encuentra englobada dentro del conocido arte sacro o arte religioso, es decir, el arte que tiene como fin un culto a lo sagrado o divino. También enfatizar que la Madonna de Cimabue supuso un modelo en el nuevo canon para la iconografía tradicional de la Virgen María y el Niño Jesús. Siendo un modelo para las pinturas posteriores, entre las que destacan: la Maestà di Assisi, la Madonna Rucellai, la Virgen en Majestad y la Maestà di Ognissanti.
