Manuel Alonso Sañudo

Manuel Alonso Sañudo
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NombreManuel Alonso Sañudo
Nacimiento27 de noviembre de 1856
Madrid, España
Fallecimiento8 de diciembre de 1912
ResidenciaEspaña
OcupaciónDoctor
Manuel Alonso Sañudo Profesor de San Carlos y eminente clinico, que estudió la intoxicación en las neuropatias y el síndrome bulbar en las enfermedades del cerebro.

Síntesis biográfica

Don Manuel Alonso Sañudo nació en Madrid, de familia modesta, descendiente de Cantabria, el día 27 de noviembre de 1856. Estudió en el Instituto de Noviciado, madrileño, la segunda enseñanza y obtuvo el grado de Bachiller en 1871. Se licencio en Medicina en 1876, antes de cumplir veinte años, en el Colegio de San Carlos. Se doctoro un año después. Tuvo entre sus maestros a José de Letamendi, de cuyas doctrinas fue un entusiasta seguidor. En 1880 ingresó como médico en la Beneficencia Municipal de Madrid, puesto en el que permaneció hasta que en 1886 obtuvo por oposición la cátedra de patología médica de la Universidad de Valladolid, que permutó con Abdón Sánchez Herrero por la de clínica médica de Zaragoza. En 1894 se trasladó definitivamente a Madrid como catedrático de Clínica Médica de su Universidad. Poco después, en 1897, ingresó en la Real Academia de Medicina de Madrid. Su discurso de ingreso

Ejerció primero como Medico interino en la Beneficencia Municipal, cargo que gano poco después por oposición, siguiendo en ese puesto hasta 1886, en que gano en brillante lid la Cátedra de Clínica Médica de la Facultad de Medicina de Valladolid. Por interesarle más, poco después permute con el Dr. Sanchez Herrero, que desempeñaba esa misma Cátedra en Zaragoza y se traslado a la capital Aragonesa. Allí permaneció durante ocho años, hasta 1894.Por concurso, en ese año consiguió la Cátedra de Madrid, en la que permaneció hasta el fin de sus días. A lo largo de veintiséis años, desde entonces fue un Clínico Reputadísimo y un Profesor ejemplar. Además, y en planos de actuación distinta a la universitaria, desempeñó altos puestos en la Sanidad estatal. Fue Inspector General de Sanidad Exterior, y en Zaragoza, durante su estancia allí, Vicepresidente de aquella Real Academia de Distrito.

Antes de ser designado por concurso de meritos Inspector General sanitaria, fue Vocal del Real Consejo Nacional de Sanidad y, precedentemente, Vocal de la Junta Provincial de Sanidad de Madrid. Represento a España en el Congreso Internacional de Medicina de Roma en 1893 y en la Conferencia Internacional Sanitaria de Venecia contra la peste. De la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid, Miembro de honor de la Sociedad Española de Hidrología Medica y Académico correspondiente de la de Barcelona. Poseía varias condecoraciones nacionales y las de Oficial de la Legión de Honor de Francia y de la Orden de la Concepción de Villaviciosa, de Portugal.

En el alto cargo de Sanidad que desempeño, tuvo que enfrentarse con una situación de apenas esbozos de la política sanitaria y por eso realizo una profunda reorganización, que fue, sin duda, la base efectiva de ulteriores avances en ese terreno. Desde la Cátedra, a su vez, desarrolló una labor ingente como clínico extraordinario y maestro insuperable, dedicando a la enseñanza y a la asistencia, oficial y privada, sus mejores afanes y esfuerzos. Como complemento de su labor de Cátedra escribió dos importantes obras: «Lecciones de Patología Medica» y «Lecciones die Clínica Medica», además de numerosas publicaciones, conferencias y discursos. Adquirió muy pronto en Madrid, en España entera un prestigio extraordinario como clínico experto y consultor decisivo, en parangón, sin duda, con los mejores profesionales y profesores europeos.

En la Real Academia de Medicina ocupó un puesto también destacado al ser elegido en noviembre de 1897 para reemplazar al Dr. Gabriel Alarcón, que murió poco antes, siendo Académico electo, Sañudo tomo posesión el 19 de febrero de 1899, pronunciando un magnifico discurso de ingreso sobre «Carácter filosófico de los estudios médicos actuales», Le contesto el Académico y en aquel momento Decano de la Facultad de Medicina, ilustre Dr. Calleja. Quedó adscrito a la Sección de Filosofía y Literatura con la Medalla núm. 6. Su paso por la Academia se caracterizo por su asiduidad y participación frecuente y siempre oportuna y sabía. En los últimos años de su vida, la pérdida de su única hija (tenia, además, tres varones) le afecto moralmente de manera irreparable, terminando en poco tiempo su vida, victima materialmente de un proceso maligno que le llevo al sepulcro el día 8 de diciembre de 1912. Rodeado de sus familiares e íntimos amigos y manifestando su fe cristiana inquebrantable, termino su existencia terrenal este sabio Médico español, ejemplar para todos.


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