Manuel de Jésus Ramírez

Manuel de Jesús
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Personaje considerado símbolo de la localidad de Cabaiguán
NombreManuel de Jesús Ramírez
Nacimiento4 de mayo de 1918
Jatibonico
Causa de la muerteVejez
ResidenciaCalle Manolo Gonzáles S/N interior.
NacionalidadCubana
Otros nombres(VILO)
EducaciónAnalfabeto
OcupaciónSin ocupación
Conocido porVilo
PadresJesús Vila y María Josefa Ramírez
FamiliaresParientes lejanos
Resultados deportivos
Títulos obtenidosSímbolo de Cabaiguán

Manuel de Jesús Ramírez (VILO). Nació en el pueblo de Jatibonico el 4 de mayo de 1918, fue inscrito en el poblado de Guayos entonces barrio de Sancti Spíritus; hoy perteneciente a Cabaiguán y aparece como natural de ese lugar. Su padre fue Jesús Vila Moreno y la madre María Josefa Ramírez, mulata, hija de gallego y negra africana esclava.

Una vida recordada por todos

Con 12 años y huérfano de padre desde hacia tiempo tuvo un problema con un político de aquella época. Sucedió que ese señor estaba acondicionando un bello parque con vista a las futuras elecciones de la alcaldía y el joven Vilo, que se había establecido en Cabaiguán la emprendió a machetazos con los árboles del lugar. El juez del pueblo lo envió, a pesar de su corta edad, a la cárcel de Guanajay comenzando así para Vilo una etapa de sufrimiento y enfermedades que casi le cuesta la vida. Su periplo penitenciario culminó luego de siete largos años. Posterior a la misma fue enviado al famoso hospital psiquiátrico de La Habana conocido como Mazorra donde permaneció hasta un día de 1937 partiendo rumbo a su Cabaiguán querido.
Personaje carismático que poseía un físico que llamaba la atención de gran estatura, de cabeza pequeña que desproporcionaba con el resto del cuerpo, nariz larga y encorvada con orejas ligeramente inclinada hacia delante y de gran tamaño. Caminar lento e inclinado. Se conocía con un apodo “Vilo cabeza de clavo” aludiendo a esta desproporción pero que solo se dio a conocer en la primera etapa de su vida. Hablaba poco de buen trato y respetuoso con todo el mundo, visitaba diariamente la funeraria de Cabaiguán y acompañaba al ochenta por ciento de los entierros al cementerio, caminando ligeramente adelantado a los familiares y apoyando su mano al carro fúnebre y la expresión de asombro que se le solía oír al observar los cadáveres en su féretro era siempre la misma “caballo”.
Como anécdota interesante el pueblo de Cabaiguán poseía un sitial construido a partir de abonamientos de los choferes de alquiler del pueblo en el cual reposaba la imagen de la Virgen de la Caridad y que poseía una fuente con agua donde los habitantes de la localidad arrojaban monedas, las cuales eran recogidas por Vilo ya que el largo de sus brazos lo convertía en el único individuo que podía llegar hasta ellas, a lo que él aludía que era el único autorizado por la Virgen para recogerlas.
En una etapa de su vida cargó por mucho tiempo una guitarra que adquirió como regalo de un poblador del municipio. Posterior a la misma cambió el instrumento musical por una carnera que lo acompañaba a todas partes formando un dúo formidable e inseparable. Se consideró un símbolo cabaiguanense, de ahí que las autoridades municipales orientaran que se alimentara de manera gratuita en los establecimientos del pueblo.
Muere el 30 de agosto del 2004. Su entierro fue el 31 de agosto, uno de los mayores que se recuerda en Cabaiguán, como aspecto relevante su cadáver fue llevado a lo largo de la calle Valle vía principal del pueblo, lugar esté donde se le vió de manera reiterada caminar junto al resto de los cabaiguanenses. En su funeral recibió el cariño y el reconocimiento de su pueblo a través de medio centenar de coronas. Este entierro fue inolvidable como también lo ha sido el personaje de Vilo.

Fuente

  • Museo Municipal de Cabaiguán.
  • Mario Luís López Islas Investigador