Maqueta de carro del Oxus (500-300 a. n. e.)

Maqueta de carro del Oxus (500-300 a. n. e.)
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Maqueta de oro, encontrada cerca del río Oxus, en la frontera entre Afganistán y Tayikistán, 500-300 a. n. e.

Maqueta de carro del Oxus. Es una Maqueta de oro encontrada cerca del río Oxus entre los años 500-300 a. n. e. El hallazgo se produjo en una provincia muy distante, en el extremo oriental del imperio, cerca de la frontera de los actuales Tayikistán y Afganistán.

Historia

La superpotencia mundial de hace 2500 años era Persia, un imperio regido por un principio bastante diferente del de los imperios anteriores. Hasta entonces los imperios generalmente se habían basado en la mera fuerza bruta, mientras que el Imperio persa se basó en el principio del puño de hierro en guante de terciopelo. Es fácil imaginarse un carro como este transitando por las grandes carreteras imperiales persas. En él hay dos figuras: el conductor, que está de pie manejando las riendas, y el pasajero, mucho más grande y a todas luces importante, que se sienta en un banco a su lado. Probablemente represente a algún alto administrador visitando la distante provincia que gobierna en nombre del rey de Persia.

La Maqueta de carro del Oxus

Esta maqueta se encontró en una provincia muy distante, en el extremo oriental del imperio, cerca de la frontera de los actuales Tayikistán y Afganistán. Forma parte de un enorme acervo de objetos de oro y plata, conocido como el tesoro del Oxus, que desde hace más de cien años ha constituido una de las grandes colecciones del Museo Británico.

Este exquisito carro cabe con bastante holgura en la palma de la mano, donde parece un juguete caro para un niño privilegiado. Sin embargo, no podemos estar seguros de que fuera realmente un juguete, podría haber sido fabricado como una ofrenda a los dioses para pedirles un favor o para agradecerles otro. Fuera cual fuese su propósito, hoy este carro permite evocar todo un imperio.

Aportes a la Historia

Se puede saber mucho sobre un Estado por su sistema de transporte, este carro dice muchas cosas sobre la Persia imperial. El orden público estaba tan garantizado que la gente podía recorrer largas distancias sin guardias armados y además podía viajar con rapidez. Con sus caballos especialmente criados para cobrar fuerza y velocidad y con sus ruedas grandes y estables, este carro venía a ser el Ferrari o el Porsche de la época.

Véase También

Fuente